En lo que la hermosa pareja se quedaba recostada un rato en el pasto del jardín pensando en lo mucho que se amaban, pero aún no lo sabían el uno ni el otro, un Greco muy nervioso intentaba entablar una conversación con su compañero, sin éxito he de decir, para poder ganarse la confianza de Gustabo.
Lamentablemente este ni siquiera volteaba a verlo. Leía lo que parecía ser unos documentos, y hacía todo un esfuerzo sobrehumano para no levantar su mirada y observar al hermoso barbudo que tenía a unos metros de él. Gustabo se consideraba alguien heterosexual, había tenido tres novias en su vida y nunca habia sentido atracción hacia un hombre... hasta ahora. Desde el momento en que había sido arrinconado a la pared, no había podido dejar de pensar en el gran hombre, no tenía sentido ya que ni se conocían pero... el nudo que sentía en el estómago o el hormigueo que sentía en las manos por la ansía de querer acariciar la barba del hombre no era para nada normal. Aclaro su garganta.
- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó Gustabo, levantando al fin la mirada para observar al barbudo. Este se quedó paralizado por unos segundos pensando qué decir e inconscientemente pensó, es tan hermoso... podría perderme entre esos ojos. ¿No le agrado? ¿Por qué me cuesta tanto acercarme a él?. Vio que Gustabo se ponía de pie y caminaba hacia el barbudo
- Mi hermano me mencionó que te llamas Greco, ¿No?. No es que no me agrades, simplemente creo que iniciamos o iniciaste mejor dicho con el pie izquierdo. Invítame a cenar y olvidaré lo que pasó ese día en la oficina del ruso - le dijo suavemente mientras salía de la habitación, dejándolo a solas. ¿Le había dicho que le invitará a salir?.Sentía una gran euforia y opresión en el pecho por la emoción. Caminó para seguir hacia por donde se había ido su compañero cuando se detuvo abruptamente. - Espera... ¿Cómo supo lo de si le agradaba? ¿Lo dije en voz alta? - se preguntó a sí mismo en un susurro mientras retomaba sus pasos y seguía a su compañero.
* * *
Se pusieron de pie luego de haber estado un rato los dos tirados sobre el pasto. Volkov se sacudió y Horacio le ayudó a quitarse restos del pasto de su espalda y cabello, el peligris dio media vuelta y quedaron de frente, le dio media sonrisa. Tomó su mano y caminaron hacia la casa, yendo hacia la cocina.
Terminando de desayunar estaban cuando Volkov sintió vibrar su celular, lo sacó y vio un mensaje, era de Gabriel. Ya estaban en Este's Park e iban de camino hacia la Villa. Se puso de pie. - Nikolai, Greco... reúnan al resto. Ya vienen - ordenó con seriedad, dejando a Gustabo y Horacio muy confundidos.
- ¿Qué sucede? - le preguntó Horacio a su compañero. Viktor lo observó por unos segundos en silencio, luego tomó su mano e hizo que se pusiera de pie, lo jalo a su oficina para tener privacidad. - Es sobre Dex - dijo observando su reacción - vendrá alguien que le conoce y... - se corto, no estaba seguro si decirle la verdad sobre Dex.
- ¿Y...? - le preguntó Horacio - ¿Es algún policía o algo?. No entiendo que significa que venga alguien a hablar sobre él, o sea... ¿En qué ayudaría? - siguió preguntando confundido.
- Horacio... emm... Esas personas que vienen me ayudaran a poder esclarecer un poco sobre quién es en realidad ese sujeto - respondió Volkov mientras caminaba hacía su escritorio, Horacio le siguió de cerca curioso. - ¿Quién es?. Acaso no... ¿No es él humano? - preguntó con voz quedita. Dex había sido un gran amigo, y eso le hizo creer hasta que descubrió quien era y lo que había hecho a sus espaldas, llegó a pensar por un momento que era un monstruo.- Verás, no quiero ocultarte nada ahora que sabes quien soy, pero no quiero perturbarte con las cosas de mi mundo... por lo menos no aún que todo es tan nuevo para ti - respondió el peligris con una mirada preocupada. - No soy tan frágil como me he visto estos días Volkov, confía en mí. Quiero estar aquí para ti, quiero que sepas que puedo estar a tu lado - le susurró suavemente. Volkov observó en silencio por un momento a su compañero, sin duda tiene la capacidad de ser la pareja de un alfa a pesar que es humano pensó a la vez que se sentaba en su silla y tomaba la mano de su compañero.
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Los ojos del Alfa [En revisión]
Lãng mạnLuego de que quien consideró un amigo le traiciona, volviendole alguien desconfiado y solitario, Horacio Pérez se esperaba muchas cosas menos enamorarse. Desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, sintió una conexión instantánea e inex...