ೋ• La pesadilla •ೋ

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¡CORRE! ¡NO TE DETENGAS!

Escuchó que le gritaba una voz, - Tienes que llegar a salvo con Volkov, no podemos hacerle esto, no sobrevivirá sin nosotros. - le decía la voz, era como si un otro yo le estuviera diciendo todo eso. Presentía que escapaba de algo... no... de alguien. La voz no paraba de decirle que corriera y así lo hizo, corrió hasta que le ardieron los pulmones al respirar, y las piernas las sentía pesadas - Escapa Horacio, Volkov nos necesita. Ya esta cerca ÉL. Nos atrapara y separara de quienes amamos. No te detengas... ¡CORRE! - seguía diciendo la voz. De repente sintió como algo lo jalaba de regresó de manera pesada por el brazo, provocando que cayera de espaldas. Miedo. Solo eso podía sentir al ver esos ojos morados que lo veían intensamente desde arriba.

~ T e n n c o n t r e ~ dijo con voz distorsionada un gran ser negro y alto. Vio como se le acercaba y por más que intentará no lograba retroceder. Sintió cómo se le ponía encima y con su garras le atravesaba el pecho. No podía respirar, quería gritar y no podía.

Lágrimas salían de los ojos del moreno mientras pensaba que no lo había logrado, no había podido regresar a su amado.

🕟 11:30 p.m.

Abrió los ojos de golpe. Todo estaba oscuro, no veía nada. - ¿D-dónde estoy? ¿V-volkov? - murmuró con voz temblorosa mientras lágrimas salían de sus ojos. Sintió como a su lado algo se movía para luego a los segundos ver una luz tenue, proveniente de una lámpara.
- Cariño. ¿Qué sucede? - escuchó que le decía una voz. Horacio levantó su mirada y se dio cuenta que un par de hermosos ojos grisáceos lo veían muy preocupado. Volkov. Todo había sido una pesadilla pensó, dando un suspiro aliviado mientras levantaba sus brazos y le rodeaba el cuello al peligris, abrazándolo.

Enterró la cara en su cuello y le dijo - S-si algo me llegara a suceder, tienes que seguir viviendo... ¿Si? -. Volkov no entendía que había pasado, solo sentía una profunda angustia proviniendo de su compañero - ¿Porque dices eso? ¿Tuviste una pesadilla? - le preguntó a la vez que lo abrazaba y con una mano le acariciaba su espalda.

Horacio sorbió su nariz, y le explicó el sueño que había tenido, detallando lo que le decía la voz y como se sintió cuando lo herían atravesándole el pecho. Volkov escuchó pacientemente lo que decía su compañero, consolándolo e intentando convencerle de que solo había sido una pesadilla, que todo estaría bien y el no dejaría que nada le sucediese. El moreno no estaba convencido pero se calmo, quedando en silencio mientras se seguían abrazando. Minutos después se levantó y se dirigió al baño para asearse un poco; el baño era enorme, tenia una bañera en forma de jacuzzi y la regadera era tan amplia que fácilmente cabrían dos personas ahí. De un gabinete que estaba en el lavabo saco un cepillo extra de dientes que le había mencionado Volkov que podía agarrar, no quería salir de la habitación para ir por su cepillo en su habitación compartida con Gustabo, aún era de noche y no quería molestar.

Se cepillo los dientes y al terminar de enjuagarse se observo en el espejo que tenía enfrente. Se veía descansado, tenia sus labios hinchados y su cabello se había desaliñado, provocando que le hiciera gracia al ver un Horacio totalmente distinto al que acostumbraba ser. Se sentía distinto pero se sentía muy feliz y amado, observó sus dientes y se percato que estos estaban sin ningún cambio cuando de reojo, vio una marca que tenia entre la unión de su cuello y hombro. Era donde le había mordido su compañero. Se inclinó y observó la marca que le había hecho Volkov con más atención, era la forma de una mordida pero estaba cicatrizada, quedando nada más una leve cicatriz.

Acarició su marca y suspiró mientras cerraba sus ojos, recordando su encuentro y las sensaciones que había sentido, ya extrañaba su calidez. Abrió lo ojos y casi se asusta, Volkov estaba detrás suya. El peligris se acercó y lo rodeo con sus brazos, esparciendo besos en su marca, provocando que diera un suspiro mientras inclinaba su cabeza y levantaba su brazo, entrelazando sus dedos con las hebras del cabello grisáceo de su ruso.

Los ojos del Alfa [En revisión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora