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Me han jodido.

Para ser exactos, Jungkook se había jodido a sí mismo en gran medida. Había montado en el enorme pene del rey pirata como imaginaba que una puta haría: Desesperada y desvergonzada.

El recuerdo le apretó las pelotas, los pezones le hormigueaban, el estómago se le caía en picado. Enroscado en el suelo, con una horrible manta a un lado, admitió la verdad, aunque sólo fuera para sí mismo. 

Quiero hacerlo de nuevo. Y otra vez. Y otra vez. 

Pensó que conocía el hambre de su cuerpo, su forma y peso, sus bordes afilados y su profundidad cavernosa, pero sólo arañó la superficie. 

Ahora que había tenido una polla dentro de él, el picor se había metido más profundo de lo que imaginaba. Ardía en cada centímetro de él. Halcón había salido a cubierta, y a la luz del amanecer, Jungkook hurgó en rincones y grietas, abriendo cajones. Sin embargo, no encontró ningún espejo, el que Halcón usó para afeitarse y recortar su sombra de una barba aparentemente encerrado con las armas.

Jungkook se rio de sí mismo por preguntarse si de alguna manera parecería diferente. De pie junto a la cama, que era menos lujosa de lo que parecía - el colchón había sido sorprendentemente duro bajo sus rodillas-, alargó la mano y la pasó por encima de la ropa de cama arrugada.

Su vientre se abrió de nuevo, la piel se enrojeció, a pesar de que una voz le advirtió que no debía sentir ninguna satisfacción por lo que había pasado. Especialmente considerando la clase de hombre que era Halcón. La mano de Jungkook vaciló, su sonrisa se desvaneció, la vergüenza llegó a tiempo. Era una locura sentirse herido por la forma en que lo despidieron sumariamente. 

Después de que Halcón lo echara de la cama, volvió a su lugar en el rincón pegajoso con aceite y semen. Se había limpiado, sintiéndose mal del estómago. Cuando se despertó, deseó que el semen aún estuviera dentro de él, que pudiera sentir la evidencia entre las puntas de sus dedos, aunque la crudeza hinchada de su culo le aseguró que no se había imaginado ni un momento. 

Ahora la culpa y la tonta esperanza se agolpaban dentro de él como el balanceo del barco en la marea. ¿Qué había pensado? ¿Qué el maldito cambiaría algo de sus circunstancias, que Halcón lo mantendría cerca como un amante? ¿Qué lo besaría? Este era el hombre que había prometido destriparlo si el padre de Jungkook no pagaba el rescate. Por mucho que Jungkook tratara de no pensar en ese posible resultado, no podía esperar que el hecho de que Halcón se lo hubiera follado cambiara su fortuna.

Y aún así... Halcón había estado dentro de él. 

Había sido amable y alentador. 

Había observado a Jungkook con algo nuevo en sus ojos azules, una atención como si lo hubiera visto por primera vez. Confesó que compartía la misma naturaleza y le emocionó saber que no estaba solo. Había sentido el latido del pene de Halcón en su corazón, se había llenado con su semilla. Le había dado a Halcón no sólo su confianza, sino también a sí mismo. ¿Seguiría Halcón siendo capaz de matarlo si llegaba el momento?

Dándose la vuelta de la cama, Jungkook resopló con frustración. Sabía que no debía haber más de lo que era follar. No eran amantes. Halcón había tomado su placer como la mayoría de los hombres cuando se lo ofrecían. Que no fuera brutal al respecto no significaba nada. El deseo lo atravesó con la idea de ser dominado, y Jungkook maldijo su lujuria. 

Sin embargo, el pensamiento permaneció: Quiero hacerlo de nuevo.

Si tan sólo pudiera hablar con alguien sobre ello. Finalmente había encontrado un hombre como él, pero seguía solo. Había fornicado, y era glorioso, y la idea de casarse con Olivia era más impensable que nunca. Si incluso sobrevivía. Si su padre pagara el rescate.

☠️ Jikook ☠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora