¿Un amor sempiterno puede venir solo de un bebedor de sangre? • Katherine se muda al pueblo donde vivía su difunta madre, allí conoce a su vecino, un misterioso joven que esconde un gran secreto. 🦇
⚠️ Escenas sangrientas ocasionales que pueden ser...
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Lancaster, Pennsylvania. 1850.
Sollozos. Eso era lo único que se podía escuchar en cada pasillo de la pequeña casa. Un féretro estaba al centro de la sala, rodeado de flores y velas.
-Te voy a extrañar tanto- murmuraba de forma ahogada la joven abrazando el ataúd.
-Katherine, llegó el obispo- dijo la mujer tomando el hombro de la joven que abrazaba con fuerza el ataúd de su madre muerta. Se retiró y limpió sus lágrimas.
El obispo comenzó a recitar las plegarias, pero Katherine no podía concentrarse lo suficiente, orar le daba paz pero en esa ocasión sentía todo menos paz. Tomó la cabeza de su pequeño hermano y lo abrazó al darse cuenta de que estaba tratando de contener su llanto. -Está bien Kenneth, no lo guardes-
La madre de Katherine vivió allí durante toda su infancia y juventud, así que lo correcto era que volviera al sitio donde creció, por eso es que habían tantas personas acompañándolos, sin embargo, las recientes desapariciones en el pueblo causaban preocupación, la gente había estado evitando estar fuera de noche por lo que comenzaron a irse.
La pesadez en el ambiente era evidente, algunas personas salían y platicaban del deceso, otros observaban a los huérfanos devastados, el día era oscuro, húmedo y nublado, como si todo hubiese estado perfectamente diseñado para ser doloroso. En cierto punto, un ventarrón azotó las ventanas que provocaron el desconcierto de los presentes.
-Buenas noches señora Wilson, lamento la hora- Interrumpió el joven al marco de la puerta.
-Oh joven Chalamet, adelante, pase-
-Lo siento mucho-
La mujer asintió con los labios tensos. -Tome asiento, el obispo llegó hace un rato-
-Aquí estoy bien, gracias- El muchacho se quedó de pie unos pasos atrás observando la escena, la tía Anna tomó una taza de té y la aproximó a él. -Tome-
-Muchas gracias-
-¿Cómo se encuentra su padre?-preguntó temerosa.
-No ha mejorado- agachó la cabeza con decepción mientras sorbía un poco del té.
-Lamento escuchar eso. Si necesitan ayuda, aquí estamos-
-Muchas gracias- Volteó a ver a los hermanos que lloraban abrazados, quería preguntarle a la tía Anna de dónde venían pero sería irrespetuoso curiosear sobre su vida en ese momento.
Una vez que Katherine recobró un poco el aliento hizo contacto visual con su tía quien le pidió se acercara a ellos. -Katherine, él es hijo del señor Chalamet, vecinos de a lado-
-Un gusto, Timothée Chalamet-
-Katherine Wood- Se estrecharon la mano amablemente, Katherine se limitó a asentir con la cabeza y regresó su atención a su hermano. -Iré a arropar a Kenneth para dormir, con permiso-
