Lo que más le gustaba de la casa es la amplitud que tiene esta, teniendo incluso bajo tierra unos cuartos que parecían celdas. Nunca pensó que haría uso de estas pero la situación que estaban enfrentando hizo que fuera necesario. Las habitaciones habían sido construidas para que ni siquiera un cambiaformas pudiera destruirlas.
Encerraron ahí a los vampiros en distintas habitaciones y el vampiro que atacó a Gustabo estaba inconsciente, el envenenamiento seguía avanzado y no había nada que se pudiera hacer para detener el avance.
Horacio llevó a Gustabo con Aleksandra como le dijo su compañero, se encontraba en una de las habitaciones del primer nivel junto con una mujer que no conocía. La rubia le atendió la herida y luego de varios minutos después se detuvo el sangrado por lo que le suturo el área, le preguntó a Horacio el tipo de sangre de su hermano y Aleksandra le pidió a la desconocida que fuera por una bolsa de sangre para hacerle una transfusión al rubio.
Dejaron descansado a Gustabo sobre la cama y Horacio por fin suspiró aliviado de ver que su hermano estaba bien. — ¿Tú te encuentras bien Horacio? — le preguntó Aleksandra al ver que tenía manchas de sangre en su ropa — Si si, me encuentro perfectamente, esta sangre no es mía — señaló alzando la playera gris que le había agarrado Horacio a su compañero en su guardarropa. Suspiró preocupado al recordar a su compañero y las heridas que visualizo en su cuerpo; frunció el ceño y se puso de pie, camino hacia la puerta cuando esta se abrió de repente y frente a el apareció Volkov vestido nada más que con un pantalón negro holgado. Horacio le sonrió y lo abrazo, recordando en el momento la herida que le había observado al peligris, por lo que lo tomo de la mano y lo guio a un sofá grande marrón que estaba en la habitación, el peligris tomó asiento y dejó que su hermana limpiara su herida, la cual, ya había sanado la mayor parte.
— Hermano, se que los alfas toleran el veneno de un demonio un poco más que los cambiaformas comunes pero no eres inmune a esta, la herida que recibiste era profunda… Ten cuidado por favor — susurró la rubia a Volkov mientras terminaba de limpiar la herida. Con un ceño fruncido de preocupación, Horacio sostuvo la mano de Volkov a la vez que observaba lo que Aleksandra hacia. Todo esto es mi culpa pensó con un nudo en la garganta, estaba cansado de dejar que quienes quería salieran lastimados por su culpa, sintió que Volkov le daba un apretón a su mano — No es tu culpa Horacio, deja de culparte con algo que no hiciste ni provocaste — susurró Volkov. Horacio no dijo nada, solo negó suavemente con la cabeza y suspiró. Vio hacia donde estaba su hermano. Seguía inconsciente pero gracias a la transfusión el tono normal de su piel había vuelto, ya no se veía tan pálido.
La puerta de la habitación se abrió de pronto y entro Greco, caminando rápidamente hacia la cama de Gustabo, evidentemente preocupado.
Que extraño… ¿Le gustará Gustabo? Pensó Horacio viendo al barbudo tomar asiento en la cama y acariciar con suavidad el rostro de Gustabo. Recordó que antes de lo sucedido Gustabo había estado encima de Greco, besándose. Tal vez se gustan pensó el moreno intrigado al ver el afecto que se le veía a Greco hacia su hermano.
Son compañeros predestinados cariño escuchó que le decía una voz en su mente, y no era cualquier voz, era la de su Viktor. Volteó sorprendido a verlo y se percató de que este estaba viendo hacia donde estaba su hermano y Greco — ¿Dijiste algo? — le preguntó a su compañero sorprendido. El ruso volteó a verlo y le sonrió de lado. No dije nada escuchó que le murmuraba suavemente en su mente, Horacio abrió sus ojos sorprendido.
¿Cómo puedo escuchar lo que piensas? Preguntó en su mente, asombrado y curioso que pudiera escuchar a Volkov en su mente. Es nuestra conexión cariño… significa que nuestro llamamiento se completo con éxito le mencionó suavemente en su mente.
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Los ojos del Alfa [En revisión]
RomanceLuego de que quien consideró un amigo le traiciona, volviendole alguien desconfiado y solitario, Horacio Pérez se esperaba muchas cosas menos enamorarse. Desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, sintió una conexión instantánea e inex...