Capítulo 14: Meeting Gibbs

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Gibbs llevaba unos 40 minutos esperando fuera del aeropuerto cuando por fin vio a Tony doblar la esquina. Llevaba un niño pequeño en brazos y un señor mayor que debía de ser su tío Clive. No sabía si Harry era tímido, estaba asustado o cansado por el madrugón y el vuelo. Se fijó en el pelo negro, los brazos delgados y la piel pálida del pequeño Harry.

-Hola jefe- dijo Tony mientras caminaban hacia él. Gibbs se bajó del coche para levantarse.

-DiNozzo, me alegro de volver a verte. Este debe ser el pequeño Harry- dijo Gibbs una vez que llegaron al coche. Gibbs cogió las maletas y las metió en el maletero de su auto.

-Si este es Harry y este es mi tío Lord Clive Paddington- dijo Tony haciendo un gesto hacia Clive que estaba ayudando a dar las maletas a Gibbs. Los dos se estrecharon la mano y terminaron -Harry Bud puedes saludar a mi jefe. Ayer hablaste con él por teléfono, ¿recuerdas?- Dijo Tony apartando el pelo de la frente de Harry. Fue entonces cuando Gibbs se fijó en la inusual cicatriz que cruzaba la frente y el ojo del chico.

-Hola Harry, ¿cómo estás?- Dijo Gibbs poniéndose al lado de Tony para intentar ver a Harry. Harry sacó lentamente la cabeza del cuello de Tony para mirar a Gibbs y saludó tímidamente. -¿Estás cansado amigo?- Preguntó Gibbs tras ver los ojos rojos e hinchados. Harry asintió un poco con la cabeza y empezó a chuparse el dedo, extremadamente tímido.

-¿Por qué no volvemos a tu casa jefe y hablamos un poco más allí donde estemos más cómodos?-. Tony dijo moviendose para poner a Harry en el asiento del coche en la parte trasera del auto. Se quito la mochila y metio la mano para agarrar la manta de Harry para que tuviera esa comodidad en este lugar nuevo y desconocido. Tony dejó las mochilas en el suelo junto a los pies de Harry y luego fue al asiento del copiloto para sentarse junto a Gibbs. Clive se sentó atrás junto a Harry y Gibbs se subió en el lado del conductor para dirigirse a su casa.

Gibbs puso la radio y empezó a hablar con Tony de cosas sin importancia como el tiempo que hacía en Inglaterra y si podían hacer turismo. Debido al trafico el viaje duro mas de una hora y a los diez minutos Tony miro atras para ver a Harry dormido de nuevo y a Clive en el movil que le dieron y con el que experimento. Cree que ha encontrado unas runas para tallarlas en el teléfono y hacerlo funcionar con magia en vez de con batería. Primero va a comprar algunos teléfonos baratos y probarlos antes que el bonito smartphone que le regaló Tony.

Cuando llegaron a la modesta casa de dos plantas, Gibbs aparcó en la entrada, abrió las puertas y el maletero. Tony y Clive salieron también y Tony quiso sacar a Harry del coche también.

-Harry, bichito, ya es hora de despertarse. Quieres ver la casa en la que vas a vivir por ahora?-. Dijo Tony, frotando la cabeza de Harry. Lentamente los ojos de Harry se abrieron y se estiró lo mejor que pudo aún abrochado en el asiento del coche. Por un momento sintió pánico al no reconocer dónde estaba, pero al ver a su papá se calmó. Después de que Tony lo sacara del coche y lo pusiera en el suelo para despertarlo un poco más. Cogió las mochilas, poniéndole la de Harry y colgándose la suya al hombro antes de coger a Harry de la mano y caminar hacia Clive y Gibbs en el maletero.

Cuando el equipaje estuvo dentro, Gibbs preparó café para él y Tony, té para Clive y zumo de manzana para Harry. Estaban todos sentados alrededor de la mesa de la cocina hablando y conociéndose.

-Bueno Harry, ¿qué tal el viaje en avión hasta aquí?-. Dijo Gibbs, volviéndose hacia Harry al ver que le miraba tímidamente. Le dio a Harry una sonrisa suave para mostrar que estaba bien hablar de ello.

-Fue muy divertido y ¿adivina qué, señor Gibbs?-. Dijo Harry, saliendo lentamente de su caparazón.

-¿Qué capullo?- Dijo Gibbs.

-Pude conocer a los pilotos y aprender a volar. Incluso conseguí mis propias alas voladoras. ¿Quieres verlas?- dijo Harry metiéndose la mano en el bolsillo para coger el pin de las alas de niño que le habían dado.

-Oh, de verdad, eso es impresionante Harry, déjame verlas-. Dijo Gibbs, extendiendo la mano sobre la mesa. Harry extendió la mano para mostrar el pin y Gibbs decidió limitarse a mirar y no intentar cogerlo al ver cómo Harry lo sujetaba como si fuera un premio.

-¿Sabe pilotar un avión señor Gibbs?-. Preguntó Harry sin dejar de mirar el alfiler que tenía en la mano.

-No sé, por desgracia. Ahora pequeño, ¿te gustaría ver la casa y dónde está todo?-. Dijo Gibbs levantándose para dejar los platos sucios en el fregadero para más tarde. Harry bajó de un salto de la silla y cogió a Tony de la mano cuando éste se levantó también. Comenzaron el recorrido escaleras abajo. Cuando pasaron por la puerta que daba al sótano, Gibbs comentó -Esta puerta da al sótano, donde está mi taller. Hay muchas herramientas que no son seguras para manos pequeñas a menos que yo o tu padre estemos contigo. Esta puerta se va a quedar aquí para que recuerdes que no puedes bajar solo-.

-¿Qué haces ahí abajo?- preguntó Harry, inclinándose un poco hacia Gibbs.

-Bueno, hago algunas cosas, pero sobre todo construyo barcos ahí abajo-. Dijo Gibbs mientras empezaban a subir las escaleras donde había otra verja en la parte superior para evitar que Harry se cayera por ellas por la noche si se levantaba.

-Eso es una tontería Sr. Gibbs- Dijo Harry mientras soltaba una risita como si fuera lo más gracioso que hubiera escuchado en mucho tiempo. Todos los adultos sonrieron también al oír reír a Harry.

Gibbs le mostró a Harry su dormitorio (aunque no solía dormir en él) El dormitorio que Tony siempre ocupaba allí, el baño y el nuevo dormitorio de Harry.

Lo primero que Harry notó fueron las paredes pintadas. Parecían un bosque con algunos animales incluso pintados allí. El techo también estaba pintado como un cielo nocturno. Estaba claro que Gibbs había pasado mucho tiempo pintando esta habitación. Harry miró la cama con sábanas verdes y el escritorio, el baúl de los juguetes, las estanterías con algunos libros infantiles (probablemente de Kelly) y un puf en la esquina junto a la estantería.

Harry se sintió abrumado y corrió hacia Tony llorando. Tony lo levantó rápidamente. -¿Qué pasa rayo?-.

-¿Es para mi? Demasiado papi- dijo Harry llorando porque nunca había tenido su propia habitación. Gibbs miró y le preocupó que se hubiera pasado con la habitación. Sólo quería que Harry tuviera su propio lugar seguro.

-Es todo para ti bichito, ¿te gusta?-. preguntó Tony mientras Harry se calmaba. Sintió que Harry asentía contra su pecho. -¿Quieres ir a darle las gracias a Gibbs por hacer todo esto por ti?-. Cuando Harry una vez más asintió Tony lo puso en el suelo.

Harry corrió hacia Gibbs tan rápido como sus pequeñas piernas le permitieron y se abrazó a las rodillas de Gibbs. Gibbs se agachó instintivamente para coger a Harry y lo estrechó contra su pecho. -Gracias señor Gibbs. Me ha encantado. No tenía que hacer todo esto-.

-Quería hacerlo hombrecito. Me alegro de que te guste tanto. Esta solía ser la habitación de mis niñas, ya sabes-. Jethro respondió.

-¡La cuidaré lo mejor que pueda Sr. Gibbs!- Dijo Harry, asintiendo con la cabeza tan seriamente como puede hacerlo un niño de cuatro años.

-¿Qué te parece si salimos a comer algo y luego podemos llevar a Clive a mi apartamento donde se alojará mientras esté aquí y tú también puedes verlo?-. dijo Tony. Todos estuvieron de acuerdo y fueron a prepararse, Gibbs aún llevaba alegremente a Harry.

LITTLE LIGHTNING DiNOZZODonde viven las historias. Descúbrelo ahora