Waiting for us

Capítulo 12

«He estado esperando demasiado tiempo a que hagas un movimiento».

A pesar de que ambos habíamos recibido la invitación para una fiesta organizada para las selecciones que aún seguían en Catar, desistimos en ir. João aún se encontraba afectado por lo que había sucedido y no tenía ganas de nada, por mi parte, quería acompañarlo, prefería mil veces estar junto a él en un momento como este, que dejarlo solo. No merece estar en soledad.

Hablamos un montón sobre el tema, le ayudé a entrar en razón, una vez más convenciéndolo que merecía haber participado del Mundial y que aún tenía una gran carrera por delante, porque así era. Él apenas tiene veintitrés años, prácticamente está iniciando, así que tenía un gran camino por recorrer.

La verdad es que no quién fue el que le hizo tener tan poca confianza en sí mismo o en las cosas que decidía, pero no es agradable verlo ser tan inseguro de sí, actuando de manera tan ansiosa ante las cosas. Porque sé que le genera frustración a niveles máximos y aunque no parezca por su fachada, aquello le hace mucho mal. Conozco lo suficiente a João como para saberlo, aún hay algo en él que le impide brillar más de lo que ya lo hace, quizás experiencias del pasado, quizás alguien que alguna vez lo juzgó y cambió su percepción de sí mismo, no lo sé, pero quiero ayudarle a revertir eso.

—Cuando vi los resúmenes de los partidos que jugaste, me di cuenta de lo increíble que estabas dentro de la cancha —hablé, mientras lo miraba. João se había recostado sobre la cama, con sus ojos fijos en el techo, logré posicionarme a su lado, sintiendo como las puntas de nuestros dedos se rozaban —. Créeme, que lo hiciste muy bien, Félix.

Él emitió un suspiro sonoro.

— ¿Cómo sé que no me lo estás diciendo para que no me sienta peor de lo que ya me siento?

—Porque yo siempre te digo la verdad —hablé con seriedad —. No te mentiría, João, mucho menos con cosas que sé que te importan mucho. Mira, sé que después de todo lo que has tenido que pasar te cuesta un poco confiar en la gente, pero...

—Confío en ti, Grizzie —no me dejó continuar —. Solo que...no sé, a veces pienso que tienes una imagen muy buena de mí, que no te deja ver la realidad.

Me di cuenta que se giró y fijó sus ojos en mí, con una expresión neutra en su rostro. Ambos estábamos cerca por las posiciones en las que nos encontrábamos.

—João, te he visto de todas las maneras posibles —agregué —. En la mayoría de tus facetas y, a pesar de eso, sigo pensando lo mismo de ti, eres una persona increíble, con un gran futuro por delante, mereces lo que tienes ahora y mucho más...Si pudiera hacer que te vieras de la misma manera en la que yo te veo, lo hiciera, para que te convenzas de lo que digo.

Creo que, había sido demasiado directo con él, por alguna extraña razón sentía que decirle aquello era como una especie de confesión de mis sentimientos hacia João. Había sido muy descuidado con mis palabras, si él las analiza a profundidad, lo más probable es que se dé cuenta que hay muchas cosas de por medio, que el hecho de que me encuentre justo aquí, en este específico momento no es porque sea mi amigo, es porque lo veo más allá del plan amistoso, es porque él es como una debilidad para mí, porque lo amo, porque siempre esperaré lo mejor para él y quiero que sea feliz, seguro de sí, que se valore a sí mismo. Si esto no es visto como amor, entonces no sé qué más es.