Me despedí con la mano para ir a hacer la fila del bus, pero para Falcón no fue suficiente. A último momento se arrepintió, me dio un fuerte abrazo y me dijo algo que me dejó preocupada toda la tarde:
- Rous, yo lo único que te voy a pedir es que si Solari llega a romper una promesa, recuerdes que nos tienes a nosotros también. A mí, al Gato, al Emi... Que no se te olvide nunca.
...
- Hola preciosa, ¿estás lista?
Solari apareció detrás de mí sin avisar, haciendo que me sobresaltara. Me giré hacia él y me encontré con esos ojitos chinitos que me sonreían.
- Obvio que estoy lista mi amor - lo tomé de la mano para que me guiara - ¿a dónde me vas a llevar?
Llevaba un rato esperándolo a la salida del complejo deportivo. No me molestaba en verdad, porque sus compañeros que ya empezaban a conocerme pasaban por el lado y me saludaban, muchos de ellos con sus familias. Encontraba tan lindas a esas mamás que andaban con su guaguita de la mano vistiendo la camiseta de colo colo con el número del papá... Ojalá que Solari no se cambie de número cuando crezca, no digo que vayamos a tener cabros chicos, pero podría venir a esperarlo a esta escalera cada día y seguiría igual de feliz.
Es que Solari es lo más lindo que me ha pasado. Tener a alguien que te haga reir todos los días es... no sé, todos merecemos sentirnos así de amados alguna vez en la vida.
Me paré de puntitas para darle un corto beso en los labios antes de continuar.
- ¿Y eso? - me sonrió pidiéndome más.
- Pero si te saludo así todos los días, weon. Ya, uno nomás - le di en el gusto, o en verdad, él me dio en el gusto a mí por poder darle otro beso - ¿oye, y los chicos?
Tenía entendido que Peluca, Lucero y el Emi iban a salir con nosotros también. Falcón no nos dejaba pololear solos porque decía que éramos muy chicos, y como se aburría tocando el violín, invitaba a la bandita del colo para que nos hicieran compañía.
Solari evadió mi mirada, nervioso.
- Es que... No creo que quieran venir, están un poco preocupados por lo de... vos sabés.
"Vos sabés" significaba "por lo de Gil".
No sabía de él hace mucho. Quiero decir, lo veía en los partidos, pero no volvimos a encontrarnos ni una sola vez. Yo creo que él ni siquiera sabe que estoy aquí.
- ¿Entonces es verdad? - se me apretó la guata - ¿se va a ir?
El Santi no paraba de hablar de eso. Un club de Arabia lo había mandado como préstamo a Colo Colo y ahora lo estaban pidiendo de vuelta. Quinteros no tenía de dónde sacar plata para comprar su pase. Lo último que escuché es que estaba intentando hacer una movida para que, por último, lo pudiera comprar un club que nos quedara más cerca. Uno en Argentina, por ejemplo. De esa manera, el profe lo podía seguir pendiente de su rendimiento hasta que pudieran comprarlo definitivamente.
Me costó mucho entender que pudieran "comprar" a las personas. Pero parece que en este mundo es de lo más normal.
El Pibe tragó saliva, mas no se atrevió a responder. Se le pusieron los ojitos brillosos pero se lo aguantó, como el soldadito que es.
- Mejor nos vamos, Rous - dijo - no tenemos mucho tiempo.
- Dale, ¿pero a dónde me vas a llevar? - insistí curiosa.
Eso le devolvió un poco el ánimo.
- Dejá que traigo mi campera y vuelvo - volvió a sonreír.
- Ya po, te acompaño - lo tomé por el brazo y apoyé mi cabeza en su hombro para que fuéramos juntitos.
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De la misma hinchada (Leonardo Gil)
FanficEsta wea no tiene ni portada, pero la historia es buena, se los prometo. La Rous va su primer arengazo con el sueño de conocer a Christiane Endler. Su hermano, a cambio, la lleva a un partido del Colo... Y como en todo fic, las cosas se salen de con...