30

2.9K 305 30
                                    

EPÍLOGO

- 15 años después -

—¡Peter! —le gritó Rose a su esposo— ¿Dónde está Jean?

Peter apareció en la habitación con la respiración entrecortada. Una expresión de miedo reflejada en su mirada.

—Estoy seguro de que Pietro estaba con ella —parecía auténticamente asustado y desconcertado. Rose no se perdió las manchas de aceite que cubrían el bonito rostro de su amado.

Rose frunció el ceño molesta. Aunque Peter luciera muy atractivo, debía mantener su carácter.

—¿Y dónde está Pietro?

Se encogió de hombros. Rose suspiró irritada.

—De acuerdo, si lo ves... dile que es hombre muerto.

—¿Quién es hombre muerto? —preguntó Pietro entrando a la habitación con Jean en uno de sus brazos y sosteniendo la manita de Lian con su otra mano. Parecía tan relajado como si no hubiera desaparecido de la nada.

Peter suspiró aliviado al darse cuenta que Pietro estaba con sus dos hijos.

—Tu lo eres, Maximoff —Rose colocó ambas manos en su cadera— hasta donde recordaba, Lian estaba dormido en su cuna y Jean estaba con Peter.

Pietro trató de buscar una excusa. La verdad era que Jean había pedido un poco de helado pero mamá (Rose) había dicho que nada de helado hasta después de la comida pero Pietro pensó que no les haría mal un poco de helado a los niños y también llevó a Lian.

—¿Mami está enojada porque comimos helado sin ella? —preguntó Jean con mucha inocencia. Mirando a su padre Pietro y luego a su madre.

Rose miró fijamente con molestia a su otro esposo.

—Claro que no, mi amor —le dijo Rose a su hija con calma— pero necesita hablar con papá Pietro. ¿Puedes ir con papá Peter un momento junto con tu hermanito?

La niña asintió, estirando sus brazos en dirección a Peter, quien muy aliviado tomó a su hija en brazos y luego tomó la mano de Lian para salir de esa habitación. Lian parecía muy agendo a la situación, disfrutando de los restos de helado que permanecían en sus comisuras.

Una vez que los tres comenzaron a bajar las escaleras, Rose miró con molestia a Pietro.

—Pietro, había dicho que no comerían helado hasta después de comer —le recordó Rose— entiendo que los quieras consentir, pero es importante que coman adecuadamente. Ahora no tendrán hambre porque ya comieron helado.

Pietro hizo una cara de cachorro que sabía que no resistiría Rose. Siempre ganaba de esa manera. Era injusto.

—Lo siento, cariño —se acercó a ella para tomarla por la cintura— prometo que no volverá a pasar. Es sólo que Jean de verdad quería un helado... y yo también.

Rose no pudo evitar reír cuando el hombre comenzó a dejar besos por su rostro.

—De acuerdo, te perdono por esta vez. Y te recuerdo que no me molesta que les des helado, pero hazlo luego de la comida.

—Lo prometo —besó la mejilla de la chica y ambos salieron de la habitación para unirse a Peter en la sala.

Los niños comenzaron a jugar con su padre con un montón de juguetes que estaban esparcidos por toda la sala. Peter parecía muy divertido jugando con sus dos hijos.

Pietro se acercó un poco más a Rose y la abrazó por la cintura mientras recargaba su mejilla contra la cabeza de la chica. Era una escena que querían recordar siempre.

Into the unknown ⇝ Peter Parker & Harry J. Potter ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora