¿Solo es actuación, no? II

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Scarlett's POV:

La palabra "malas" fue lo primero que retumbó en mis oídos, haciendo que mi corazón se acelerase de manera exagerada. La cara de Elizabeth era de espanto, y si ella estaba asustada yo aún más, era la primera vez que estaba cuando uno de mis hijos está enfermo.

- ¿A qué se refiere con malas? -me atreví a preguntar.

- Los laboratorios solo apuntan a dos cosas, algún tipo de cáncer o neumonía -lo dijo así sin más, mi estomago se hizo un nudo, pero Yelena es tan inocente que no entendió, solo siguió jugando entre medio de Elizabeth y yo.

- ¿Cómo es eso posible? no tiene síntomas respiratorios -Lizzie miró a Yelena, buscando algo.

- En los rayos X que se le realizaron, no salió muy bien. Está haciendo mucho esfuerzo por respirar, puede ser que no sea notable, pues a algunos niños le cuesta respirar, por eso tratan de respirar más rápido por la falta de aire y a otros se les retrae la pared torácica haciendo que el tórax se mueva hacia adentro o se retrae en la inhalación.

- No entiendo -confesé mirando a Lizzie.

- Cariño, deja que la doctora termine -sujetó mi mano- ¿Cuáles son los pasos a seguir? Mi suegra tenía cáncer.

Seguía llamando a mi madre, suegra.

- Tendremos que hacerle pruebas, tendrán que quedarse aquí unos días. El cáncer de pulmón en los niños no es común, pero queremos llegar al fondo de todo. Sé lo importante que es la salud de su pequeña.

Tragué seco, la palabra cáncer era como si pusieran un puñal en mi corazón. Aún recuerdo aquella vez que mi madre fue a casa y no nos llevábamos tan bien. Pero aún así es inevitable que cuando mencionen la palabra cáncer, no pienses en pérdida.

- ¿Nos podemos quedar las dos aquí? ¿Mis otros hijos pueden venir a ver a su hermana? -Elizabeth bombardeó a la doctora con preguntas, las cuales ella contestó todas, yo aún seguía pensando en todo y nada a la misma vez.

- ¿Qué acaba de pasar? - estaba mirando a la nada con cara de aterrada.

- Mi niña, ¿cómo te sientes? -Elizabeth coloco un mechón de cabello detrás de la oreja de Yelena, parecía que no la habían peinado hace más de un mes.

- Solo un poquito de dolor, mami -seguía jugando con su peluche.

- ¿Quieres ver a tus hermanos? -Elizabeth se secó una lagrima, pensó que no lo nóte, pero era más que evidente. Le dolía tanto como a mí, el tan solo pensar que había la más mínima posibilidad de que perdamos a nuestra hija.

- ¡SÍ! -Yelena comenzó a saltar en la cama con emoción, pero poco después comenzó a toser desesperadamente en busca de aire.

Las enfermeras no tardaron mucho en aparecer, le pusieron una mascara con oxigeno para ayudarla, era evidente que no estaba respirando bien. Sentía el pecho comprimido por la ansiedad, solo me pegué a una pared cerrando los ojos tan fuerte como pude, rogándole al universo que esta pesadilla acabara pronto, porque esto es lo que era, una pesadilla.

Por unos segundos dejé de escuchar, no sé si me desmallé, pero tan solo el pensamiento que mi hija me necesitaba hizo que volviera a mis sentidos.

- ¿Scarlett? -sentí su mano en mi pecho.

Abrí los ojos para encontrarla frente a mí, pasando un paño con alcohol. Los oídos me latían y los ojos me ardían de la luz fuerte que entraba por la ventana.

- ¿Qué pasó? -parecía que no dije ni una palabra del enredo que era mi lengua.

- Caíste al suelo como una guanábana -volvió a pasar el alcohol por mi nariz.