Cap 24

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Esa noche mientras ambas chicas dormían, algo fuera de lo normal ocurrió. Su experiencia en el reino de los sueños era bastante peculiar pero aun así no sobrepasaba lo inaudito, compartir sueños con otra persona era clasificado en su especie como un milagro, lo más cercano de una conexión entre su raza era soñar con la misma persona o con su destinado/a mientras ellos también lo hacen contigo.

Mientras Kara y Lena soñaban con sus preocupaciones y las consecuencias de la guerra, la diosa Luna hizo una pequeña intervención en su noche. Ambas conciencias fueron llevadas a donde tantas veces habían soñado, ha donde muchas veces se preguntaron quién era la persona que aparecía frente a ellas sin poder definir su rostro.

La diosa Luna se materializó frente a ellas dejando a las mujeres aún más confusas.

- ¿Quién eres? – la pregunta por parte de Lena tenía un deje de cansancio, ambas habían crecido prácticamente con esa misteriosa presencia apareciendo en sus sueños, pero ninguna podía descifrar claramente.

- ¿Ya la habías visto antes? – preguntó Kara a su omega la cual la miro y le dijo lo siguiente de forma aclaratoria.

- He estado soñando con este lugar desde mi niñez y con ¨eso¨ también, aparecía pocas veces pero lo hacía, por lo general veía a otra persona de mi misma edad pero rubia… - en ese momento la revelación sacudió a Lena, ahora lo entendía todo, aquella persona que siempre veía en sus sueños y trataba de alcanzar, con el tiempo se iba acercando mas pero nunca lograba alcanzarla, después que conoció a su rubia dejo de tener esos sueños… hasta ahora.

- Yo veía a una chica con cabello negro como la noche, su piel pálida era bastante característica, y puedo jurar que sus ojos eran de un verde intenso e hipnotizante… - mientras la alfa seguía describiendo a su compañera esta solo la miraba esperando el momento en el que su tonta pareja se diera cuenta de lo obvio.

- Era bastante parecida a ti amor… espera… eras tú –era cómico ver el rostro de realización de la rubia, y la trigueña no pude evitar reírse.

- Si, al parecer nos conocemos desde hace tiempo… pero lo que no entiendo es lo que hacemos aquí – la duda era compartida.

Mientras ambas chicas conversaban la entidad que flotaba frente a ellas solo las observaba hasta que decidió intervenir, sabía que si no las detenía pronto sería un peligro para su cordura.

- Chicas… espero no interrumpir su interesante conversación – dijo la diosa de manera burlesca.

- ¿Nos vas a decir quién eres o tenemos que esperar otros 20 años para eso? – las dudas de Lena estaban comenzando a pesar, todo se le hacía bastante extraño, ella temía por Kara y aunque sonara absurdo en tan poco tiempo la rubia se le había colado como brisa fresca en temporada de verano, no sabía que tanto la necesitaba hasta conocerla, y su bienestar comenzó a pasar a un nivel superior.

Por otro lado la rubia por muy tonta o calmada que parezca también tenía cierto pesar, la educaron para ser la más fuerte, la que un futuro liderara su manada, la que se le enseño que cuidar de aquellos más débiles que ella era una actividad tan noble como luchar en combate por su honor, pero todo su mundo se dispersó cuando conoció a Lena, la trigueña no sabía el poder que tenía en la alfa, esta era capaz de quemar el mundo por ella, su adicción por la mujer de ojos verdes estaba calando sus huesos y el solo hecho de que esta sufriera de algún modo era impensable, acabaría con quien se atreviera a siquiera intentar hacerlo.

La diosa al notar las emociones de sus hijas decidió terminar con el estado de ambas chicas.

- Todo está bien mis niñas, me alegra poder hablar por fin con ustedes, solo las traje aquí para que entendieran que todo lo que ha pasado hasta ahora tiene un significado, y porque quería que supieran que por muy oscuro y trabajoso este el camino no significa que logren llegar a la cima – palabras sencillas pero con un significado.

- ¿Cómo que tus niñas?, yo tengo mamita y no eres tú – la negativa de Kara se le hizo tierno a la deidad y esta lo único que pudo hacer fue sonreír como respuesta.

- Kara cariño, creo que ya estoy entendiendo todo –

- ¿Si?, ¿me explicas?, porque yo no tengo ni idea de quién es esa persona o lo que sea, lo único que puedo ver es que definitivamente estamos soñando y por la enorme Luna que le cuelga de su cuello o es muy fanática de nuestra diosa o… - el silencio que hizo de inmediato la alfa le hizo creer a Lena que por fin había entendido lo que pasaba por lo que preguntó para asegurarse.   
 
- ¿Ahora ya sabes quién es?  -

- Es… No, no tengo idea – la omega no sabía si reír o llorar de ternura.

- He tenido muchos nombres a lo largo del tiempo, muchas canciones han sido tocadas en mi nombre, muchos héroes han brindado por mí y muchos otros han dado la vida por mi voluntad, "Diosa madre", "Creadora", "Madre de Todo", pero ustedes me conocen como su Diosa Luna y estoy aquí esta noche para guiarlas – la respuesta dejó a una de las chicas sorprendida y a otra preocupada.

Lena sabia que una visita de una deidad no era algo bueno a no ser que estén de paso y solo quieran pasar el rato, pero aproximándose una guerra ella dudaba que fuera solo para tomar té. Mientras la rubia todavía se preguntaba cómo era posible que la mismísima Diosa Luna estuviera parada justo frente a ella la trigueña buscaba respuestas.

- ¿Por qué nosotras? ¿Qué tenemos de especial? –

- Ustedes son las responsables del cambio que se avecina, una nueva era debe comenzar pero no puede ser posible hasta que no entiendan su papel –

- ¿Nuestro papel? ¿De qué hablas? – preguntó Kara.

-Ustedes nacieron con un propósito, su encuentro y todo lo que les ha pasado en la vida era para prepararlas para lo que se avecina, no quiero que piensen que las he abandonado, yo he estado en cada momento desde su nacimiento, en cada cumpleaños, en cada caída, en cada pelea, en cada momento donde sintieron no ser dignas y les digo ahora para que no lo olviden nunca… nacieron para estar juntas, se hicieron para estar juntas, así como sus padres tiene su historia la suya solo está comenzando, cuídense mis niñas y que mi luz las proteja de la oscuridad de las almas en pena –

Tras las palabras de la deidad ambas chicas se despertaron sudadas y con el corazón desbocado, ese encuentro no lo iban a olvidar jamás, luego de calmarse un poco ambas chicas decidieron regresar a dormir el camino recién empezaba y necesitaban descansar para tener energía debido el viaje lleno de obstáculos que sospechaban que tenían.

Por esa noche nadie comento nada y solo pidieron internamente que lo que fuera a pasar lograra unirlas más.   
                         


Espero les guste, disculpen la demora ando con problemas a la hora de escribir, las ideas no me fluyen y me cuesta buscar la motivación para escribir, pero soy una mujer de palabra y les dije que nunca abandono un libro y aquí les traigo una actualización que me costó sudor y lágrimas, espero sus comentarios y no olviden dejar su amor al capítulo, disculpen las faltas de ortografía y nos vemos en el próximo besitos cuídense 😘

Gracias a la Luna ( Kara G!P )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora