Cap 2

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Luna

Voy corriendo hacia fuera del instituto donde quedaba el gran patio de fútbol, hoy nos tocaba en ese lugar. Aún tenía el corazón a mil, de seguro mis mejillas estaban rojas y mi cuerpo aun temblaba. Veo a los demás calentando con el sexy profesor Eric de espalda, pero como mis amigas se detienen al verme, el voltea a mirarme.

Levanto una mano y doy una sonrisa nerviosa —Me iré a cambiar— Digo fuerte para que me oigan.

Pero la mirada de Eric no ayudaba para nada, siempre sus miradas hacia mi eran tan intensas que cada vez que lo hacía me ponía muy torpe que hasta tropezaba con mis propios pies. Le gustaba avergonzarme y ponerme nerviosa delante de todos, es un malvado, pero me gusta.

Camino hasta los vestidores para cambiarme de ropa, me gusta mucho mi uniforme, pero cuando se trataba de deporte me encanta aún más cuando nos dejan utilizar cualquier ropa deportiva. Me coloco un conjunto de shorts y top, algo muy cómodo porque de seguro iba a correr y también para que Eric me mire con esa intensa mirada que se carga.

El profesor Eric es extremadamente sensual, alto, con grande músculos, piel blanca y ojos azules brillantes. Su cuerpo es tan grande que me sentía como una niña pequeña cuando estaba muy cerca de él, y sin decir su aroma fuerte. Su extraña personalidad, muy torturador, divertido y dominante. Adora mucho hacer sufrir a los estudiantes alfas. Su forma de hablar es muy sarcástica y su lengua es muy filosa cuando se trataba de burlarse.

Niego varias veces para que mis pensamientos se vayan y salgo del vestidor, pero alguien me detiene al decir mi nombre.

—Luna— Volteo al ver a mi profesor, él está al lado de la puerta con su espalda apoyado en la pared.

Me congelo al verlo —Profesor Eric—

—Tus amigas me dijeron que el profesor Liam te mantuvo después de clase para reprenderte ¿Ha causado problemas, Luna?— Se acerca a mí.

—He tenido algunos problemas en clase... Últimamente he estado muy distraída— Sonrió un poco y miro sus hermosos ojos azules.

—Debes de tener cuidado, no me gustaría saber que te manden a dirección por tu falta de atención— Acerca su mano a mi mejilla dando caricias. Puedo sentir su calor y lo grande que es —Ya que estando en mi clase también te distraes y eso no me agrada—

—Lo siento... Me disculpe con el profesor Liam sobre eso, espero que me entienda— Bajo la mirada, nunca soy tan sumisa, pero cuando llegaron ellos, mi lado omega tierna e inocente sale a flote —No quiero decepcionarlo, y tampoco a ti o a los demás profesores— No me importa los demás profesores, solo lo dije para que no se viera tanta preferencia que tengo con ellos dos.

—Umm... Muy bien, ve con tus compañeros y estira un poco— Me da una sonrisa y se retira hacia la sala donde están las pelotas y demás cosas de deporte.

Estoy sorprendida, Eric es muy amable y muy atento conmigo. Siempre solía llamarme Luna, a él no le importa si había gente o no y cada vez que dice mi nombre es tan excitante que tenía que lograr contenerme al saltar sobre él.

Camino de regresó con mis compañeros, más que todo donde están las chicas estirando su cuerpo.

—¿Cómo te fue?— Emily deja de estirar mientras me mira.

—¿El profesor te dio unas cuantas nalgadas?— Angela se ríe y no deja de estirar.

—Aah— Doy un gran respiro —Creo que, si me fuera azotado, ya no estuviera viva... No saben las cosas que me pregunto— Empiezo a estirarme.

—Debieron ser preguntas muy fuertes por cómo te veías, toda agitada y nerviosa— Dice Jessi.

—Me pregunto que si no me gusta el arte o que si no me gusta el— Veo la expresión de las chicas y veo sus bocas abiertas de la sorpresa —Claramente le dije que me encanta el arte y le dije que era un excelente profesor y me gusta mucho sus dibujos... Pero me volvió a preguntar que, si me gusta el, pero sentí esa pregunta tan personal que me puse muy nerviosa y salí corriendo del salón. Después de todo no soy tan fuerte y dejo que mi omega se ponga de esta manera—

—¿Tu nerviosa? Vaya eso no me lo esperaba para nada— Emily ríe.

—Es que me sentó en sus piernas, estaba nerviosa, mi corazón latía tan malditamente fuerte que pensaba que me iba a dar un paro cardíaco—

—Vaya, vaya, con que el profesor Liam ha notado tus miraditas y sonrisitas bobas— Las chicas ríen por lo que dice Angela y yo también, era claro que mis expresiones eran obvias —Espero que el profesor Eric también se dé cuenta—

—Su cara cambio cuando le dijimos que fuiste regañada por el profesor Liam— Me dice Emily.

—Sí, pero no sabemos si era una cara sorprendida, molesta o placentera— Dice Jessi con duda.

—Estos dos hombres harán que me dé un ataque del corazón— Respiro hondo.

—¿Hablando de chicos en mi clase, Luna?— Eric esta justo atrás de mi —Ya veo porque el profesor Liam la castigo y reprendió. Es mejor que siga con sus estudios y deje de estar distraídas por los chicos— Su voz suena molesta, algo raro en él.

Sentí un escalofrío al oírlo —Lo siento... No volverá a pasar—

—Bueno, ahora todos póngase a sudar— Ordena nuestro profesor.

Todos aquí sabían mi reputación, mi popularidad y mis amoríos con otros hombres fuera del instituto o del instituto, o hasta de la universidad. Era claro que los profesores sabían sobre eso. Eso es lo que pasa por ser la cabeza de los omegas populares, todos saben de mí.

Pero lo bueno es que nuestro mundo ha cambiado, ya esas cosas les dan igual a las personas, pero si una razón para cotillear entre sus amigos. Ya los omegas no son menos preciados y mal vistos si hacen algo que no deberían. Adoraba vivir en esta época, ya que si no fuera una decepción para todos. Pero de todas formas adoraba ser yo y mis travesuras que hago.

La única opinión que me importaba por los momentos eran de mis amigas y mucho más las de mi padre, ya que ser igual que él me da mi libertad a hacer lo que quiera, pero solo si tengo buenas notas y me cuido muy bien.

Pero tal vez me podría importarme la opinión de mis dos profesores favoritos.

Luego de las clases fuimos al centro para hacer algunas compras y comer un helado. Yo y mis amigas robamos miradas de todos al pasar por algún lugar, siempre causamos eso cuando salimos. Muchos alfas se nos acercan, nos piden el numero o hasta nos compran lo que queremos. Jessi y Angela son la que más disfruta aprovecharse de esos pobre alfas, les gustan jugar con ellos ya que por ser nosotras omegas creen que somos fáciles cuando no es así. Conquistar nuestros corazones no es fácil, sabemos que algún día encontraremos a nuestras parejas destinadas. Por ejemplo, en mi caso soy muy difícil, nunca antes he entregado mi corazón, aunque he tenido varias parejas, pero ninguna llego a lograrlo.

—A veces odio mucho la atención— Habla Emily.

—Digo lo mismo— Dejo mi vaso en la mesa —Es la consecuencia de ser omegas hermosas—

Todas asentimos de acuerdo a mis palabras, es irritante a veces, pero tenemos que tolerarlo.

Chica De Cuatros AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora