cap 3

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-Sentate, es largo de explicar. No, pará, dejame que te invite a cenar y te lo digo allá. Vamos? – le tendió su mano.

-Peter – Lali suspiró- enserio no estoy para tus juegos, tengo que estar en una hora en un lugar importante.

-Qué es más importante que una cena con tu esposo? –preguntó Peter sonriendo, a él le encantaba molestarla.

-No sos mi esposo.

-Soy tu esposo, lo dice la ley.

-Vamos a cenar, dale – dijo Lali rápidamente. No quería tener esa discusión ahora.

Salieron juntos a la recepción donde la recepcionista le echó otra mirada despectiva a Lali. Peter le anunció a la mujer- Luna, voy a salir a cenar con mi esposa así que no me pases llamados ni nada por el estilo. De acuerdo?

-Su… su esposa, señor? No me dijo que tenía esposa…

- Perdón? Mi esposo no tiene por qué comentarte nada, querida. –respondió Lali

Lali le sonrió y solo para molestar a la mujer se abrazó a Peter y le dio un beso en el cachete. Peter, sorprendido por esta muestra tan repentina de cariño se sintió un tanto confuso, Lali siempre lograba que él se sintiera así, nunca sabía con lo que se iba aparecer, o decir, o hacer. Eso le encantaba. Y lo extrañaba tanto.

-Si, mi esposa. No me pases llamados Luna –  le repitió y la agarró a Lali de la mano y se subieron juntos al ascensor.

Cuando las puertas del ascensor se cerraron, Lali se soltó de Peter.

-Qué pasó? –preguntó Peter contrariado.

-Nada, no me cae bien tu recepcionista y la quería molestar un poco. Pensaba que yo era una nenita tarada de esas que tenés vos.

-Bueno, vos también venís así vestida con esa pinta. –luego cambiando totalmente de tema dijo- Me prometes que vas a pensar bien lo que yo te pida? Es importante y te preciso para que me ayudes.

-Por lo que estoy oyendo me parece algo malo.

-No es malo.

Se subieron al auto de Peter y llegaron al restaurant, como Lali supuso era un restaurant formal, de esos a los que van la gente rica. Como Peter. A él lo conocían allí en el restaurant y le mostraron el camino a su mesa favorita. Él ordenó algo para los dos y cuando el camarero se fue le dijo a Lali- Bueno, la propuesta que te tengo que hacer es rara…

-Cómo que rara?- lo interrumpió Lali.

-No me interrumpas y yo te cuento todo, pero por favor no me interrumpas.

-Bueno, dale, seguí.

-Te acordás de mi padre?

-Cómo no me voy a acordar de tu padre?

El padre de Peter por alguna razón no le caía bien Lali. Desde que la conoció la quiso lejos. Sin embargo, había sido muy amigo de los padres fallecidos de ella. Personas muy formales y correctas, lo opuesto de lo que era Lali, una adolescente rebelde y desobediente, que enamoró a su hijo.

El señor Lanzani era un hombre correcto, fanático de seguir las leyes al pie de la letra. Y Lali simplemente rompía los esquemas. Cuando se enteró de que su hijo se había casado con ella, les dijo que pasara lo que pasara ellos ahora estaban unidos de por vida. Camilo Lanzani, así era su nombre, quería mucho a Peter, ya que era su hijo mayor. Pero más adoraba el cumplimiento de las promesas y las leyes. Y ese matrimonio, por más que lo odiara, era una promesa.

-Él no sabe que nos separamos, Lali…

-No le contaste lo que pasó? Vos estás loco?

-Si, ya sé, pero el piensa que vivimos felices, juntos. Por eso me es difícil conseguir el divorcio.

-No, no, no, no. Sos un tarado. Seguí, Peter, dale antes de que me arrepienta y me vaya.

-Bueno, mi padre quiere verte, comprobar que seguimos juntos… Y nos invito a su isla unos meses para…

-Tenés una isla? –Interrumpió de vuelta Lali-  Tengo que ir a tu isla a demostrarle qué a tu viejo? Peter no pienso…!

-Te podés callar y dejarme hablar? –Lali suspiró y Peter prosiguió el relato- Sí, tengo una isla, es una isla que queda en el Caribe. Bueno, mi padre piensa irse de vacaciones unos tres meses allá. Y quiere que yo también vaya… con vos. Lali el sigue pensando que vos y yo estamos juntos y felices. No lo puedo decepcionar.

-Peter, desde cuando te preocupa decepcionar a la gente?


"Un trato" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora