Capítulo 21: El cumpleaños de Santiago

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Me gustaba esta nueva faceta de Leito, como más relajado, más cabro chico. Sentía que me estaba enamorando cada vez más del chico de las cartas.

¿Cómo está mi colorín hermoso?

No sé si te acuerdas, pero cuando recién nos conocimos te conté que mi hermano Santiago es súper hincha tuyo, y me dijiste que en una de esas podrías venir a visitarnos. Su cumpleaños es este fin de semana, ¿crees que puedas venir?

Lo harías muy feliz, y a mí también, no tienes idea. Sería el mejor cumpleaños del mundo.

Solari's POV

Ya habían pasado meses viviendo en esta mentira. No había semana en que Leo me preguntara si había recibido alguna respuesta a sus cartas, yo le decía que no, que a lo mejor se habían perdido, entonces él insistía en enviar otra, así hasta que ya no tuve espacio debajo de mi cama para esconderlas.

No quería botarlas a la basura. Pensaba que, en algunos años cuando la Rous y yo tuviéramos una relación más estable, le contaría que Leo también tenía sentimientos por ella y le contaría la verdad, así ella las podría leer y sería como devolverle la honestidad a mi amigo. Pero era demasiado riesgo, los chicos se metían a mi pieza sin pedir permiso y teníamos un código de hermanos donde "lo mío es tuyo", así que podían intrusear en mis cosas sin cuidado.

Me dolió tirarlas. Estaba botando a la basura una amistad con uno de los chicos más nobles que he conocido, y la sinceridad que le estaba debiendo a la chica de mis sueños. Espero que la Rous algún día me pueda perdonar, pero a Leo ni siquiera se lo podía pedir, ya ni sabía cómo mirarlo a la cara.

Según mis cálculos hoy llegaba otro sobre. Lo abrí sin cuidado en el ascensor, total estaba solo.

- Santiago... - hablé sin pensar - ¿qué mierda voy a hacer ahora?

- Ché, ¿estás bien? - escuché la voz de Lucero, ¿en qué momento entró? - ¿Qué pasa con Santiago? Estás pálido.

No tuve tiempo de disimular. Doblé la carta como pude y la apreté contra mi pecho para que no me la quitaran.

- ¿Qué es eso? - agregó Peluca - ¿Gil no estaba esperando una carta?

Ellos dos se miraron, yo aproveché ese par de segundos para inventarme una excusa.

- Es una carta de mi abuelita - les conté - la que vive en Arizona, San Luis. Es que me está diciendo que viene a verme a Santiago, ¿qué hago yo con mi abuelita en Santiago?

Los chicos se relajaron.

- Traela acá a la concentración, de seguro tu abuelita es re copada por el fútbol, a lo mejor es hasta sexy - bromeó Lucero.

Yo me reí a medias. Tenía dos problemas en este momento.

- ¿Cómo está Gil? - preguntó Falcón, cambiando de tema.

- Ya sabés - respondí, un poco triste - llega a la pieza a dormir, no tiene ánimo de nada desde la noticia.

- ¿Noticia? - agregó el Gato - pensé que lo de Arabia eran sólo rumores

- Sí, yo también - me encogí de hombros - pero en temporada de fichajes todo puede pasar. Estamos caminando sobre vidrio.

Hubo un silencio. Todos en el fondo teníamos miedo, nadie tenía un puesto asegurado en Colo Colo. 

Cuando por fin me dejaron solos, cerré los ojos y pedí con todas mis fuerzas que se me apareciera un genio mágico para regalarme tres deseos.

- Convertirme en Leo Gil para conocer a la familia de la Rous - rogué - que Leito no se vaya, y que no me saquen de Colo Colo, por favor.

Releí su carta mientras Gil dormía en la cama de al lado. Apenas escribí una línea. 

Disculpá Rous, las cosas han estado bastante movidas en el plantel, no nos dejan salir.

Cuando llegó su respuesta, sentí que ya no daba más de la angustia.

Qué pena, Leito. Realmente me hubiese encantado hacer feliz a mi familia, no tienes idea lo mucho que te aman, pero lo entiendo, tú trabajo es primero y no quisiera darte ningún problema.

Mi Rous... ¿Por qué tenés que ser tan buena conmigo?

Soy un mentiroso de mierda. Mi amigo está sufriendo en silencio porque lo están vendiendo a otro club, la chica que me gusta se está enamorando de un tipo que no existe, y lo peor es que aún así los dos me quieren. 

Lloré contra la almohada. Iba a lastimar a las dos personas que más amo y eso me rompía el corazón. La Rous no me amaba, se había enamorado del chico que escribía las cartas a nombre de "Leo Gil", y la idea de perder a mi amigo para siempre me daba tanto pánico como los rumores de que Colo Colo me estaba vendiendo a un equipo argentino.

Me senté en la cama y miré a mi amigo, preguntándome qué estará pasando por su cabeza en estos momentos. 

- La querés mucho, ¿verdad? - susurré, aunque no pudiera oírme - Ni vos ni yo tenemos derecho a lastimarla, esto no puede seguir así.

Con la linterna del celular escribí la carta que sabía iba a ser la última de nuestra historia.

¿Sabés algo, Rous? Por vos me banco todo. 

No sé cómo lo voy a hacer, pero voy a estar en el cumpleaños de tu hermano, te lo re contra juro.

Atte. El chico de las cartas.

Por primera vez no había firmado como "Leonardo Gil", a esta historia de cuento le quedaban menos de 72 horas y ya era momento de empezar a despertar. 

- Esto es por ti, amigo - lo miré por última vez antes de cerrar el sobre.

La sorpresa que se va a llevar la Rous cuando llegue un pibe que no es pelirrojo...

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Bueno mi gente, ¿qué se hace ahora?

Si alguien quiere usar el hashtag #pánico, este es un buen momento jaja.

Ya, fuera de webeo, qué difícil para Solari... Está entre su mina, su mejor amigo y su carrera. La Rous lo está esperando en su casa pensando que es Leo Gil para darle una sorpresa a su hermano, y Leito hace meses que no sabe de ella.

¿Qué va a hacer Solari?

Les doy algunas ideas:

a) Se tiñe el pelo colorín y le dice a la Rous que es una broma

b) Inventa una excusa para no ir.

c) Le dice la verdad a Gil para que vaya él.

d) ¿Se te ocurre otra cosa? ¡Cuéntame en los comentarios!

Pd. Ya estoy respondiendo todos los mensajitos que tenía pendientes, gracias por el apoyo que le dan a mis fics <3

De la misma hinchada (Leonardo Gil)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora