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Elizabeth's POV:

- ¿Qué coños fue eso? -le reproché a mi padre.

- Ella no puede estar aquí -habló firme.

- Es la madre de tus nietos -me crucé de brazos- tiene derecho, además está mejor.

- ¿Estás segura? -bufó sonriendo.

- ¿No ves que está mejor? Se ve bien, además he pasado unos días con ella y...

- Puedo jurar que vi a Scarlett... -mi madre paró en seco cuando nos vio a mí y a mi padre- ¿todo bien?

- Sí, era ella -me senté rendida en la silla- ¿Solo no pueden estar felices por sus nietos? Los niños la adoran, se ha tomado el tiempo de conocerlos, de pasar tiempo con ellos...

- La última vez que la vimos no estaba bien, cariño -mi madre me miraba con cara de pena.

- Mamá, te prometo que está bien -repetí otra vez.

- ¿Y te fue infiel? -mi padre habló de la parte de atrás.

- Papá, he sabido todo este tiempo la verdad, ya basta con verla como la mala -sequé una lágrima, recordé aquella vez que encontré el monitor de los bebés y vi el video, no le había contado a nadie, aún.

- Permiso -su voz ronca me espantó, ¿cuánto habrá escuchado?- dejé mi celular en la mesa -señaló la mesa donde estaba la comida, fue a buscarlo y luego se marchó sin decir nada.

Miré a mi padre y a mi madre negando, me puse de pie y detrás de ella me fui.

Scarlett's POV

¿Qué coños? Todos estos años ha sabido la verdad y lo único que hizo fue negarme a mis hijos y marcharse al jodido culo del mundo.

Quería explotar de rabia, esto no es justo.

Iba tan metida en mis pensamientos que había girado en el pasillo equivocado, sentía que la cabeza me daba vueltas. Es completamente injusto, todo esto que está pasando, yo metida en un mundo en el cual jamás pensé que estaría, mientras ella construía su mundo perfecto con Tatiana y mis hijos.

Mis hijos pensando que no tienen otra madre que los ama con toda su alma.

Encontré un baño en uno de los pasillos, eché agua helada en mi cara, fue como agujas en el rostro. Traté de mirarme al espejo, pero el agua impedía que viera bien, hace mucho no lloraba como niña pequeña, sentía el estómago contraerse y mis sollozos llenar el baño. Poco a poco mis piernas fueron perdiendo fuerzas y quedé sentada en el suelo sucio del baño de hospital.

Traté de armarme como pude, pero cada vez que recordaba que mi sufrimiento fue adrede, mi corazón se estrujaba y comenzaba a llorar de nuevo. Sigo apretando más fuerte porque estoy perdiendo el control de mi misma, solo puedo escuchar las ruedas de la maleta sonar por el pasillo.

Una y otra vez.

- ¿Scarlett? -escucho su voz, pero estoy inmóvil, vulnerable- ¿Scarlett? -cada vez más cerca.

Me puse de pie como pude, entrando en uno de los cubículos, tratando de que no se escuche mi llanto, lo cual se me hace imposible.

- ¿Scarlett? -toca la puerta del cubículo- no es lo que piensas.

- ¿No... y qué es? -hablé como pude.

- Por favor, abre la puerta, cariño.

- No soy tu cariño.

- Scarlett... hablemos por favor.

- No tengo nada que hablar contigo -sollocé, jamás he estado tan vulnerable. Ella me había visto en todas las facetas de mi vida, pero no ha visto en la cual aún recojo los pedazos de mi ser. Esta es la peor parte, donde me ve aún destrozada y ella ya completa. Totalmente injusto.

¿Solo es actuación, no? IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora