CAPITULO 41

26 3 0
                                    


-Ámbar –unas suaves manos acarician mi rostro –estamos por aterrizar tenes que enderezar tu asiento.

-¿Qué? ¿Ya llegamos? ¿Dormí todo el camino?

-Sí, lo hiciste, hasta babeaste mi hombro –miro con horror su hombro y tiene razón –se limpia, quita esa cara de espanto.

-Esos dos Gin-tonic me destruyeron, todavía tengo sueño.

-El hotel nos envió un auto, solo tenemos que pasar migraciones y podes descansar.

Me quedo observándolo, no parece enojado pero con él no se sabe -¿Estamos bien?

-Sí, Ámbar estamos bien. No voy a desperdiciar el poco tiempo que tenemos peleando por una situación que no tenemos que solucionar nosotros.

-Podría besarte

-Do it (hacelo)

-Por tu bien no, tengo la lengua pastosa y mal aliento, pero después de que me cepille los dientes te voy a dar un beso que se te van a caer los pantalones.

Él se ríe, es tan lindo cuando se ríe, ¡Ay dios debo seguir con los efectos del alcohol!

-¿De qué te reis? -¡YA no controlo ni mis expresiones!

-En que te encuentro muy lindo cuando sonreís -¡y también perdí mi filtro verbal!

-Voy a intentar hacerlo más seguido – ¡Se puso colorado!

-¡Te avergoncé! ¿Nunca te dijeron que eras lindo?

-No desde la primaria, me han dicho sexy, dios del sexo, ¿pero lindo? No desde los ocho años.

-Bueno, vos me decís Doll, así que tengo que buscarte un apodo cariñoso.

-Con que me dejes de llamar asshole me conformo.

Me costó un montón mantenerme despierta durante el proceso de migraciones, así que una vez que nos subimos al auto que nos envió el hotel volví a quedarme dormida.

Sebastián me despertó al llegar, nos registramos y nos guiaron a nuestra habitación.

A penas quedamos solos, Sebastián me tomo por la espalda y comenzó a besar mi cuello.

-Sebastián te dije que no puedo, y tampoco tengo ganas ¿podemos acurrucarnos esta noche?

-Sí, si podemos. ¿No queres darte un baño primero? Eso te va relajar

-No creo poder mantenerme en pie, prefiero dormir. ¿A qué hora es la reunión mañana?

-A las 11, tenemos tiempo de descansar.

-Genial, voy a prepararme para dormir

Abro mi valija, saco mi neceser y una remera cómoda para dormir. Me encantaría que la noche sea diferente y poder usar unos de los modelitos que compramos hoy. Pero mi lívido esta por el suelo, me siento hinchada y cansada.

Voy al baño y comienzo a prepararme, cepillo mis dientes, me cambio de ropa y me quedo mirando en el espejo, Sebastián aparece y se queda viendo mi imagen – (¿Que está mal?)

-Tengo que hacer mi rutina de skincare, pero no tengo fuerzas

-Yo te ayudo –baja la tapa del inodoro y me indica que me siente -¿Por dónde empiezo?

-No es necesario que hagas esto

-(Quiero hacerlo) ¿Por dónde empiezo?

-En mi neceser hay algodón, llénalo con agua micelar y lo pasas por mi rostro –hace lo que le digo, cierro mis ojos y con mucho cuidado comienza a limpiar mi rostro –Me siento una inútil

conflictos de interesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora