La conciencia le iba y venia, el dolor en varias partes de su cuerpo en vez de apaciguarse solo se incrementaba y parecía ser que tenía una fiebre muy alta. La presión que sentía en su dentadura se hacía cada vez mayor, volviéndose insoportable; Horacio intentó levantarse para ir en busca de su pareja pero el cuerpo no le respondía, era como si estuviera viendo en tercera persona en esos momentos lo que estaba pasándole, su cuerpo no respondía a lo que quería hacer.
¡Horacio!
¡Horacio!
¡Horacio!
Escuchaba que decían en una nublosa confusión su nombre, acaso era ¿Gustabo?. Intento responder a quien le llamaba pero no sabia si sus labios habían logrado formular el nombre de su hermano, sintió que el suelo se movía y en un intento de ver a su alrededor se percató que lo llevaban cargado. En la lejanía se escuchó un rugido escalofriante y supo que venían a por él, quería correr y huir para que Dex no pudiera alcanzarlo. Quería vivir el resto de su vida rodeada de la gente que ama... Volkov pensó con un nudo en la garganta, probablemente ya no vería de nuevo a su compañero. En la lejanía escuchó a alguien con voz muy preocupada diciendo que Volkov seguía luchando con el demonio pero estaba malherido, al igual que Kassandra y Greco. No por favor pensó Horacio.
Con toda la fuerza de voluntad que le quedaba, logro zafarse de la persona que lo llevaba en brazos y cayo al suelo; se levantó con dificultad y corrió hacía donde se encontraba Volkov luchando. Tenía que ayudarlo de alguna manera.
* * *
Volkov observo como tiraban por la ventana a su compañero, en un intento de pánico para ver si estaba bien Horacio hizo que se distrajera lo suficiente para que el demonio hiriera al peligris. Dex al ver vulnerable por un momento al cambiaformas incrustó sus garras a un costado de este, provocando que gritara el hombre mientras el demonio daba una sonrisa de satisfacción. Ahora si que empiece la cacería pensó Dex, comenzando a luchar contra quien le había arrebatado a Horacio.
Volkov logro concentrarse de nuevo y a pesar del dolor punzante que sentía a un costado de su cuerpo, rugió y se abalanzó hacia el demonio. La pelea entre los dos seres se había convertido en algo de vida y muerte, ni uno ni el otro dejarían que se fvidan con vida, a pesar de estar malherido Volkov seguía teniendo ventaja sobre Dex y este al ver que estaba perdiendo se transformó, convirtiéndose en un ser negro.
Volkov con su mandíbula se prenso al brazo del demonio y empezó a desgarrarlo, Dex gritaba e intentaba rasguñar al tigre blanco pero este se movía muy rápido, esquivando sus movimientos. En su desesperación de querer zafarse del agarre del cambiaformas, el demonio no percibió que se le acercaban dos tigres de bengala a un lado, mordiendo uno una pierna y el otro, el otro brazo. El alfa soltó donde estaba mordiendo al demonio y empezó a rodearlo, buscando un punto débil donde podría dar fin de una vez por todas a su presa.
Dex estaba en problemas, lo estaban rodeando. Con el brazo desgarrado por el cambiaformas blanco, logro arañar a los otros tigres que lo tenían prensado con sus dientes, pero sin embargo a pesar de haberlos herido y estar sangrando, no lo soltaban. Si seguían así iban a terminar de desmembrarlo pensó el demonio preocupado, sin tan solo logrará huir... Pensó que había logrado su acometido al tirar con fuerza a Horacio por la ventana pero al ver que aún no lograba transformarse a su fase final, fracaso. Aunque... seguramente si logro malherirlo de gravedad, un ser humano no soportaría un golpe de tal magnitud, si tan solo pudiera verlo de nuevo para capturar su alma seguía pensando el demonio mientras luchaba contra los cambiaformas cuando en la lejanía de reojo vio a Horacio correr apenas hacía donde ellos estaban. Y si... - ¡ESTE ES TU FIN CAMBIAFORMAS! - grito Dex con furia -. ¡NOOOO! - respondió Horacio, provocando que por milésimas de segundo el tigre blanco se distrajera al igual que los otros dos tigres.
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Los ojos del Alfa [En revisión]
RomanceLuego de que quien consideró un amigo le traiciona, volviendole alguien desconfiado y solitario, Horacio Pérez se esperaba muchas cosas menos enamorarse. Desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, sintió una conexión instantánea e inex...