La recepcionista la condujo hasta la oficina y la dejó el la puerta, luego se fue. Lali tocó la puerta y antes de esperar una respuesta la abrió…
La primera impresión que tuvo Peter de Lali fue lo extremadamente delgada que estaba. Luego sintió una opresión en el pecho.
La primera impresión que tuvo Lali de Peter luego de tantos años fue –El tiempo le hizo muy bien, seis años y más caño que antes…
-Lali, que sorpresa. –dijo Peter con un tono que casi la derrite.
-Sí, emm, si, bueno…
-A qué se debe esta visita?
-Peter, vengo a hablarte de un tema importante, espero tener una charla corta con vos y luego irme con lo que vine a buscar. –dijo Lali muy directamente, como era ella.
-Querés plata? –preguntó serio.
-Quiero el divorcio, Peter.
La cara de Peter denotó sorpresa por primera vez.
-Cómo que el divorcio?
-Si, Peter, lo más rápido posible, no me importa la plata, la verdad que no la necesito.
-No querés plata?
- Solo el divorcio. –repitió Lali con voz clara.
-Lali, mirá vos, yo te iba a ir a buscar dentro de unos días para pedirte un favor. Uno importante. Y mirá las casualidades de la vida, vos venís solita a mi oficina.
-Qué querés, porque la verdad no estoy para juegos, tengo que estar en otro lugar en una hora.
Peter la miró. –Lindo atuendo para venir a una oficina… Pero que tarado, estoy hablando con vos, me olvido.
-Peter, me vas a dar el divorcio, si o no? –dijo Lali haciendo caso omiso del comentario de Peter.
-Te lo voy a dar después de que vos me des una cosa…
-Que querés? –respondió a la defensiva, no le quería dar nada a él. Ya le había dado todo una vez, ya no tenía más nada que dar…