Schau mich an

"zwölf"

Lo último que recuerdo es estar hablando con Ghost.
Cuando me pidió concentrarme en la mira de mi rifle apareció un sujeto con un maletin. Detrás de él lo que parecían ser sus escoltas.

Luego un quejido a mi lado.

Ghost forcejeando con un sujeto.

Mi tardía reacción.

A ambos nos golpearon con la culata de un arma.
Nos capturaron y ahora estamos en un lugar desconocido, atados a un pilar de madera.

Esos malditos si nos estaban esperando.
Sabían que estábamos aquí.

– Ghost, despierta. Maldita sea. – el estaba detrás de mí. Seguía inconsiente porque no se movía en lo absoluto. 

Fantástico, todo estaba yendose por la mierda.
Dejaron inconsiente a Ghost, el enemigo supo de nuestra ubicación y posiblemente vengan más.
Price y los otros estarán en problemas.

Tendría que buscar la manera de salir de aquí.

– две американские собаки (dos perros americanos)

Un sujeto alto de pelo oscuro se acercó a nosotros. Apenas le distinguia la cara por la tenue luz del bombillo que estaba sobre mi y Ghost.

– сволочь – Escupi sus zapatos. (Bastardo fue lo que dije)

Lo que gane por insultarlo fue una bofetada tras otra. El maldito reía porque mi cara estaba poniéndose roja, y no por los golpes. Si no por la sangre que se derramaba por mi nariz.

Aun así no dejaba de insultarlo.

El era el causante de que tantas vidas inocentes se perdieran.

[...]

Con tantos golpes. Mi cara quedó inchada. Un ojo morado y inyectado en sangre.
Ese tipo tenia mucha fuerza.

– не умирай еще (no mueras todavia) – Con sus asquerosas manos tomo mi rostro. Lo apretó con tanta fuerza que sentí mi mandíbula doler.
–  они будут моей гарантией– (serán mi garantía)
Eso fue lo último que dijo antes de irse.

Pude entender cada palabra que salía de su boca. Y ahora no podía estar más preocupada.

Si planeaba usarnos para negociar con Price. Todo acabaría en desastre.

Terminaría con ese tipo. Aun si debo hacerme añicos la mano para soltarme de estas ataduras, lo mataré.

– No haga una estupidez teniente

Ese era ghost. Hasta el momento pensaba que estaba inconsiente.

– Hay que salir de aquí. 

El forcejeo a la cuerda con mis manos ardia. Toda esa ficción dejaría mi piel enrojecida.

– Hay un cuchillo en mi pantalón.  Trate de tomarlo para cortar la cuerda. – Indicó y yo no espere mucho para hacerlo. Solo que mis movimientos eran limitados por la fuerza con la que hicieron el nudo de la cuerda.
Más no fue imposible tomar el cuchillo y cortar las cuerdas.

– Busquemos a Price – estaba por irme en busca de un arma cuando Ghost me detuvo

– No, ahora que sabemos donde esta Makarov, nosotros nos encargaremos de él. Es ese nuestro objetivo teniente

– Pero el capitan...

– Estará bien. Ahora apresurese.