«𝐸𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑎𝑞𝑢𝑖 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠»
João Félix y Antoine Griezmann son amigos desde que este último volvió a jugar para el Atlético de Madrid, su relación se forjó tanto que era muy raro verlos separados.
Sin embarg...
«A pesar de que estemos pasando por esto y esto te haga sentir solo, ten presente que moriría por ti».
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Las cosas estaban listas desde hace horas, de hecho, revisé un montón de veces todo para procurarme de que estuviera a la perfección, me había costado horas prepararlo y, ahora que ya estaba todo en orden, podía respirar en paz.
Únicamente debía esperar que Antoine llegara.
Quizás soy muy cliché con estas cosas, pero no podía evitar emocionarme, al menos no cuando se trata de él. De alguna manera, siento que actualmente puedo hacer todo aquello que siempre quise hacer en el pasado, sin el miedo a ser juzgado o desvalorizado, él se encarga de repetirme que le gusta lo que yo hago por él y que le parece linda la manera en la que le expreso lo que realmente siento, pero no sé hasta qué punto es cierto lo que dice.
He pasado casi una semana entera tratando de demostrar que dejé de ser la persona de antes, que ahora estoy seguro de lo que quiero y a quien realmente quiero, sé que la confianza tarda en reconstruirse, pero me estaba quedando corto de tiempo y sentía que no podría lograrlo, que no podría hacer que él volviera a confiar en mí de la misma manera en que lo hacía; puedo parecer como un desesperado, pero es que parece que nada de lo que intento o hago, da frutos, siento que estoy dando vueltas en círculos y que soy incapaz de hacerle ver a Antoine, que soy alguien distinto.
No es que necesite su aprobación o algo, solo quiero que nuevamente confíe en mí.
Escuchar que la puerta era tocada de manera rápida, me hizo volver a la realidad. Me paré del sofá y revisé cómo se encontraba mi ropa, antes de acercarme a la puerta y abrir esta.
Sentí que esos ojos celestes que me gustaban tanto me inspeccionaban de pies a cabeza junto a una sonrisa decorando su rostro. Lucía tan angelical, que hizo que mi corazón empezara a latir con rapidez sin previo aviso, además, el olor de su perfume infestó mis fosas nasales de tal manera que me dejó aturdido por unos cuantos segundos, era tan agradable y tan él, que sentía que dentro de poco me desmayaría o algo parecido; mi cuerpo empezó a reaccionar ante su presencia, me sentía sumamente nervioso, no podía respirar con regularidad y tenía la sensación de que mi corazón se saldría de mi pecho en cualquier momento.
Apenas y pude moverme hacia un lado para dejarlo pasar y cerrar la puerta a sus espaldas.
Debía calmarme, pero resultaba ser imposible.
Era mucho para mi corazón.
No sé en qué momento empecé a sentir cosas tan intensas, pero es tanto que apenas puedo controlarlo...que apenas puedo controlarme.
—Ey, ¿Por qué tan callado? —su voz resonó en el extraño silencio que se había formado en el lugar.
No era mi intención crear un ambiente así, sino uno completamente diferente, pero verlo fuera y entrar, me dejó pegado en medio de la sala como un idiota, mis piernas se habían congelado y las palabras quedaron atascadas en mi garganta.
