El viaje

Capítulo 22

¡Mochuelos caídos!

Mientras Soren dormía, en un bosque lejano al otro lado del mar de Hoolemere, Twilight se abalanzó a través de la penumbra al final del día. Él, Primrose y Digger trabajaban juntos. Digger, por supuesto, como parte del equipo de rastreo, hizo el trabajo de base, en busca de egagrópilas reveladoras, una pelusa de plumón, o, a veces, un mochuelo herido o muerto. Primrose, que estaba en la de búsqueda y rescate junto con Twilight, volaba a todos los niveles como escolta y se mantenía en busca de enemigos. Twilight hacía la mayor parte del trabajo pesado de levantar a los mochuelos y cuando era posible, devolverlos a sus nidos.

Esta misión en particular había empezado como lo que Barran describió como rutinaria. Pero rápidamente se convirtió en algo mucho más complicado. En la primera oleada de reconocimiento, se había informado de varios mochuelos, pero no parecían estar cerca de sus nidos. Al principio el equipo de rescate pensó que estos búhos, aturdidos y con frío, simplemente habían olvidado dónde estaban sus nidos y de qué árboles habían caído. Pero entonces se hizo evidente que en los árboles cercanos no había huecos, ningún nido posible para estos jóvenes búhos. Entonces, ¿de dónde habían salido? ¿Habían sido arrebatados por las patrullas de San Aegolius y luego, en vuelo, de alguna manera se amotinaron y escaparon de las garras de sus captores, cayendo al suelo? Pero, ¿por qué las patrullas de San Aegolius no los recuperaron? Todo era bastante desconcertante. La otra cosa que era peculiar fue que eran todas Lechuzas Tyto, no sólo Tyto alba como Soren, sino Lechuzas Enmascaradas y Lechuzas patilargas y Lechuzas Tenebrosas, todas pertenecientes a la familia de las lechuzas Tyto.

Twilight dividió su atención entre Digger y Primrose, que volaba sobre él. Había retraído sus garras de batalla, porque no parecía haber ningún agente de San Aegolius alrededor y era necesario tirar de ellas al recoger un mochuelo caído, para no herirlo. Otro Cárabo Lapón llevaba las garras de batalla totalmente extendidas y daba vueltas en círculo por si se trataba de una emboscada. Se intercambiaban. Así era como funcionaba el equipo de búsqueda y rescate: por parejas, con un búho volando listo para la batalla mientras el otro se preparaba para recoger a un mochuelo en apuros. Cuando se encontraba uno, se lo llevaba a un punto de reunión en una gran hondonada presidida por uno de los ayudantes de Barran, que podía administrarle atención médica antes de llevar a los búhos de vuelta al Gran Árbol de Ga'Hoole. Cuando había suficientes lechuzas reunidas, partían. Pero ahora había más más que suficientes. Por eso se habían pedido refuerzos. Se necesitaba más de todo. Más trabajadores de búsqueda y rescate, más asistentes en los puntos de reunión, más rastreadores. Era una situación casi abrumadora. Nunca se habían enfrentado a tantos mochuelos sin nido. ¿Dónde estaban sus padres? ¿Dónde estaban sus huecos? Parecían haber caído de la nada.

Twilight vio una Lechuza Tenebrosa en el suelo. Este era el momento más difícil del día para divisar a los mochuelos caídos. Y los mochuelos eran los más difíciles de ver de todos los búhos. Ni negro ni blanco, sino de un color ceniza borroso, parecían fundirse con el crepúsculo. Pero el propio Twilight, con su peculiar don para ver en ese momento, era muy adecuado para la tarea. Asegurándose de que sus garras de batalla estaban cerradas, comenzó una rápida zambullida. Esperaba que el pequeño no estuviera muerto.

Cautelosamente, hurgó con su pico. Detectó un latido. Entonces suavemente lo recogió con sus garras. Se agitó un poco e intentó levantar la cabeza. Dio las gracias a Glaux porque este pequeño siguiera con vida. No había nada peor que recoger un mochuelo muerto. A pesar de su pequeño tamaño, parecían especialmente pesados, y si no tenían los ojos cerrados y estaban muertos, ¡era horrible! Barran no esperaba encontrar lechuzas muertas en su primera misión. Ella estaba muy disgustada por los nuevos miembros de la brigada. "No se suponía que fuera así," repetía una y otra vez.