De la misma hinchada (Leonardo Gil)

Capítulo 32: Colo colo vs River

Leo Gil's POV

- Porque necesito que le des todo el amor que yo no pude. 

A Solari se le aguaron los ojos, y a mí me aplastaba el peso de saber que la felicidad de dos personas dependía de mí.

- Lo único que te voy a pedir - continué - es que si un día ya no la quieres, no le hagas daño. Devuélvela a salvo conmigo.

Eso había sido todo. Las cartas estaban sobre la mesa y ahora solo dependía de Solari. Una respuesta simple, "sí o no". 

- ¿Pero y vos? - me preguntó - ¿vos la amás?

Negué con la cabeza, esto no tenía sentido.

- Esto no se trata de mí - respondí.

- ¡Por supuesto que se trata de vos! - el Pibe se levantó de la silla, desbordado por la emoción - ella te ama, lo sigue haciendo. 

- No digas cosas que no son - me negué a creer.

- ¡Vos no estuviste ahí! - gritó - Vos no viste la decepción en sus ojos cuando se enteró que el chico de las cartas era yo. No sabés lo que se sentía besarla y saber que, en el fondo, ella seguía esperando por vos. ¿Recordás que ella llegó corriendo y llorando cuando me fui? Le dije que el que se iba eras vos y se le cayó el mundo. Yo la amo, pero ella te quiere a vos.

Me quedé helado por su confesión, entonces lo entendí. Cuando Solari se fue del Monumental, ella lloraba por mí, porque tenía miedo de que me fuera sin arreglar las cosas. No podía pedirle al Pibe que se hiciera cargo de mis errores. Pero la idea de que renunciara a ella por mí no me dejaba tranquilo.

Pensé en el hotel, nuestra primera foto juntos, el caos en el estadio, la escondí en el bus, falté al cumpleaños de su hermano, me encontró con mi novia en la cama, le pedí a Solari que me la cuidara y ahora me la devuelve, como si solo la hubiera guardado para mí. ¿Cómo seré capaz de retomar nuestra historia?

- No soy tan valiente como para volver a empezar - admití.

- Siempre me dijiste que para ser un buen futbolista tenía que hacerme hombre - me abrazó - ahora demostrame cómo se hace.

...

El árbitro me mostró la doble amarilla y con un pitazo me echó de la cancha, suspendido. No quería ni mirar al profe Quinteros, me iba a colgar de las bolas.

Pero era por una buena causa.

¿Tenés el número del hermano de la Rous?
Nos vemos el miércoles en el Monumental.

Te tengo todo listo. Lo demás depende de vos.

N

os vemos el miércoles en el Monumental.

...

Pablo Solari's POV

Volver a jugar en el Monumental con una camiseta distinta se sentía como volver a mi casa después de haber traicionado a mi mamá. Me asomé por el túnel y leí varias amenazas de muerte con mi nombre escrito en ellas. Cuando volví a los vestuarios el ambiente no era mejor, el profe había sido clarito conmigo: sin sentimientos. Yo ahora le debía lealtad a River y tenía que hacer todo con tal de ganarle al rival. Pero colo colo era mi familia.

¿Ya llegó?

Sí.
Está en Andes, asiento 11B.
Vino sola.

Gracias.
Oye...
No importa lo que pase hoy día. Sé que tienes las manos atadas.

Quise responder, pero el profe dijo que ya teníamos que salir a calentar. Confíaba en que Leíto sabría hacer su parte.