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Scarlett's POV: 

Al caer la tarde, nos fuimos del parque directamente a la heladería. 

Todo el camino los niños habían pasado jugando a contar los autos rojos, mientras yo solo tenía los nervios de punta porque no sabía que era lo que tenía planeado Elizabeth.

Mucho menos creo que estaba preparada para que lo supieran, aunque llevaba anhelando toda mi vida con que este momento sucediera. 

Llevábamos un buen rato en la mesa, ellos seguían hablando sin parar, pero yo solo estaba concentrada en mi helado y perdida en mi mundo, creo que en lo más profundo de mí, pienso que si simplemente me hago la desatendida Elizabeth no me haga una mala jugada, pero eso está en veremos. 

- ¿Estás bien? -se acercó un poco sacándome de mis pensamientos. 

- Sí, ¿por qué? -seguía mirando a la nada.

- ¿Segura? Estás algo pálida... -trató de no reírse, ella sabe exactamente lo que me pasaba.

- Hagamos esto otro día -cobré el valor para decirle- ¿podemos ir más lento? 

Los niños estaban muy atentos a lo que decíamos, cambiaban sus caritas cada vez que una de las dos hablaba.

- ¿De qué hablan, mami? -Yelena fue la primera que habló, era la más valiente después que no tuviera que ver con monstruos en la oscuridad. 

- Scarlett y yo...-negué varias veces repetidamente suplicando por piedad- queríamos saber si...-seguía negando porque quería que parara.

- Ya lo sabemos -los gemelos hablaron a la vez- escuchamos a la tía Florence. 

Me giré mirándolos con los ojos como platos, aún recuerdo aquel día que me dijeron que habían escuchado a Florence decir que yo era su madre, no había tenido tiempo de explicarles o decirle a Lizzie.

Sentía la mano de Elizabeth apretar mi muslo, estaba agarrando con fuerza esperando que los gemelos terminaran de hablar, me iba a arrancar los huevos. 

- Dijo que Scarlett era nuestra mamá -Yelena tan inocente como siempre y su voz dulce, pero con los pensamientos de adulta, arma letal.

La mano de Lizzie apretó con fuerzas, sentí mis ojos apretarse por el dolor.

- Está muy roja -los tres niños se reían de mí, la falta de aire era evidente, pero tenía que elegir entre soportar el dolor o respirar, mi cerebro estaba frito tratando de procesar todo lo que estaba pasando.

- ¿Cuándo escucharon eso? la tía Florence es muy chismosa -su voz salió amena, pero aún seguía apretándome debajo de la mesa.

- Un día -habló Olson mientras jugaba con el helado derretido que había caído sobre la mesa.

- Excelente información -Lizzie dejó de apretar, pero no quitó su mano, dentro del dolor, estaba nerviosa.- ¿Y qué creen de que Scarlett sea su madre?

- No creo que sea verdad - Scarleth dejó de colorear para mirarme atenta, sentía que me estaba mirando el alma o algo, se quedó mirándome... se sintió una eternidad.

- Los niños no pueden tener dos mamás -la dulce voz de Yelena al rescate.

- ¿Y quién les dijo eso? -pude notar el nivel alto de irritación en su voz.

- Los niños en la escuela -Volvió a contestar- hay un compañero de los gemelos que tienen dos mamás y que los molestan por eso. 

- Pues no deberían molestarlo por eso -hablé finalmente- No es nada malo tener dos mamás. ¿Qué  sucedería si su madre y yo somos sus madres? no es que lo seamos -hablé nerviosa- ella sí -la señalé- yo no. 

¿Solo es actuación, no? IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora