ೋ• El ataque •ೋ

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Greco no entendía que hacía ahí el Jefe del Aquelarre, pero en menos de un segundo se encontraba luchando contra él en el pasillo.
- ¡Greco! - escuchó que gritaban al unísono Horacio y Gustabo. Les gritó que no salieran y se quedarán dentro de la habitación. - ¡¿Qué carajos estás haciendo Gabriel?! - le grito al vampiro a la vez que lograba darle una fuerte patada en el estómago, haciéndolo retroceder unos metros, pero sin embargo eso no logro que se detuviera. El vampiro corrió para atacar de nuevo a Greco, cuando de la nada este era agarrado por el cuello y presionado contra la pared por... ¿Gabriel? ¿Pero que esta sucediendo aquí? Pensó Greco confundido.

- ¿Quién eres? Y será mejor que me lo digas ahora mismo antes de que te parta a la mitad y te deje sobre el techo para que el sol termine de hacer el trabajo cuando amanezca - siseo furioso el líder del Aquelarre mientras dejaba a la vista su par de colmillos. Había escuchado que los vampiros tenían rapidez y fuerza sobrehumana pero nunca había tenido la oportunidad de ver a uno en acción pensó Greco - ¿Gabriel, puedes explicarme que esta sucediendo aquí? ¿Y porqué hay uno igual a ti? - le preguntó Greco, aún en posición de defensa por si era atacado de nuevo.

No alcanzó a escuchar si le contestaba el líder porque en ese momento escucho gritar a Horacio -. ¡Déjalo! ¡NOOO, GUSTABO! - Greco entró corriendo a la habitación, solo para ver que Horacio estaba en el suelo intentando ponerse de pie mientras Gustabo era presionado contra la pared. Había sido tomado desprevenido por ver la lucha que había estado teniendo Greco en el pasillo con el vampiro que anteriormente le había atacado en la biblioteca.
Mierda pensó Greco, corriendo hacia donde el vampiro tenia apresado a su compañero pero no llego a tiempo ya que en una velocidad sobrehumana el vampiro inclinó la cabeza de Gustabo hacia un lado, dejando al descubierto su cuello, y le mordió; Provocando que Gustabo diera un grito desgarrador mientras intentaba sin éxito zafarse del agarre del vampiro, quien succionaba con fervor la sangre de Gustabo.

Greco agarró con fuerza por cabello al vampiro y lo estrello contra la pared, este soltó a Gustabo pero le desgarró el área donde le había mordido, cayó de rodillas presionándose con una mano el cuello. Horacio se arrastró hacia donde estaba su hermano y lo abrazo, cubriendo con su cuerpo a su hermano por si el vampiro lograba evadir a Greco y así acabar lo que había iniciado.

El barbudo se transformó en cuestión de segundos, dejando a la vista a un tigre de bengala quien era visiblemente más grande que un tigre de tamaño normal, pero no más grande que Volkov. Se acercó sigilosamente hacia donde habia estrellado el vampiro pero este se puso de nuevo de pie y le siseo a la vez que le mostraba su par de colmillos en señal de amenaza, pero de la nada el vampiro comenzó a gritar y cayó de rodillas agarrándose la cabeza.
Parece ser que esta sufriendo pensó confundido el tigre, retrocediendo un poco pero sin dejar de observar al vampiro que se retorcía en el suelo por el dolor.

¿Qué le esta sucediendo? Pensó Horacio horrorizado sin dejar de abrazar a su hermano, quien seguía presionando su herida, igual de confundido por lo que estaba sucediendo.

* * *

Estaba muy malherido, la rabia había hecho que atacará por impulso sin medir las consecuencias. Se agarro el brazo que el asqueroso cambiaformas le había mutilado, había escapado apenas, de nuevo.
~ Es lo que consigues por idiota ~ dijo la voz distorsionada en su interior. Cállate pensó furioso, ya no podía esperar más, necesitaba a Horacio.
Pondría en marcha el plan, haría sufrir de la peor manera al asqueroso cambiaformas por arrebatarle lo que le pertenecía. Logró llegar al edificio abandonado que estaba habitando en la profundidad del bosque y cayo de rodillas para luego quedar de espaldas contra el suelo.

Consumido por su rabia y con el deseo de lograr su cometido recibió el mundo de los sueños como un viejo amigo, quedándose dormido mientras se regeneraba lentamente las heridas de su cuerpo. Le llevarías días recuperarse.

Los ojos del Alfa [En revisión] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora