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Scarlett's POV:

- Elizabeth, no importa cuantas ganas tenga de ser esto -bajé la cabeza frente a ella, la escena de posible sexo más patética de la historia, lo que tanto anhelaba luego de tantos años- pero no creo que sea el momento y el lugar.

- Y creo que tienes razón -contestó arrepentida poniendo su mentón sobre mi cabeza- lo siento tanto.

- Y yo también, ¿podemos hacer esto de nuevo? no esto -reí incómoda- si no que, si podemos empezar de cero. Sé que tienes varias cosas que resolver, pero estoy dispuesta a lo que sea por ti y por mis hijos.

- Scarlett... -suspiró intentado decir algo, pero no hubo respuesta.

- Entiendo -terminé de acomodarme los jeans y salí del cubículo sin despedirme.

Elizabeth's POV:

¿Qué coños había hecho? después de tanto tiempo resistiendo mi debilidad de salir corriendo hacia sus brazos, lo hice de la peor manera posible.

Mi hija estaba enferma en el hospital, acababa de terminar con Tatiana hace unas semanas y ya estaba pensando en ponerme toda caliente con mi ex. Mala madre, mala amante y mala calenturienta para el colmo. Era como si la estuviese utilizando solamente para eso y ya, pero realmente no era así.

Hace mucho soñaba con volver a estar con ella, no solo por el sexo, si no porque nuestra historia nunca acabó, no hubo un final. Todo fue una despedida cruel, despedida cruel que nunca debió existir porque ella no hizo nada. En todo momento estuvo firme y nunca me fue infiel.

Respiré viente veces antes de salir del cubículo, debía verme tan patética. Salí sin pensarlo más para enfrentar a mis padres. Parecía que tenía quince años aún y que tenía que pedir autorización a mis padres para todo.

Agradezco tanto que mis padres hayan estado para mí cuando pensé que Scarlett me había roto el corazón, me ayudaron a criar a mis hijos y estuvieron para mí en los momentos más difíciles, pero seguían con ese rencor en el pecho, de que le hicieron daño a su pequeña.

Era momento de decirles la verdad, no es justo que vean a Scarlett como la mala y que le quieran negar ver a sus hijos. Además, son mis padres no los de mis hijos, yo soy quien decido. Lo difícil será hacerle entender al necio de mi padre.

En el pasillo me encontré a Scarlett, estaba de pie, caminaba unas pasos y luego volvía a detenerse. Lo hizo como cinco veces. No quería interrumpir lo que sea que esté haciendo, además si le daba explicaciones a mis padres, también debía hacerlo con ella.

Debería hacer una lista al paso que voy, mi tour del perdón, de arreglar las cosas y dejar de ser tan pendeja. Nota mental.

Verla hacerlo más veces de verdad fue doloroso, pero decidí dejarla allí, no quería interrumpir, bastante la cagué hace unos minutos atrás.

- ¿Elizabeth? -mi madre me miraba con los ojos como platos- tienes un poco de... -señaló el área de mis labios.

- Joder -me detuve frente al espejo, tenía todo el labial por la cara, qué vergüenza.

- ¿Ya te estás acostando con la infiel? -su voz molesta era irritante.

- Bueno, ya está bien. Deja de faltarle el respeto -hablé molesta- creo que es injusto que sigas con lo de hace cinco años atrás sin saber qué pasó.

- Explica entonces lo que pasó -contestó aún más molesto.

- Yelena está enferma, no es el lugar para que estés gritando.

-Mami -Yelena habló media dormida, se había despertado por los gritos de mi padre- ¿Por qué el abuelo grita? -estaba apunto de llorar, mi madre solo lo miraba con cara de odio, ella ponía a sus nietos por encima de quien fuera.

¿Solo es actuación, no? IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora