capitulo 10

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Me pica la frente, me rasco. Me duele la cabeza.

Me pica la nariz, me rasco. Me duele la cabeza.

Me pica mi oreja, me rasco. Me duele la cabeza.

Abro los ojos, Pau está a punto de meter su dedo en mi nariz pero para cuando ve que estoy despierta –necesito ir al baño –quiero responderle pero siento mi boca pastosa, tengo la garganta seca y un dolor de cabeza que me va durar todo el día

-Ámbar, en verdad necesito ir al baño –susurra muy bajito

-y anda tonta, ya sabes donde esta –cierro los ojos y me vuelvo acomodar entre las mantas, nunca las sentí tan suave

-no, no sé y necesito que te muevas, estoy encerrada entre vos y la pared –vuelvo abrir los ojos, no tengo idea de que está hablando. La habitación esta semi oscuras, la persiana se encuentra baja permitiendo que apenas pase la luz. Las paredes están vacías, mis paredes nunca estuvieron vacías, y mi cama no está pegada a una pared, esta no es mi habitación.

Una mano rodea mi cintura – ¿ya te diste cuenta que no estamos en tu casa? –ella sigue murmurando, y yo me estoy conteniendo para no grita

-¿en la casa de quien estamos?

-en la de tu jefe, ahora movete que quiero ir al baño

-¡me cago! –cubro mi boca, la mano se Sebastián sube un poco mas y me agarra una teta, su frente se pega a mi espalda

-así para siempre... -claramente no se refiere a mi –levanto la frazada para mostrarle a Paula que no me puedo mover y ella se comienza a reír.

-no te rías, que me estas tentando, ayúdame a salir.

-¿Cómo queres que te ayude? Se lo ve muy cómodo agarrando tu teta –cubre su boca contra la almohada – ¡dios, me meo! Tengo que levantarme –comienza a moverse cual gusano hacia abajo. Ni loca me quedo con él en esta cama. Sin la más mínima consideración, quito su mano y salgo corriendo atrás de Pau.

No espero a saber si él se despertó, las dos salimos de la habitación y nos metemos en el baño que se encuentra apenas salimos. Ella se deja caer en el inodoro y yo me siento en el borde de la bañera.

-explícame como terminamos acá.

-te pusiste muy empedo boluda, ¡ahhhh la gloria! –hace una pausa mientras hace pis.

-¿no te a acordas de nada? –intento hacer memoria pero a mi mente solo vienen flashes, imágenes borrosas de las cuales no estoy segura así que niego con la cabeza lo que hace que me duela.

-tiene que tener algún alikal por acá –reviso detrás del espejo, pero no encuentro nada –se me parte la cabeza.

-con todo lo que tomaste –se pone de pie, tira la cadena y se lava las manos. Es mi turno ahora –casi que te desmayaste, el se ofreció a traernos –imágenes de él y yo discutiendo vienen a mi cabeza, solo que no se por qué –en el camino lo paro un control de alcoholemia y dio positivo, le confiscaron el auto y solo tenía dinero para un taxi, era traernos acá o dejarnos en tu casa y a él le tocaba caminar

Me acomodo la ropa, tiro la cadena y lavo mis manos – ¿Cómo terminamos los tres durmiendo juntos? –me miro en el espejo, mi pelo por suerte se encuentra bastante bien, siempre tengo una gomita en mi muñeca, ato mi pelo en un rodete y lavo mi cara

-todo el departamento esa vacio, solo tiene esa cama en donde dormimos y unas banquetas, no podía dejar que durmiera en el suelo, y además la cama es bastante grande –toma la pasta dental y me mira – ¿es muy desubicado que use su cepillo de dientes?

conflictos de interesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora