Roselyn Stark abre por accidente un portal en el laboratorio de su padre. Pietro Maximoff la reta a entrar y pese a que Peter Parker le dice que es una mala idea, ella lo atraviesa.
Sin embargo, en cuanto lo cruza, queda atrapada en otra dimensión...
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Peter y Pietro escucharon con atención cada una de las palabras de Rose. Ella lo había olvidado por un momento pero en la base también escuchaban sus palabras y todos ponían especial atención.
Estaban seguros de que no fue fácil para ella enfrentarse a todo eso completamente sola. Bueno, al final no estuvo del todo sola pero aún así... sabían que no fue fácil para ella estar en un lugar completamente desconocido sin la oportunidad de contactarse con sus seres amados.
Más tarde Peter y Pietro dieron su versión de todo lo que había pasado en la base, omitiendo algunas cosas. Preferían contarle eso a Rose en un mejor momento, cuando estuvieran solos.
Le contaron sobre cómo armaron la máquina para abrir el portal y todo lo que tuvieron que hacer para lograrlo. Pietro no persino la oportunidad de comentar que Peter no durmió por las noches para seguir trabajando, haciendo que Parker se sonrojara.
Rose no podía evitar pensar que era justo como lo recordaba. Y tal vez aún mejor. Había extrañado tanto esos momentos.
Pero cuando se dieron cuenta, ya estaba amaneciendo. Un ruido se escuchó a lo lejos y poco a poco todos comenzaron a salir. Sin embargo, los tres estaban por salir del gran comedor cuando Pietro sintió que alguien lo tomaba del hombro.
Los tres se detuvieron y voltearon a ver a Remus Lupin. Estaba pálido y parecía desconcertado. Lupin miraba a Pietro como si hubiera visto a un muerto caminando entre los vivos.
—¿James? —le preguntó a Pietro.
Peter y Rose se miraron rápidamente con el ceño fruncido. Pietro por su parte respiró profundamente y sonrió un poco. Le pareció muy extraño que de nuevo lo asociaran con ese nombre y no le molestaba pero se sentía muy confundido.
—Lo siento, pero mi nombre es Pietro —explicó con calma.
El color regresó al rostro de Lupin. Algo parecido al alivio combinado con un poco de decepción. Tal vez ya estaba alucinando luego de esa batalla.
—Oh, lo siento chico. Creí... —Remus sonrió— eres muy parecido a uno de mis mejores amigos.
—Cariño, te dije que debías descansar —otra chica se acercó. Pietro notó que tenía el cabello color rosa.
—Ya estoy mejor —le dijo Remus pero eso no parecía ser para nada cierto— son sólo unas cuantas heridas.
Tonks suspiró cansada. Pero enseguida vio a Rose y Peter a quienes les dirigió una gran sonrisa.
—Oye, no sé tu nombre pero muchas gracias por salvarnos a mi esposo y a mi.
Peter se sonrojó mientras soltaba una risita.
—No fue nada.
Remus envolvió un brazo en los hombros de su esposa para apoyarse y poder caminar. La pareja se alejó lentamente pero Remus volteó una vez más para ver a Pietro. Ese chico era la viva imagen de James Potter, aunque era evidente que no era James por ese acento con el que hablaba.
