Capítulo 4: Harry wakes up

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Lo primero que notó Harry fue que debía estar vivo porque estaba seguro de que estar muerto no dolía tanto. También pensó que si estaba muerto por fin estaría con su mamá y su papá y tal vez podrían ser felices. Harry no pudo evitar soltar un pequeño gemido mientras se movía. El olor de la habitación en la que se encontraba le hizo estremecer la nariz, olía como algunos de los productos de limpieza que utiliza en casa. Tal vez tía Petunia había vuelto a limpiarle el armario. Confuso, Harry abrió los ojos lentamente sólo para volver a cerrarlos de inmediato al ver la luz. Volvió a gemir de dolor, la luz era demasiado brillante y le dolía la cabeza.

-Bajé las luces, puedes abrir los ojos- dijo a su lado una voz que no reconoció. Esto le asustó porque nadie más cabía en el armario así que dónde estaba.

A pesar del dolor Harry se esforzó por abrir los ojos de nuevo, esta vez consiguiéndolo en su mayor parte. Miró hacia la voz e instintivamente se apartó haciéndose un ovillo a pesar del dolor. Apartó rápidamente la cabeza cuando vio que una mano se acercaba a él. Harry sintió que sus ojos se abrían de pánico y que su respiración aumentaba. Intentó hablar, pero tenía la garganta seca y le picaba. Allí, sentado junto a su cama, había un hombre alto que parecía agotado. Tenía los mismos ojos que Harry sólo que de un verde un poco más oscuro que su propio color esmeralda.

-¿Te duele algo?- Preguntó una vez que vio que la atención de Harry estaba en él espiándolo por debajo de los ojos.

-No, no señor-, respondió Harry en voz baja, apenas audible en la silenciosa habitación. Los únicos sonidos eran los pitidos de los monitores. De repente, la puerta de la habitación se abrió y entró una doctora, que sonrió al ver a Harry despierto. Se acercó para empezar a comprobar sus estadísticas y hablar con el hombre. Harry sintió que se ponía muy rojo de vergüenza cuando la doctora le cambió la bata de hospital para mostrarle un pañal. Después de todo, no era un bebé. Se avergonzó aún más cuando sintió que lo había usado. Gimoteó avergonzado haciendo que el médico se arrullara mientras le cambiaba el pañal.

-¿Cómo te sientes, jovencito?- Le preguntó.

-Estoy bien-, respondió Harry.

-Tendremos que ver eso. ¿Ahora puedes decirnos tu nombre?- Ella preguntó habiéndose dado cuenta de que sólo tenía sus iniciales todavía.

-Mi tío me llama Friki y mi tía me llama chico pero una vez oí a mi niñera llamarme Harry- Respondió el pequeño con la inocencia de un niño. Sin darse cuenta del apretón de puños del hombre de la habitación ni de la sonrisa fija de la doctora.

-¿Sabes los nombres de tu mamá y tu papá o de tus tíos?-. Pregunta el médico tras respirar hondo.

-No conozco a mamá y papá pero vivo con tía Petunia y tío Vernon y el primo Dudley- afirma Harry orgulloso de recordar.

-Muy bien Harry. Este hombre de aquí se llama Anthony y va a hablar contigo un rato- Dice la doctora mientras se va a buscar a la familia para dársela al agente DiNozzo. Este asiente a la doctora mientras se va y se gira hacia Harry.

-Hola Harry, mi nombre es Tony- Dijo absteniéndose de extender la mano para tocar a Harry todavía. Se sentó relajado en su silla frente a Harry. -La doctora dijo que te quedarás aquí un par de días más y luego con suerte después de que hablemos podrás venir a casa conmigo-. Se acercó y buscó el vaso y la pajita para que Harry bebiera un trago. La sostuvo hasta que Harry se acercó, cogió el vaso y bebió unos sorbos, deteniéndose cuando Tony se lo pidió.

-¿Y mis tíos?- preguntó Harry en voz baja.

-No sabemos dónde están ahora, pero ¿te gustaría volver con ellos o conmigo? Ahora se que no me conoces pero eso es de lo que quiero hablarte-. Tony dijo suavemente.

-No quiero ir con la tía y el tío. Donde vives, hablas raro- dijo Harry mirando alrededor otra vez. A Tony le parecio que estaba buscando algo.

-Vivo en América. Está muy lejos de aquí pero tengo familia que vive en Inglaterra-. Tony contesta. -¿Buscas algo Harry?-.

-No-, se apresura a responder Harry. No se acuerda de si llevaba o no la manta, pero espera que sí. Empieza a frotar la manta del hospital sin darse cuenta, pero Tony sí y tenía una pista de lo que quería. Tony tendría que pedir que lavaran la manta antes de dársela a Harry.

-Vale, sé que probablemente tienes algunas preguntas sobre mí y yo tengo algunas sobre ti, así que ¿qué tal si hacemos preguntas por turnos?- sugirió Tony tratando de ayudar a Harry a sentirse más cómodo con él.

-Vale, ¿conoces a mi madre y a mi padre?-.

-Conocí a tu mamá, pero no conocí a tu papá-, respondió Tony, tratando de pensar en cómo decirle a Harry que él era su papá. -¿Cuál es tu color favorito?- Preguntó empezando despacio.

-El verde es el mejor color-, respondió Harry rápidamente. Era el color de la manta que quería desesperadamente. -¿Cuál es tu color favorito?-.

-Mis colores favoritos son el azul y el verde. ¿Cuál es tu juego favorito?-.

-Me gusta dibujar y colorear- contestó Harry. -¿Cuál es tu trabajo?-.

-Soy policía- dijo Tony simplificando su trabajo -¿Cuál es tu comida favorita?-.

-¡Me gustan los espaguetis!- Dijo Harry -¿Por qué me voy a casa contigo?- Y esa era la pregunta que Tony estaba esperando todo este tiempo. Ahora a pensar como decirle a Harry que en realidad es su papi.

-Bueno, cuando te hirieron tuvieron que hacerte un par de pruebas para ver si encontraban a tu familia y así saber que estabas a salvo. Descubrieron que yo era tu papá y que tu mamá y tu otro papá estaban en el cielo. Así que vine aquí para verte, hijo mío, y llevarte a casa conmigo si quieres-. Tony dijo tratando de ser gentil al respecto.

Harry se sentó un rato mirando a Tony y pensando. Estaba muy contento de tener un papá, pero tío Vernon había dicho que nadie le querría nunca, así que, ¿le querría su nuevo papá? Vio como Tony le sonreía y no era como el tío Vernon. Decidió que lo intentaría y que vería América.

-Vale, iré a casa contigo. Um ¿sabes dónde está mi manta?- Preguntó Harry mientras se contoneaba un poco en la cama. Le empezaba a doler el cuerpo otra vez.

-Los médicos se lo llevaron a lavar. ¿Quieres que pregunte si han terminado? También te estás moviendo bastante, ¿necesitas ir al baño? ¿O quizás más medicina?- Dijo Tony levantándose para acercarse lentamente a la cama. Ayudó a Harry a tumbarse en la cama.

-Sí, por favor, quiero mi mantita. Y no, estoy bien- respondió Harry negando el dolor que sentía en ese momento. Pero Tony se dio cuenta y se lo dijo a la enfermera. Le hizo saber a Harry que iba a ver lo de la manta y se lo diría a una enfermera mientras se daba la vuelta para irse.

LITTLE LIGHTNING DiNOZZODonde viven las historias. Descúbrelo ahora