☁︎ 9 ☁︎

270 36 2
                                    

Scarlett's POV: 

Había chocado tan fuerte con el niño que quedé más aturdida que él. El solo me pidió disculpas porque Elizabeth le pidió que lo hiciera. No sabía qué decirles o qué preguntarles, no habíamos llegado a esa parte de la comunicación. Habíamos sido bastante adultas, bueno ni tan jovenes somos, todo teníamos que hablarlo antes de que se le fuera a decir algo a los niños. 

Le pregunté que si me permitía llevarlos al estudio, teníamos que sentarnos a terminar la conversación que nunca terminamos con Cate. Esto si será gracioso.

Scarlett dejó en el camerino a los niños, mientras que yo iba al mío a darme una ducha rápida y ponerme ropa limpia, nos encontramos en la puerta de la oficina de Cate.

- ¿Lista para hacer esto? -bufé.

- No me digas que le tienes miedo a Cate -se burló de mí.

- ¿Tú no? -la miré extrañada.

La puerta de la oficina de Cate se abrió, dejando ver a Cate con su ceja alzada y una copa de vino en la mano.

- Si terminaron su luna de miel pueden pasar. 

Nos dejó de pie como si nada, mientras ella se iba a sentar en su escritorio, sin pensarlo entramos cerrando la puerta y sentándonos frente al escritorio. 

Hubo un silencio prolongado, Elizabeth y yo nos miramos varios segundos. 

- ¿Todo bien? -Ella tuvo el valor de hablar, yo soy muy cobarde a estas alturas. 

- Si te refieres a que la película está en pausa, no todo está bien. 

La piel de Cate era blanca como el papel, siempre llevaba puesto labial de tonalidades llamativas, pero mayormente rojo. Era raro verla desarreglada, siempre tenía peinados hechos y trajes pegados al cuerpo con tacones, pero ese no era el caso hoy.

Su oficina estaba desarreglada y tenía una camisa de una de sus películas y unos jeans pegados al cuerpo con sandalias. Parecía que no había dormido en días y sus ojeras se diferenciaban del cielo a la tierra. Ser blanca como el papel a veces no le favorecía. 

- ¿Qué dices? -me acomodé en la silla sorprendida.

- Permisos y cosas -cerró los ojos inclinando su cabeza en la silla- No sabemos si cumplimos con la fecha. -suspiró mirándonos nuevamente- ¿Tenían algo que decir?

- Quería saber si los niños podían estar aquí de vez en cuando...- Lizzie habló casi en un hilo de voz- pero creo que eso ya no será necesario por un tiempo.

- Sabes que puedes hacer lo que quieras mientras esté todo bajo control. Pueden marcharse, no sabemos cuánto tiempo nos tomará arreglar. 

La cara de Cate era de pocos amigos, así que decidimos darle las buenas noches y salir de su oficina.

- Esto no pinta bien -al final tuve el valor de hablar.

Elizabeth solo negó deteniéndose frente a la puerta.

Creo que las dos estábamos sin palabras. Yo porque sabía que la película era mi única oportunidad de tenerla siempre cerca, al igual que a los niños, pero esto dando este giro inesperado, se nos haría más complicado vernos.

Verla, eso era lo único que quería. Tal vez ella estaba aliviada, no tendría que verme y no tendría que hablar con nuestros hijos. Quizás, todos estos deseos que tenía ella de que conociera a mis hijos era porque se sentía culpable de que nunca los conocí y mucho más allá de sentirse culpable, como una obligación porque no tenía escapatoria. 

¿Solo es actuación, no? IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora