Luego de una noche bastante interesante para los jóvenes y un desayuno lleno de burlas y risas, decidieron dejar los juegos de lado y comenzar a trabajar para detener a su enemigo.
Las horas pasaron al igual que las ideas en la cabeza de Kara, la reunión que tuvo con sus amigos no salió como esperaba. La mayoría de las propuestas consistía en salir y cazar a Edge y ella sabía que eso sería inútil. Su enemigo había demostrado con creces que sabía lo que hacía, cada ataque era una pequeña muestra de su poder, las víctimas eran exactas, no había una masacre a su paso y eso demostraba lo preparado que estaba. Era meticuloso, y lo que más le alteraba era la facilidad con la que burlaba sus defensas. Sus manadas eran conocidas por lo fuerte son y por lo bien fortificada que tienen sus tierras.
Mientras más lo pensaba, más ventajas veía por parte de Edge y el hecho de que conocía a su padre al igual que a Lionel no lo hacía más fácil. Sabía cómo se movían, cómo estaba custodiada cada manada, sus puntos débiles en el terreno y sus estrategias tanto de ataque como de defensa, por dónde quiera que lo mirara la palabra “derrota” estaba escrita. Edge conocía la forma de pensar de su padre y Lionel, el juego lo habían perdido incluso antes de comenzar.
Continúo analizando sobre lo que se habló en la reunión con sus amigos cuándo se dió cuenta de algo, Lena no había hablado, no mencionó palabra alguna, mientras los otros trataban de idear un plan ella solo escuchaba, por lo que inmediatamente fue en su búsqueda, necesitaba hablar con ella.
Recorrió la enorme mansión hasta que percibió su delicioso aroma, se encontraba en el jardín de la casa, estaba ahí, simplemente de pie, viendo cómo se mecían las flores con el pasar de la brisa.
Para Kara la imagen era idílica, Lena desprendía una luz propia que te envolvía como una calidad manta en invierno. Su cabello era guíado por el viento y su rostro estaba inmóvil, no expresaba emoción alguna, y Kara sabía que algo la estaba atormentando, por lo que se acercó lentamente hasta llegar a su lado.
Una vez una al lado de la otra, mirando en la misma dirección, Lena se giró hacía Kara quién al ver su movimiento se posicionó frente a ella. Solo bastó una mirada, un pequeño vistazo a sus ojos para saber que la necesitaba. Inmediatamente abrió sus manos en una invitación silenciosa a refugiarse en ella. Lena al ver el gesto no dudó en corresponderlo fundiéndose en un abrazo necesitado y lleno de emoción.
Ellas se entendían, más allá de las palabras o los gestos, sus almas se conocían y ese abrazo no hacía más que demostrarlo. Tener a Lena entre sus brazos era la mejor sensación del mundo para Kara, contrario a lo que se cree popularmente, ella era la que se sentía a salvo.
- Todo va a estar bien - habló Kara con su rostro sobre el cabello de Lena la cual se escondía en el cuello de la alfa.
- ¿Cómo lo sabes? - la pregunta de Lena hizo que Kara buscara la respuesta más convincente que se ocurriera y al final solo optó por la verdad.
- No lo sé, te aseguro que lucharé hasta el último aliento para mantenerte a salvo - mientras la alfa hablaba, tomó en sus manos el delicado rostro de Lena y lo elevó hasta que puso apreciar sus bellas esmeraldas.
- No quiero que él gane... durante la reunión estuve pensando y... tenemos la de perder, Kara, y yo no... - La rubia sonrió levemente mientras Lena hablaba.Sabía que la omega era inteligente, pero verlo en acción era más sorprendente. Eso quería decir que Lena había tenido los mismo pensamiento que ella pero mucho antes, por eso su silencio en la reunión, su mente trabajaba mucho más rápido que la del resto. Cuándo se dió cuenta de que empezaba a divagar, la besó, pero no en la boca, ni la frente o la mejilla, la besó en el cuello, justo en el lugar en el que iría su marca.
El beso inició suave, era sólo un roce labios y piel, y el cambio en el cuerpo de Lena fué notorio, pero ésta sólo continúo hablando y dando razones por las cuáles creía que estaban en desventaja y tenía razón en cada una de ella, Kara lo sabía, pero que se alterará no serviría de nada y por eso continúo acariciando la zona erógena con su lengua. Lamía y la retorcía por el punto especial logrando su cometido.
Lena dejó de hablar, la inmensidad de lo que sentía evitaba que palabras y mucho menos oraciones se formaran.
La electricidad la abarcaba. Decir que sentía placer era quedarse corto. Todo su cerebro se derretía y ella amaba cada segundo de ello y se lo hacía saber a Kara con los pequeños sonidos involuntarios que salían de su boca y con los tirones que le daba a la ropa de la alfa.Mientras Lena se deshacía en sus brazos, la apretaba más a su cuerpo. Sentir a la omega contra su ser era el cielo para ella, el nivel de felicidad y calma que las envolvía no podía ser descrito con palabras y ahí en ese instante, en ese lugar, ellas eran una. No había preocupaciones, problemas o situaciones que demanden su atención.
Kara se fué separando despacio de su lugar el cuál clasificó en su mente como el más “ cómodo ” para mirar a Lena a los ojos.
- Estoy aquí... tranquila... este tiempo estuve pensando en la situación que tenemos frente a nosotras y creo que... tengo la solución para ello - Las palabras dichas por la alfa llamaron la atención de Lena, porque le picaba la curiosidad.
Ella misma había hecho una lista mental de las desventajas que tenían... así que... ¿cuál sería la posible solución de Kara?
- ¿Cómo... ?, y ¿cuál es ? - Las preguntas le brotaron de los labios sin pensarlo mucho.
- Bueno... como ya sabrás, lo más probable es que Edge sepa todos nuestros movimientos tácticos y la forma de pensar de papá y Lionel, así que la única forma de vencerlo es... cambiar el juego, crear nuestras propias estrategias y planes, no se esperará el cambio, creerá que nuestros padres mantendrán lo planeado hasta ahora y ahí será nuestra ventaja, desde el comienzo estuvimos jugando su juego con sus reglas, ya es hora de que actualicemos a ese viejo maníaco, y para eso necesito tu ayuda... así que... ¿qué dices?, ¿unimos fuerzas para detener a Edge? - Preguntó Kara con una convicción brotando de los ojos.
- El mayarah - Dijo Lena aceptando brindar su ayuda a Kara.
- El mayarah - Habló Kara orgullosa de su chica al saber lengua natal casi extinta, la cuál sólo la conservaban sus padres y los más ancianos de la manada.
Iban a necesitar ayuda, tanto de sus amigos como de sus padres pero el hecho de que supieran que no importara lo que pasara o lo que se avecinaba ellas iban a estar juntas, enfrentarían a todo el mundo si fuera necesario.
* Mientras tanto en la guarida de Edge*
- Señor, ya está todo preparado - Dijo un beta bajo el mando del alfa.
- Bien, quiero que dentro de una semana todos estén aquí, arrasaremos con los Zor-El y los Luthor y tomaremos a sus mujeres para hacerlas nuestras perras y ellos lamerán nuestras bolas en señal de rendición - Habló Edge con un odio inyectado en sus ojos que a veces lo hacía irreconocible.
- El ejército más grande que estas tierras jamás hayan visto está en camino - Dijo el beta apoyando a su líder.
- Y será el fin de todo su linaje... Muajuajuajua - Comenzó el alfa de manera macabra espantando al beta frente a él, el cuál huyó al verlo así de “ emosionado ”.
Una guerra como ninguna se acercaba y el vencedor determinaría el futuro del perdedor.
Espero les guste, ya regresé de mi descanso con ganas de continuar escribiendo para ustedes, déjenme sus comentarios y estrellitas para leerlos, nos vemos en el próximo capítulo besitos cuídense 😘
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Gracias a la Luna ( Kara G!P )
FanfictionHistoria llena de pasión y entretenimiento , basada en el omegaverso y por cierto amo el G!p . Espero les guste y no sean tan duros es mi primera historia , no a la copia y se aceptan recomendaciones , besos , espero la disfruten .