cap 8

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Lali llegó al living con el pelo mojado en bikini con la ropa hecha un bollo toda arrugada en sus manos. Para peor, Gastón le había regalado una tabla de surf y la tenía bajo el brazo. Parecía todo menos la esposa de un empresario. Mercedes la miró horrorizada. Peter la miró entre furioso y… divertido? No, definitivamente furioso, pero lo disimuló muy bien.

-Mi amor! Vení, no tenés que cargar cosas pesadas, dame. Te divertiste en las olas?

Lali sonrió – Si, divina el agua, tenemos que ir juntos. A nadar, vos también, Mechi, no sabés lo linda que está el agua.

Lali se fue a cambiar, pero en vez de ponerse los atuendos que le compró Peter se puso un short y una musculosa blanca, con una campera. Se sentó a la mesa.

-Nena, contame, cómo se te ocurre irte a hacer surf estando embarazada?

Lali se quedó en blanco.

-Emm, no sé, me divierte mucho, igual solo fui a nadar, surfeé poquito.

-Vos siempre fuiste muy rebelde, nena, muy rebelde…

-Seee- dijo Lali- Igual, ni tanto, Mecha. Estás exagerando… –No había mentira más grande, en su adolescencia había todo lo que sus padres consideraban inapropiado y lo que estaba terminantemente prohibido, salir con Peter, para empezar.

-Peter, querido, pensaron en nombres? –preguntó Mercedes.

-Emm, no Ma, todavía no.

-Yo pensaba, que tal si es nena le podríamos poner Elvira…

-Ni loca le ponemos ese nombre! –saltó Lali muy en el personaje.

-Es un nombre divino, era el nombre de mi madre! –se defendió Mercedes. –Y mirá vos nena, sos la menos capaz de elegir un nombre cuando apenas hace unos años te lo elegían a vos!

-Ah Bueno!,  Peter, es un nombre espantoso, ni locos le ponemos eso, te aviso. –Peter sonrió por un momento le hubiera gustado que fuera verdad, por solo un momento. Borró ese pensamiento de su cabeza inmediatamente.

-Ma, es un nombre un poco antiguo…. – dijo Peter para mediar…

-Es espantoso, viste Mecha? Hasta tu hijo lo dice. Está descartado, mi amor. –Lali le dijo mi amor, hacía seis años que no le decía mi amor, incluso aunque era falso, se sintió bien decírselo a él.

-Bueno y si es nene –continuó Mecha- como mi abuelo, le podemos poner Horacio.

-Vos querés que mis hijos sean la burla de la clase? –saltó Lali de vuelta. –Ni loca les pongo esos nombres. Bueno, Peter, Suegra, me voy a dormir, tengo mucho sueño…

-Mi amor,  no comiste nada- dijo Peter, a él también le sentó bien decírselo.

-Ya sé, pero vamos a dormir? Acompañame…

-Buenas noches, Ma.

-Buenas noches, querido. Nena…

Lali puso los ojos en blanco, nunca iba a dejar de llamarla así.

"Un trato" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora