El golpeteo de su lápiz pegando en la mesa en la que se encontraba sentada hacía eco por toda la cafetería. Aún era temprano, por lo cuál aún no estaba abierto.
Nayeon hacía las cuentas de los últimos dos días, pero su cerebro parecía no estar conectado, no después de lo pasado en el club de Jihyo.
Tenía un montón de cosas aún por hacer, sin embargo, no podía concentrarse lo suficiente.
— ¡Carajo! — dijo irritada, dejando el lápiz en la mesa. — a ver Im, nunca volverás a ver a esa mujer, es mejor que lo olvides todo, si. — exclamó para ella misma, tocando una vez más sus labios.
Se paró repentinamente de su asiento cuando se dió cuenta que no estaba funcionando para nada lo que había dicho.
Apretó sus puños frustrada, ¿Porque seguía recordando a la mujer?, Sólo había sido una clienta más, pero no lo sentía así está vez.
Recogió sus cosas y se dirigió a ponerse su uniforme, caminó por el pasillo, mientras veía el Sol salir poco a poco.
Faltaba poco para abrir la cafetería, así que debía tener todo listo. Estaba aliviada de que fuera lunes, no habría tanta gente, y estaba aliviada porque su madre había enfermado, por lo cuál no iría en un par de días y ella misma se tendría que encargar de todo.
Pronto abrió las puertas de la cafetería.
Suspiró, aún con la sensación de hace dos días en su pecho, definitivamente necesitaba concentrarse.— ¡Buenos días bunny! — dijo emocionada Sana, entrando al local.
— Hola Sana-ya. — contestó de vuelta, poniéndose la boina roja del uniforme.
— ¿Alguna vez te he dicho lo linda que eres hoy? — dijo, poniendo ojos brillantes. ¹
— no funcionará conmigo Sana.
— ya se, eres difícil. — dijo suspirando.
Nayeon y Sana habían sido mejores amigas de prescolar, a diferencia de Nayeon, los papás de Sana eran asquerosamente millonarios.
— quiero ayudarte el día de hoy, Seah me dijo que estaba enferma y necesitabas ayuda, así que aquí estoy. — le sonrió. — ¿Que me pongo?
— Sana, si tu padre te ve aquí, seguramente te sacará.
— No, porque no se va a enterar.
Tal vez Nayeon no pertenecía a una familia adinerada y poderosa como Sana, pero aún así, nunca la había hecho sentir mal. Sana siempre había sido amable con ella, incluso defendía su amistad a capa y espada.
La mañana estaba pasando relativamente tranquila y normal, la compañía de sana lo hacía mucho más relajado y por un momento había olvidado el caos mental que tenía desde dos días atrás.
La campanilla de la entrada sonó, avisando que un nuevo cliente había llegado. Nayeon dejó rápidamente lo que estaba haciendo, para atender a la persona que había llegado.
— Buenos días, puedo tomar su or...den — dijo, casi susurrando lo último.
La mujer que había causado su desastre mental desde hace dos días estaba frente a ella, con su traje totalmente impecable y sin ninguna arruga, mirándola mientras alzaba su ceja.
— así que trabajas aquí. — la miró sonriendo de lado.
— umm... ¿Qué desea ordenar? — preguntó, fingiendo no saber de lo que habla.
— quiero un americano y a tí. — dijo lo último tan bajo que Nayeon no alcanzó a escuchar.
— ¿Perdón?
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𝗕 𝗟 𝗨 𝗘
Fanfikce"realmente mi pulso se acelera cuando pienso en tu piel cerca de la mía" Yoo Jeongyeon es la ceo de una famosa empresa de entretenimiento en Corea, pero tiene que mudarse en una semana a Estados Unidos para dirigir la empresa de su padre. Su vida si...