Cap 10

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Luna

No puedo creer que tenga una cita con Trevol en un restaurant elegante, creo que es la primera vez que voy a una cita en un lugar así. Ahora que lo recuerdo todas las citas eran fiestas alocadas y ya. Que patéticos son los alfas de mi edad, por eso los dejo. Pero volviendo el tema, aun no creo que él me lleve a ese sitio, es el único que hará algo más antes del sexo.

—Estas hermosa— Hablo Trevol desde su auto.

—Gracias— Llego frente de él, no duda en abrazarme y besar mi frente.

—Vamos— Abre la puerta de copiloto.

El camino al restaurante es silencio y tranquilo, Trevol no es un alfa de muchas palabras, pero para eso estoy yo que hablo mucho.

—¿Qué tal el trabajo?—

—Ocupado y cansado, tuve muchas reuniones y fui a supervisar el nuevo producto que sacaremos—

—Debe ser difícil manejar una empresa—

—Es lo que conlleva ser el primogénito de la familia—

—Sí, lo imagino—

Hablar de familia es muy incómodo para mí.

—¿Cómo te va con el profesor?—

—¿Cuál de los dos?—

—El de arte—

—Ah, bueno prácticamente me tendió una trampa para posar desnuda ante el— Digo sin miedo o vergüenza.

No me gusta mentir y camuflajear las cosas, soy siempre sincera.

—Umm ¿Y eso te molesto?—

—No, fue divertido verlo nervioso y sonrojado mientras sus alumnos dibujaban mi cuerpo—

—Así que otros también te vieron—

—Sí, no es nada de otro mundo. El cuerpo humano es una maravilla y el de lobo también—

—Me gustaría verte en tu versión loba—

—Eso es difícil, no me llevo muy bien con esa versión. Normalmente no me transformó ¿Tu eres muy unido a tu lobo?—

—Lo soy, todos los días me transformó y salgo a correr, es algo que nos gusta mucho—

—Genial— Sonrió —Se nota que te gusta el deporte y estar en forma—

—Tengo un amigo que es entrenador, suelo ir a su gimnasio o solo me quedo en casa y hago ejercicio allí—

—Entiendo—

Llegamos al lugar, Trevol me ayuda a salir y le deja la llave al chico quien se lleva el auto al estacionamiento. Trevol coloca ni mano en su brazo y entramos al muy elegante restaurante. Una chica se nos acerca, nos da la bienvenida y nos guía a una habitación privada para estar más a gusto.

—Aquí tienen— Nos ofrece el menú.

—Pide lo que quieras, nena—

Asiento con entusiasmo y miro la variedad de platillos. Al final ambos terminamos pidiendo lo mismo, pero Trevol pidió vino para él y refresco para mí.

—¿Cómo te fue en la escuela?— Toma mi mano y deja un beso en ella.

—Estuvo genial, adoro las matemáticas y saque un veinte en un examen—

—Eres muy buena ¿Eres una de las mejores estudiantes?—

—No quiero ser egocéntrica, pero lo soy. Hace varios años me ofrecieron ser la presidente estudiantil, pero lo rechace—

Chica De Cuatros AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora