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Me deje llevar.

     Después de tantos momentos y situaciones que se cruzaron en mí camino, el día de ayer, he decidido tomarme un descanso, no iré a la librería, así podré dejar mi mente respirar.

     No ha sido fácil por todo lo que he tenido que pasar, enamorarse de un ser, que sabes que no está preparado para amarte sinceramente, duele. Hablo de ti, querido Cooper, duele aceptarlo, pero sí, estoy sintiendo algo por ti, tal vez irá, desprecio, temor; aprecio y ternura, serían indescriptibles la cantidad de emociones que toman a mi cuerpo cuando te miró.

     Aunque me ha demostrado que estás dispuesto a demostrarme tú amor, con un beso, tal vez una noche de romántico sexo, unos simples halagos que puedan cautivar mi mente por pequeños lapsos de tiempo, debo informarte, que no estás preparado para estar conmigo, caminar, hablar y lograr soportar otro ser, que piensa y actúa. A penas y puedes con tus pensamientos, no creo que puedas con los míos, tú cariño es físico, pero no conectamos internamente, debo decirte que lo externo es insignificante, para mí.

     Me dirijo a la cocina, intento empezar el día con buenos deseos. Doy pequeños pasos mientras suelto mi cabello, y observando a mí alrededor veo una carta en el suelo. Los nervios nuevamente se apiadan de este pequeño cuerpo, no sé si será mi madre, Cooper o quien firme como un "escritor sin apelativo".

     Todo se ha vuelto tan confuso en mí vida.

     Me dirijo a esta carta que ha sido entregada despiadadamente, no han tenido cuidado al dejarla bajo la puerta, no han mantenido pulcritud en el sobre y ni hablar de cómo ha sido sellada. Con mis inquietudes volando por mi alrededor y grandes críticas sobre el remitente, decido abrir la carta y acabar con la intriga.

" Buenos días, señora Williams.

     Decido hacer esta misiva, para informarle de una noticia desconsolante.

     Pues es mi trabajo informarle, que su madre, Ana Williams, ha fallecido en la madrugada del 30 de septiembre del año 1945, es una lástima su pérdida y deseo expresarle mis condolencias, es una pena lo que ha ocurrido. Debo decirle y disculpe la imprudencia, pero debe presentarse el día de mañana o el día de hoy, a las 2:00 PM, en la casa de su difunta madre, para arreglar el papeleo de la herencia.

     Puede ir acompañada, sí así lo desea.

Feliz tarde y mis más sinceras condolencias.

Firma: Alonso Denker.

Inglaterra, septiembre. - 1945."

     El único día que decido descansar, para liberar mi mente, las malas noticias tocan mi puerta. Una tristeza abrumante invade mi cuerpo, lágrimas corren por mi rostro, mientras pequeños gritos de lamentos rodean la habitación.

—¿Se ha muerto mi madre? —Me repito una y otra vez.

     Es imposible creerlo, me encuentro en total negación, soy incapaz de asimilar que mi madre, quien me prestó un vestido para salir con Cooper el día de ayer, ya no está.

     Es el ciclo de la vida, pero es lamentable la noticia. Me encuentro devastada, sin fuerzas, con gran temor de pisar esa casa y saber que no voy a encontrarla.

Cartas a un cadáver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora