Chapter 33: Tell me in your eyes that you don't love me.

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¿Puedes amarme tanto cómo yo lo hago contigo?
No lo sé, ni siquiera sé si algún día podrás amarme tanto como yo lo hago...

Habían pasado ya casi tres semanas desde la última vez que Jeongyeon había visto a Nayeon, hoy justamente era la toma de fotografías de su boda, pero ¿porqué si estaba haciendo lo correcto con su madre, se sentía tan vacía? ¿Porqué sentía que Nayeon se había llevado con ella su alma?

— Hija mía, por fin me haces feliz como madre, es la primera vez que no me decepcionas tanto. — la señora Yoo dijo.

— Te ves muy bonita cariño. — escuche decir a mi padre, pero porqué no podía reaccionar — Jeonie, mi amor, sé que no eres feliz, ¿porqué haces caso a tu... madre? — dijo decepcionado de su esposa.

— Papá, yo...

— Ha llegado Kuta, ¡vamos! ¡Vamos!

La señora Yoo interrumpió las palabras de su hija, atrayéndola hasta donde estaba el joven. Parecía que todo iba avanzando de forma lenta, ni siquiera sentía su alma en ella.

— Señorita, sonría por favor. — el fotógrafo pidió suplicante.

Trató de sonreír, pero le era imposible, estaba enamorada de alguien que no podía tener.

La sesión de fotos había sido un éxito, por lo que habían terminado antes de lo previsto. Quería irse lo mas pronto posible, encerrarse en su departamento y llorarle todo lo que quería llorarle.

— No entiendo porque estás tan seria hija, tienes que entender que esto es por tu bien. — dijo egocéntrica — esa muchachita no es de nuestro nivel, la investigué y es bailarina, quien sabe que tantas cosas haga con sus clientes.

La sangre de Yoo Jeongyeon se congeló al escuchar las últimas palabras que habían salido de la boca de su madre.

Quería irse, a un lugar lejos, en donde pudiese estar con la persona que amaba y no hubiera quien lo impidiera.

Quería irse a un lugar en el que no tuviera que preocuparse por tener hijos con alguien que no amaba. Tener una familia pequeña pero acogedora, junto a su linda chica.

Nada! Nada podía estar peor, no hasta que vio a la misma chica de sus pensamientos, pero frente a ella.

— contacté a la chica hija, para que le dejes en claro que no quieres nada con ella. — mi madre pronunció, mientras yo no podía escucharla con claridad, estaba rota.

Mi madre se retiró, dejándome a solas...

— Supe por tu madre que decidiste casarte por el bien de tu empresa, la felicito señorita Yoo — ¿porqué sus palabras eran tan formales? Dolía.

— Si, yo creo que...

— No necesitas decir nada Yoo, lo entiendo. — claro que se estaba forzando a entender.

— Nay...

— te deseo mucha suerte Yoo, espero que tengas un matrimonio feliz.

— Im, yo te amo, pero es lo mejor para ambas. Encuentra a alguien que pueda amarte como su novia.

Nayeon tenía miles de preguntas, que por supuesto, nunca iba a preguntar. Quería irse, quería olvidar todo lo que había vivido.

— Sólo te pido una cosa Yoo, quiero que me digas algo — agarró mi barbilla, mirándome fijamente — mírame a los ojos y dime que no me amas, que todo es mentira y que nunca me amaste realmente.

No podía hacer eso, porque era mentira, era mentira porque yo la amo.

— Nay...

Mi madre interrumpió la conversación, mientras yo sentía mi corazón pararse cada ve más adolorido.

𝗕 𝗟 𝗨 𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora