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Salió de la tienda y echó llave. Sacó su celular y le mandó un mensaje a Volkov, diciendo que ya había salido y lo esperaba en el estacionamiento.

Luego le mandó un mensaje a su hermano para saber si ya había resuelto algo sobre su maleta.

Se acomodó su sudadera y esperó a que llegara el peligris, elevó su mirada hacia el cielo, estaba despejado y las estrellas estaban resplandecientes - Hermoso - murmuró con admiración.


A sus espaldas escuchó una voz, volteó su mirada pero no había nada. Que raro pensó, creyó haber escuchado una voz diciendo su nombre, una voz que se le hacía conocida pero no había nada.

Un Jeep Moderno se detuvo enfrente suyo, era Volkov. Se subió al auto y este arrancó.


- Hola Horacio ¿Qué tal tu tarde? - Le preguntó Volkov mientras conducía.


- Hola, estuvo bien. Atendiendo clientes y poniéndome al día con mi hermano - le respondió.

- ¿Y la tuya cómo estuvo? - preguntó mientras de reojo le veía, aún con poca iluminación podía ver el perfil de Volkov, concentrado al manejar y hablando con el. Es tan hermoso pensó...


- Mi tarde estuvo bien, la pasé mostrándole el pueblo a mis hermanos y ayudándoles a desempacar. Por cierto, Aleksandra y Alek adoraron lo que compramos en tu tienda, quieren volver mañana - mencionó sonriendo.


- Me alegro, si llegan mañana les recomendaré mi especialidad - respondió sonriendo de vuelta.

* * *

- 15 minutos después -

V aparcó en el estacionamiento, bajaron y cerró su jeep. Caminaron hacia el bar, abrió la puerta para Horacio y entraron.

Lo dirigió hacia una mesa que estaba alejada de toda la gente del bar para tener privacidad.


Se sentaron uno frente al otro, y un silencio cómodo se formó entre ellos, Horacio se veía tan hermoso y ese sonrojo en sus mejillas que hacía cada vez que lo veía lo estaba volviendo loco.


Se acercó Greco con una gran sonrisa mientras miraba a ambos.

- Hola V, hola Horacio. ¿Qué pedirán? - preguntó animado su amigo. Apartó la mirada de Horacio y vio hacia Greco, pidió un vaso de vodka con hielo y para comer una pizza de queso. Tomó una pausa y dirigió su mirada hacia Horacio, preguntando qué pediría él.


Horacio se pidió una hamburguesa con tocino y un batido de chocolate, haciendo que V sonriera inconscientemente, anotando mentalmente los gustos de su compañero. Greco se retiró con su orden, dejándoles a solas de nuevo.


- Ummm, y cuéntame, de donde eres o qué haces para ganarte la vida, háblame un poco de ti - le preguntó su Horacio, viéndole con atención.

- Veamos, nací en Rusia pero a los ocho años nos mudamos a California y hace tres meses me mude aquí. Soy una persona que sigue un negocio familiar, la cual lleva activa por cuatro generaciones, tanto mi padre como mi madre están vivos, pero de vacaciones después del retiro de mi padre. Tengo una hermana mayor y un hermano menor, quienes ya conociste ayer en tu tienda, manejo una motocicleta y un Jeep Moderno Negro. Me gusta el vodka, la pizza de queso, los pie de queso y fresas, y también las hamburguesas. Tengo 35 años, mido 2.05, soy alguien leal y protector con mis más cercanos, tengo una gatita llamada Mika - le dijo mientras sonreía - y creo no olvidar nada sobre mi por ahora. ¿Y tú? - le preguntó.

Los ojos del Alfa [En revisión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora