Prólogo

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Léa

No me creo aún que por fin haya terminado mi tercer año universitario, ya solo me quedaba uno y terminaría siendo libre. Elegí diseño de moda porque siempre me ha encantado dibujar mis bocetos y coser y no me arrepentía, pero sabía que el mundo del diseño era muy frustrante, especialmente en moda ya que para ganarse un hueco ahí hay que ser muy buena.

Dejando mis pensamientos de lado seguí preparando la maleta ya que habíamos decidido con mis amigas de siempre hacer un viaje de fin de curso a París. Sé que suena extraño porque es la gran ciudad pero jamás he viajado allí, de hecho apenas he salido de mi pueblo Modène, solo muy de vez en cuando iba con mi familia a Montpellier o Niza, que son las ciudades conocidas de las que más cerca estoy.

Mi vida siempre ha sido bastante estable, vivo con mis padres y mi hermana Melyssa con la cual, aunque a veces peleemos, me llevo muy bien. Tiene veintidós años y el año pasado terminó la carrera de Publicidad. Al terminar la universidad se independizó con su novio Lucas, al cual conoció allí.

Mi madre es muy sobreprotectora con esos temas, por eso cuando le contó que había empezado a salir con él no le hizo mucha gracia, todo y que cuando lo conoció quedó encantada y la verdad que está muy pillado de mi hermana, así que perfecto. La cosa cambió bastante cuando le presenté a Joyce, mi novio, dado que ya tenía la experiencia previa de Melyssa.

La primera vez que lo traje a casa mi madre lo recibió  encantadísima porque ya había oído hablar de él en ocasiones previas y la verdad es que se llevan muy bien, con mi padre también aunque a él el tema chicos le es más indiferente.

Joyce y yo nos habíamos visto varias veces porque Sam, que es mi mejor amigo, iba mucho con su grupo dado que ambos estudian Periodismo, pero no habíamos hablado nunca, no fue hasta que un día me lo presentó en una fiesta que no me fije en él de verdad, desde ese instante todo cambio, me quede prendada por lo guapo que era ya que es alto, rubio y con los ojos de un azul cielo muy bonito y encima hablaba bien, se notaba que no era el mítico que no sabe lo que quiere, él tenia las ideas muy claras y enseguida me lo hizo saber.

Un día en una de las quedadas me dijo de ir al cine juntos, ahí ya os podéis imaginar lo que pasó, nuestro primer beso, había estado con más chicos antes pero Joyce era mi primer novio formal y eso implicaba también que fue el primero con el que mantuve relaciones, lo recuerdo como uno de los momentos más especiales de mi vida, no hubo rosas ni velas como en las películas pero como estaba enamorada de él no importaba nada más.

Desde siempre nuestra relación ha sido bastante estable, me valora, me respeta y me da mucha confianza, tres de los pilares básicos para mí en una relación y sobretodo nunca me ha sido infiel y siempre puedo contar con él para todo, alguna vez hemos tenido alguna discusión pero por lo general todo va bien.

Me vibra el móvil y veo que es un mensaje de Séléne mandando los billetes y el itinerario para mañana.

- <Léa, recuerda que hay que estar a las nueve en el aeropuerto y tenemos que salir de Modène a las seis para llegar a Niza con tiempo, ni se te ocurra dormirte que nos conocemos >.

Debo admitir que tengo un sueño muy profundo y que una vez tenía que ir a recogerlas para ir a la playa y me quedé dormida, al levantarme tenia muchos mensajes de todas echándome la bronca y hasta había ido Sél a mi casa personalmente a aporrearme la puerta, desde entonces cada vez que quedamos y hay que madrugar me recuerdan el tema.

En mi grupo somos cuatro chicas, nos conocimos en el colegio y desde entonces hemos sido inseparables. Séléne es la más mayor de las cuatro, luego le sigue  Julie , Cloé y por último yo.
A pesar de que cada una decidió tomar caminos diferentes al terminar el instituto, siempre que podemos nos vemos.

Besos prohibidos en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora