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POV KARA

No estaba siendo mi mejor semana, desde lo acontecido con Lena todo se fue a pique.

Me sentía devastada y nada podía hacer mejorar mi semblante. Intenté hablar con Lena, no funciono. Busque ayuda con Sam, pero tampoco funcionó.

Sabía bien que no sería fácil, pero quería intentarlo. No podía rendirme así de fácil, más tratándose de Lena.

Tenía la amargura de no haber confesado antes. Me lo reprochaba constantemente, pero como decirlo, era difícil.

Difícil de entender y difícil de aceptar...

Yo quiero vengar a mi padre, pero estaba llevando más tiempo de lo esperado. Ni siquiera pensé que me llevaría estos años.

Hans me había jurado que solo sería una vez. Pero eso se fue corriendo aún más y más... de pronto, no estábamos detrás de una persona en específico. Sino de una mafia. Y todo se complicó aún más...

Todavía recuerdo cuando Hans puso en mi mano la foto en la que estaban los asesinos de mi papá.

Ese día lloré mucho, de dolor, impotencia, y por, sobre todo, porque extrañaba a mi papá. Y tenía en mis manos el rostro de cada uno de los culpables.

Me aferré por completo a esa idea de venganza. Me dedicaba exclusivamente a eso. Puse mi empeño en ello. Era solo mi enfoque y fue así por mucho tiempo.

No tenía nada que perder... antes no.

ahora sí, eso me debilitaba más de lo que esperaba...

sinceramente no se cuánto tiempo pasó, tres, cuatro o cinco días... no salía de casa, no quería hacer otra cosa más que dormir, acostarme y no pensar en nada. Por más doloroso que fuera, mi mente viajaba al momento en que Lena me descubrió en aquella habitación, volver a recrear como su rostro compungido me atravesó más que cien flechas con destino al corazón, era doloroso. No podía sacar de mi mente, cuantas lagrimas derramó por mi culpa. Me quedé muda, helada, no supe responder nada.

Eso era mi día a día... solo lágrimas y muy a mi pesar.

Entendí que no solo eran mis lagrimas dueñas de Lena, comencé a exteriorizar todo mi dolor y angustia propia de mi vida. La angustia de no saber cuándo acabaría este infierno... desea tanto un abrazo de mi papá, él tenía la potestad de sanar mi corazón cuando me tomaba en sus brazos. Solo con él me encontraba segura. pensaba mucho en él y porque el destino me lo arrebató. Es una duda que me acompaña toda mi vida.

¿Por qué a Él? Era todo para mí, no tuve la oportunidad de sentir el cariño de mi mamá ni disfrutar sus abrazos y besos. Aun así, mi papá se encargó de estar siempre para mí: era su prioridad número uno.

Hasta que no lo fue...

Siempre que estoy triste, deprimida, su recuerdo me sobreviene. Se que de donde me vea quiere lo mejor para mí, lo único que le pido es que me dé esperanzas para creer que hay algo para mí, que hay algo por lo que luchar, que la vida no es solo sufrimiento porque creo que ya tuve demasiado.

Mamá, papá, la abuela enferma y sin garantías de mejorar... ¡¿Qué más tendría que aguantar? Ni siquiera creo poder soportar esto que me pasa, es muy abrumador, intentar, intentar, intentar y solo fracasar.

No cabe duda de que estoy en un pozo depresivo... ¡Maldición!

Me encontraba en mi casa, recostada en el sillón pensando con todas mis fuerzas en alguna manera de dejar de pensar. Era agotador

Perdí noción del tiempo, no me importaba saber si era tarde, mañana o noche si no tenía la atención de la única persona que tan solo con verla el tiempo se detenía. Había lanzado lejos mi teléfono, no quería saber de nadie.

''prologue'' (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora