_29 ¿Confían en mí?_

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   Bill pasó el resto de la mañana con Dipper, reflexionando sobre lo sucedido en la mañana y que creían que pasaría a raíz de eso. Poco antes de que fuera la hora de la comida, ambos jóvenes bajaron en busca de hielo.

   Ford le había causado un gran moretón al castaño, razón por la cual el moreno sugirió bajar la hinchazón con algo frío. Una vez todo estuvo listo, fueron a la habitación de la castaña.

   Entre los dos intentaron despertar a Mabel, pero al no obtener resultado, la dejaron dormir tranquila hasta que ella quisiera.

   La comida fue incómoda. Realmente el estar sin la castaña hacía que el ambiente fuera mucho más pesado, más aún luego de la mañana tan agitada.

   Stanley había cerrado la cabaña ese día para dedicarse a comprar comida saludable y vitaminas en un intento de generar un mejor ambiente para su sobrina.

   Dipper había dejado en segundo plano lo que sucedió en el techo, preocupándose más por lo que estaba pasando Mabel.

   Por otro lado, Bill pensaba en ambas cosas. Se preguntaba qué debía hacer ahora que todos sabían del estado de la castaña, que pasaría desde ese momento en adelante y si debería mantenerse al margen como siempre. También se la pasó pensando en Dipper, en el detalle que tuvo con él para hacerlo sentir mejor y también en su visión de él. Quizá él realmente no era tan malo como creía y muy en el fondo, era más que el niño friki y malhumorado que creyó conocer.

[ . . . ]

   Era de noche, y finalmente Mabel despertó de su sueño. Miró a su alrededor, e intentó levantarse a tomar un vaso con agua, pero nuevamente sus piernas no respondieron.

   Entonces recordó lo que pasó a lo largo del día y los malos pensamientos invadieron su cabeza.

   ¿Y si no volvía a caminar?

   Fue entonces que el peor de los escenarios cruzó por su cabeza.

   ¿Y si moría?

   ¿Qué pasaría si su vida llegaba a su fin antes de siquiera cumplir los 18?

   ¿Sería ese su último verano?

   Tenía miedo, no quería que su vida terminara así. Aún habían muchas cosas que quería hacer, tantas metas que deseaba cumplir y muchas experiencias que quería tener antes de que eso sucediera.

   Fue así que rompió a llorar lo más callada que pudo, hasta el punto en que lo único que se oía en la habitación era su respiración entrecortada y sus quejidos ahogados.

   Era un llanto silencioso, pero al mismo tiempo uno solitario.

   Por primera vez, no había nadie a su lado para consolarla... ni siquiera Billy.

[ . . . ]

   Bill despertó como de costumbre, gracias a la alarma de su compañero de cuarto. Extrañamente se estaba acostumbrando, cada día se levantaba menos alterado que el anterior.

   Apagó el despertador, sentándose junto a la cama de Dipper. Quería tener un tiempo más para pensar que el de siempre, pero para eso necesitaba que el castaño y demás integrantes de la familia no lo distrajeran de sus pensamientos.

   Se preguntarán que tanto debía pensar, pues la respuesta es fácil. Debía tomar una decisión para ponerle fin al dilema que tanto lo había atormentado poco después de convertirse en humano.

   ¿Debía permitir que su trato acabara con la vida de Mabel, o realmente quería intentar salvar la vida de la joven?

   Estaba a punto de decidirlo, su elección estaba básicamente tomada. Pero aún tenía sus dudas, aunque no necesariamente por querer matar a supernova. De hecho, estaba aterrado por los efectos colaterales que su decisión tendría.

_Nuevo comienzo_ BilldipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora