«𝐸𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑎𝑞𝑢𝑖 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠»
João Félix y Antoine Griezmann son amigos desde que este último volvió a jugar para el Atlético de Madrid, su relación se forjó tanto que era muy raro verlos separados.
Sin embarg...
«Entender todo es un poco soberbio, querer explicar todo es un poco por nervios».
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Corrí tras él como si mi vida dependiera de eso, por un momento el terrible dolor de cabeza que sentía pasó a segundo plano y lo único que me importaba era alcanzar a Antoine, el cual, apenas me alejé del número treinta del Barça, empezó a caminar con rapidez hacia el vestidor del Atlético de Madrid, no sabía si lo hacía escapando de mí o ignorándome, pero debía terminar con eso de una vez por todas, no puedo seguir sin saber qué es lo que pasa.
Mis pies se movieron por inercia hacia él y, cuando estuvo a punto de abrir la puerta del lugar, logré tomarlo del brazo y llamar su atención.
— ¿Qué es lo que te pasa? —su tono fue frío, si no fuera porque en este momento le estoy viendo la cara, pensaría que era otra persona.
— ¿Qué es lo que te pasa a ti? —no sabía qué más hacer o decirle.
Temía en actuar mal y lastimarlo, en decir cosas que realmente no quería decir; sé que soy muy impulsivo pero al menos por él, intentaba controlarme.
—No me pasa nada.
—Por Dios Grizzie, me has dejado de hablar por casi una semana, me ignoras, haces como si no existo —traté de hacerle entender todo desde mi perspectiva, seguía sin saber qué rayos sucedía —. No sé qué fue lo que hice para que actúes así.
—Así lo sepas, no vas a hacer nada —soltó, sus palabras fueron mordaces, me demostraron que de verdad estaba molesto.
Se zafó de mi agarre de manera brusca, apartándose de mí por unos centímetros; la expresión en su rostro era de seriedad total, sus labios formaban una línea recta y el celeste de sus ojos era tan frío que internamente me hizo sentir fatal. Él nunca se había comportado de esta manera conmigo, se me hace difícil creer que estoy hablando con el mismo Antoine de siempre.
— ¿Por qué dices eso con tanta seguridad? —pude hablar después de unos segundos.
Me dio una mirada de pies a cabeza, elevando una de sus cejas y manteniéndose serio, posó sus ojos sobre mí.
—Porque sin necesidad de que lo diga de manera directa, ya lo hiciste y aparentemente no hay vuelta atrás —sus palabras eran pronunciadas con tanta determinación y lentitud, que me dejaron aturdido.
—No entiendo nada.
Él emitió un sonoro suspiro y cerró sus ojos durante unos segundos, daba la sensación de que estaba perdiendo la paciencia.
Nuevamente me miró.
—Supongo que eres feliz ahora, ¿No? —intentó elevar una de las comisuras de sus labios en una sonrisa, pero aquello pareció ser más una mueca.
¿Por qué iba a estar feliz? Ni siquiera soy capaz de recordar la última ocasión en la que fui realmente feliz, como menciona. Estos últimos meses han sido tan estresantes que no he sido feliz en ningún momento, o bueno, solo lo he sido en pequeños momentos que he intentado conservar, esos momentos actualmente son recuerdos tan valiosos y preciados para mí, recuerdos en los que estoy junto a él simplemente pasando el tiempo, riéndome o siendo escuchado, ahora parecen ser vivencias un poco lejanas.