Chica De Cuatros Alfa

Cap 26

Luna

Me encuentro en el estudio de fotos, hoy era el final de las secciones de fotos para la empresa y la verdad el resultado está quedando increíble. Mi trabajo junto a los demás encargados ha sido perfecto, cada quien hace muy bien su parte y yo como la cara debo hacerlo mejor.

—Luna inclínate un poco— Habla el fotógrafo.

Rápidamente lo hago y veo el flash de la cámara, había estado antes frente a cámaras y de verdad lo disfruto. Estoy acostumbrada a la atención y ser muy llamativa, así que he tenido varios trabajos como estos.

—Increíble, unas poses más y terminamos—

La verdad nunca me había sentido tan bien en una sección de fotos como lo estoy ahora.

—Gracias por el duro trabajo, hicimos un gran trabajo y todo gracias a su esfuerzo— Se lo digo a todos al terminar las fotos.

Todos me sonríen y me devuelve un "Gracias a ti" "hermosa" y otras cosas más. Obtuve más admiradores e hice varias amistades en este lugar.

—¡Margaret!— La llamo y me acerco a ella con rapidez.

Margaret me sonríe —Buen trabajo Luna, Lo hiciste muy bien— Me abraza —Ten, te traje un café de Starbucks, es tu favorito—

—Oh Gracias— Bebo un poco —Esta muy delicioso—

—El presidente lo ordeno para ti— Me da un pequeño codazo de complicidad.

Rio y miro a los alrededores para buscarlo —¿Lo has visto? Estaba aquí cuando tomaban las fotos—

—Lo acabo de ver saliendo por la puerta de atrás, tal vez este en una llamada importante— Levanta sus hombros —Ya sabes, es un hombre muy ocupado—

—Oh bueno. Iré a cambiarme— Nos volvemos a abrazar y voy a los camerinos para ponerme mi ropa.

Como había tardado más de lo normal, ya todos en el lugar se habían ido y tampoco estaba Trevol esperándome como siempre. Se me hace extraño, siempre se queda a esperarme para ir a almorzar o tener una merienda.

—¿Dónde estará?— Camino a la puerta trasera y al abrirla un poco escucho algo.

—¡¿Por qué no has ido a verme?!— Por lo poco que veía es una chica rubia, con buen cuerpo y lindo rostro.

—Te he dicho que no es un buen momento para que vengas— Abro los ojos sorprendida de escuchar la voz de Trevol, su tono sonó fuerte, casi lleno de ira —Te dije que esperaras—

—No puedo seguir esperando, ya no más, por favor dime ¿Por qué te comportas de esta manera?— Salen lágrimas de sus ojos —Te amo, lo sabes muy bien—

—Victoria, este no es el momento y ni el lugar para que vengas, sabes muy bien que no puedes venir— La agarra de los hombros muy fuerte.

—Pero Trevol quiero estar contigo— Dice con voz suplicante.

No se cómo sentirme en este momento, no sé ni por qué aun esto aquí parada escuchando su discusión.

—Por favor— Solloza —Necesito estar contigo—

—Eso no es posible Victoria, debes irte ahora, después te llamare y hablaremos—

Victoria forcejea con Trevol hasta acercarse y besar sus labios dejándome a mi sin respiración. Mis ojos se abren grandes al ver esa escena, pero más aún cuando Trevol la agarra de la cintura correspondiendo el beso.

Victoria se separa pocos centímetros —Soy tu prometida, soy tu pareja, no puedes tratarme así— Dice al alejarse un poco más de él, pero inmediatamente lo vuelve a besar.

—Prometida— Digo bajo y cierro la puerta sin hacer ruido.

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Estamos en la mesa cenando, yo solo miro mi comida pensando y analizando las cosas que vi y lo que había notado días anteriores.

Siempre creí que era culpa de mi olfato, algunas veces no podía sentir los olores de Eric, Liam y Trevol, siempre pensé que era por mi nulo olfato, pero ahora veo que no.

Cuando Trevol llego a casa me di cuenta de esas pequeñas cosas que nunca le di importancia, pero ahora lo sabía. Como ellos habían estado con otra omega, el olor de esa omega se le impregna haciendo que el olor de ellos quede oculto, aun siendo el olor de los alfas más fuertes que el de los omegas, cuando el omega está en su momento de celo o deja salir muchas feromonas, el olor del alfa no lo puede vencer.

Y solo ellos tres, Cristián siempre tenía su olor mezclado con el olor del cigarrillo, pero siempre lo tenía. En cambio, ellos tres había noches que no podía olerlos, pero que gran sorpresa me he llevado.

Soy el juguete de ellos tres, solo me ven como una niña.

Cristian toma mi mano —Amor ¿Qué pasa? ¿Por qué no comes?—

Me libera de mis pensamientos.

—Umm solo estaba pensando en algunas cosas y no tengo mucha hambre— Dejo caer mi tenedor de una forma muy grosera —Es que hoy vi algo tan sorprendente y ahora me acabo de dar cuenta de muchas cosas, ahora es perturbador lo que he descubierto—

—¿Viste a dos perros follar?— Cristian y sus chistes.

Rio —No tonto. Preferiría ver eso que lo que vi—

—Debe ser algo muy sorprendente o perturbador como lo dices— Habla Liam.

—Sorprendente si, perturbador fue lo que acabo de descubrir— Cruzo mis manos y lo veo específicamente a ellos tres.

—¿Y que viste amor?— Pregunta Eric —Me da curiosidad—

—No creo que deban de tener curiosidad, ustedes deben de saberlo mejor que yo—

—Habla bien, Luna, nada de adivinación— La voz de fastidio de Liam me hace encabronarme.

—Pero es la verdad, ustedes lo saben y yo era la única estúpida que no lo sabía — Veo a Trevol y sonrió de lado —Digamos que vi a mi Trevol estar con otra mujer —

Todo en el lugar se quedó en silencio.

—¿No es así Trevol? ¿Cómo se llamaba la chica?... Umm... ¡Ah! Victoria— Veo su expresión llena de sorpresa y nerviosa —Creo que no fue buena idea llevarla al trabajo, Trevol — Por primera vez mi voz sonaba fría y aún más al decir su nombre.

Era la primera vez que dejo ver mi lado agresivo y no es bueno.

—¿Creen que soy estúpida? ¡Que, porque mi olor es nulo, no puedo notar como sus olores son ocultos por el olor de alguien más!— Explote.

Cristian sujeta fuerte mi mano —Amor—

Quito su agarre —¡Me tienen aquí como un juguete! —

—¡Luna, no nos levantes la voz!— Grita Liam —Déjanos explicarlo—

—¡Me importa una mierda hacerlo! — Me levanto —¡Solo me tratan como una niña! ¡No soy una puta niña! ¡Pero ustedes tampoco son hombres! Jugar de esta manera con alguien que dicen que es especial para sus vidas no es de lobos— Muerdo mi labio —Yo nunca mentí, yo nunca les oculte que me había acostado con otro ¡Ustedes sabían todo! Pero claro como no me ven como una mujer, entonces prefirieron engañarme y tenerme en este lugar como su distracción, ¡mientras ustedes— Señalo a ellos tres —Tienen pareja y se van con ellas cuando se cansan de mí!

—Vete a tu cuarto, hablaremos esto mañana— Trata de ordenarme Liam.

Rio sin gracia —No hay nada de qué hablar. Yo nunca fui nada de lo que ustedes me decían, ni siquiera fui una amiga y tampoco necesitan explicarme nada — Sonrió como psicópata —Porque yo no soy nada de ustedes — Salgo del comedor y voy a mi habitación.

No soy nada para ellos y ahora sufrirán las consecuencias.