𝐘𝐎𝐔 & 𝐌𝐄 ── Yeongyu ²

CAPÍTULO 26

Hoy era el primer día del pequeño Niño junto a sus nuevos padres. El día de ayer al llegar a casa Niki exploró todo con una enorme sonrisa en su rostro se veía muy feliz de por fin tener un hogar.

Hoy era un día nublado por lo tanto no saldrían a ninguna parte y no hay nada mejor que compartir en familia en un día como este. Al menos para los nuevos padres este día era el perfecto para conocer más a su hijo y conocer más a fondo sus intereses.

Beomgyu se había despertado temprano para así hacer el desayuno para sus dos chicos, tenia planeado hacer tostadas con algo de fruta a un lado, sabía que a niki le gustaban las fresas así que compró muchas de estas, por lo menos unos tres paquetes , lo mejor es que estaban en la temporada de las fresas, así que se conseguían fácilmente.

A los minutos escuchó pasos acercándose a la cocina y después escuchó cómo la puerta de esta se abría lentamente. Luego la voz ronca del peli azul se hizo escuchar por todo la habitación.

- Buenos días, Beom.

Beomgyu se giro con una sonrisa en sus labios acercándose lentamente hacia Yeonjun. Una vez cerca de él tomó su rostro entre sus manos y plantó un suave beso en los labios del contrario, viendo cómo ahora se asomaba una linda sonrisa de sus labios.

- Buen día, el desayunó está casi listo - dijo volviéndose a donde estaba antes. - ¿ Haz visto a Niki?

- Cuando entre a su habitación lo vi organizando su cama, seguro en una minutos baja.

El menor asintió y tomó ahora platos para empezar a poner la comida , al colocarla se dirigió a la mesa y la puso en sus respectivos sitios, también al lado del de Niki colocó un tazón con fresas frescas y recién lavadas.

Al terminar fue hacia la cocina para ahora lavar los platos y recoger el desorden, pero se encontró con Yeonjun quien ahora hacía lo antes mencionado. Beomgyu sonrió acercándose al mayor y abrazándolo por la espalda.

Yeonjun se sobresalto un poco por el repentino toque pero luego se relajó, solo lo tomó por sorpresa, además estabas sin camiseta y las manos del peli negro estaban heladas, ese toque lo estremeció un poco.

Mientras estaban así abrazados pasos más suaves y lentos se escuchaban cada ve más y más cerca. Entonces en un momento la puerta de la cocina se abrió dejando ver a un pequeño Niki con su oso de peluche en manos y un rostro de sueño.

- Buenos días. - dijo haciendo que los mayores ahora se dieran la vuelta y pusieran toda su atención en El Niño frente a ellos.

Beomgyu se arrodillo para estar a la altura de Niki y lo abrazo suavemente siendo correspondido por el menor, viendo cómo yeonjun ahora secaba sus manos y se unía al abrazó.

- Buenos días, pequeño. - dijo Beomgyu - El desayunó está servido, vamos a la mesa.

Ahora ambos se levantaron del suelo  y caminaron juntos hasta la mesa donde se sentaron para comer cómodamente.

Mientras comían Beomgyu notó cómo Niki cada vez que le daba un bocado a su tostada sonreía y movía su cabeza de un lado a otro expresando felicidad. El peli negro sentía sus ojos arder y tenía ganas de llorar de solo pensar por lo mucho qué pasó Niki un niño de tan solo ocho años, había vivido cosas que no merecía.

Beomgyu pensó que todo el tiempo que lo dejó esperando quizás valió la pena, al final le dio el hogar que siempre quiso y necesitó.

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Yeonjun ahora le enseñaba a niki a cómo tocar el piano, le enseñaba algunas notas que había aprendido de Kai. El menor de todos parecía encantado con el enorme piano que había en su habitación, no dejaba de sonreír y siempre intentaba tocarlo a pesar de no conocer muchas pistas.

Un rato después los Choi se fueron a la sala a pasar el rato juntos. Ahora niki se encontraba en medio de ambos chicos mientras un libro de cuentos era sujetado frente al menor.

- No entiendo lo que dice ahí. - dijo con un semblante triste.

- Esta bien, no te sientas triste - dijo Yeonjun acariciando el pelo oscuro del más pequeño. - Intenta repetirlo después de mí.

Y así pasaron el rato ayudando a Niki a pronunciar ciertas palabras que se le complicaba pronunciar y hasta ahora se dieron cuenta que el menor tenía problemas para pronunciar letras, la " R" y la "X" así que debían trabajar en eso junto a él.

Estaban viendo a que escuela podrían llevarlo, apenas empezaron a verlas y la mayoría de escuelas estaban casi a treinta minutos lejos de donde vivían, quizás vivir allí tenía sus ventajas cómo sus desventajas.

Continuaron leyendo el libro y ayudando a Niki a pronunciar palabras que se le complicaba pronunciar. Luego de quedaron allí simplemente viendo la tele unos y compartiendo un bonito momento en familia.

Y ya que estaba lloviendo pues tristemente no podían llevar a Niki al parqué, entonces sería para otro momento.