Mis piernas temblaban, definitivamente Yoo Jeongyeon podía dejarme las piernas temblando y ni siquiera me había tocado aún.
Podía ver las calles ser pasadas a gran velocidad, mientras sentía en apretón de su mano en mi muslo. No sabía que pensar realmente, estaba a punto de ir al departamento de Yoo Jeongyeon, ¡era una locura! Si madre me había ido a reclamar esa mañana.
Llegamos más rápido de lo esperado, Jeongyeon estaba por alguna razón un poco desesperada por abrir la puerta, mientras yo sentía cada vez más nervios.
- Jeongyeon, tu madre...
Ni siquiera se dignó a responder, apretó mi cintura con fuerza, mientras me metí a la enorme mansión cerrando la puerta con el menor ruido posible. Nos besamos de nuevo, mientras me apretaba contra la puerta, recorriendo sus manos desde mis muslos, hasta mi barbilla.
- ¡Vamos a mi habitación, im! - ordenó, mirándome intensamente.
- pero Yoo, tú...
- se una buena chica y no hagas mucho ruido, te recuerdo que yo voy a castigarte y no estás siendo la chica más obediente.
Me soltó, para después guiarme hacía el piso de arriba, caminé delante de ella, sintiendo mis piernas temblar aún más. Llegamos hacía la enorme habitación, las únicas luces que se podían ver, son las que iluminaban la enorme ciudad de Seul, las que provenían de los edificios.
- ponte esto. - me aventó un vestido que podría jurar que era transparente. - y quiero que sólo uses eso. - dijo descaradamente.
Tragué saliva, mientras me dirigía hacía el baño para cambiarme y quitar la ropa que llevaba ese día. Después de cambiarme, puse un abata encima, ¿En verdad estaba pasando?
Los ojos de Jeongyeon me estaban quemando, mientras estaba sentada frente a mí. Sus ojos estaban pegados completamente a mi cuerpo cubierto por la transparente tela, mientras movía su vaso en forma de circulos.
- Oh, Im... Te voy a enseñar la lección. - dijo más grave de lo normal. - voy a follarte tan fuerte, que incluso vas a olvidar que es lo que estabas haciendo el día que nos conocimos. Te enseñaré y te arrepentirás de haber dicho que no deseabas conocer por las buenas a Yoo Jeongyeon.
Jeongyeon se acercó a mí, quitándose su elegante abrigo verde esmeralda, dejándolo caer al suelo. Se detuvo a centímetros de mi cuerpo llevando su manos a mi cintura, luego recorrió mi abdomen lentamente, para después subir a mis pechos y apretar fuerte. Sus ojos llenos de satisfacción me hacían tener más nervios.
- Vamos a ver. - dijo recorriendo me lentamente. - date vuelta, im.
Por alguna extraña razón obedecí, ella se agachó un poco, para después agarrar mi trasero y anotarlo fuertemente.
- ¡Ahh! ¡Estás enloqueciendo, Yoo! - dije con sorpresa y a la vez sintiéndome por fin diferente, mi abdomen se estaba tensando.
- Shh, te he dicho que debes ser silenciosa, pero sigues sin obedecer mis órdenes.
Llevó de nuevo una de sus manos a mi trasero, mientras volvía a azotar. Mordí mis labios con fuerza, definitivamente no sabía que los azotes me podrían gustar.
"..."
- te gusta esto ¿Cierto? - sonrió.
- ¡Que te den! - dije de repente enojada
- ¡Oh! Ya me están dando cariño, y vaya que me está encantando.
Empezó a besar toda mi columna hasta que llegó a mi cuello,empezando a besarlo. Sus manos estaban en mi descubierta cintura, pero entonces comezón a bajar hasta mi parte ma sensible en esos momentos.
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𝗕 𝗟 𝗨 𝗘
Fanfic"realmente mi pulso se acelera cuando pienso en tu piel cerca de la mía" Yoo Jeongyeon es la ceo de una famosa empresa de entretenimiento en Corea, pero tiene que mudarse en una semana a Estados Unidos para dirigir la empresa de su padre. Su vida si...