Luna
He pasado todos los días ignorando las llamadas, los mensajes de Eric, Liam y Trevol. Lo mismo pasa en el instituto si uno de ellos se me quiere acercar en la escuela, obviamente los trato como estudiante a profesor, dejando en claro que no quería que me hablaran.
Aunque era muy difícil sus miradas en mí, su fuerte olor, sus cercanías me hacen perder el control que quería tener antes ellos. Los extrañaba, estaba muy claro eso, pero no iba a rendirme tan fácil, menos las cosas que quería hacer antes de volver con ellos.
Pero aun así extrañaba la protección de Liam, las burlas y miradas divertidas de Eric, y lo frio y fuerte mirada de Trevol. Sin duda me hicieron una gran herida al mentirme, pero eso no quitaba el echo del afecto que tenía hacia ellos.
—Luna ¿Nos escuchas? — Jessi mueve un poco mi hombro sacándome de mis pensamientos.
—Lo siento, pensaba en algo — Le sonrió.
Cabe decir que nos encontramos en el centro comercial, sobre todo en tiendas de zapatos buscando unos para nuestra presentación.
—Te estábamos diciendo que estos son geniales, se parecen mucho a los que ella tiene en la presentación— Emily me enseña las botas.
Miro las botas altas y asiento —Tienes razón, son iguales—
Ya tenemos casi todo preparado para nuestras presentaciones. La madre de Emily se encargaría de hacer nuestros vestuarios y ya lo demás lo vamos a comprar. Bueno por los momentos yo no sabía que comprar para mis presentaciones en solitario, igual aun no sabía que canción elegir.
Cada una paga sus zapatos y salimos del lugar, seguimos paseando por los alrededores. La verdad no me llama la atención nada, pero recordé que pronto iba a ser el aniversario del bar de Cristián y quería darle un obsequio.
—Chicas— Me miran rápidamente —¿Me quieren acompañar a comprar un regalo?—
—Claro— Habla Angela —¿Qué tienes en mente?—
—Hace un rato vi una tienda de motocicletas, me gustaría pasar a ver si consiguió algo—
—Muy bien vamos— Angela toma mi mano.
Nos dirigimos a dicha tienda y entrando causando que los hombres del lugar se quedaran viendo muy extrañados. Seguro por ver a unas adolescentes con uniformes en una tienda que era para hombres.
Hago una mueca y camino hacia los cascos que hay en una repisa con muchos de ellos —Veamos—
Cristián tiene un gran gusto hacia estas cosas, tanto que tiene varios modelos en su cuarto. Estoy tan indecisa cual escoger ya que eran mucha variedad hasta que uno llama mi atención, mi alfa no tiene un modelo como este. Es un casco en forma de calavera, se ve muy realista y de color negro.
—Disculpe— Miro al hombre gigante con muchos tatuajes —Me gustaría llevar un modelo de este— Señalo el casco.
El hombre me ve con una ceja alzada y con una expresión de confusión
Ruedo los ojos — Solo hágalo, por favor— Me acerco y saco mi tarjeta personal.
Rápidamente un hombre va a buscar mi pedido.
—Discúlpenos, no es muy común que entren mujeres y menos de su edad— No deja de mirarme y con torpeza agarra mi tarjeta.
Asiento con suavidad y pago el casco con rapidez, ya no quería perder el tiempo en este lugar. El chico que salió a buscar mi pedido trae el casco en su empaque y yo lo agarro para ir hacia las chicas que aun están en la puerta esperándome.
—Esos hombres daban miedo— Emily dice al salir del lugar —¿Cómo pudiste hablarle de esa forma?—
Jessi ríe —Lo peor de todo es que se pusieron nerviosos cuando hablaste así—
—¿Recuerdan que vivía con cuatro hombres? Ellos son mucho más intimidantes que esos tipos, además Cristian es mucho más que esos hombres— Salimos del centro comercial.
—Sabes que no es por eso, eres alguien intimidante, aun para ser una omega y sabemos muy bien porque—
Miro a Emily, no quería hablar de ese tema —Lo sé, pero aun así tengo experiencia en darme mi lugar, ellos no tenían que tratarme de esa forma tan incrédula seguro pensaron que no tenía dinero—
Angela ríe y asiente —De seguro. Ahora vamos a comer algo, mi panza quiere algo dulce—
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El tiempo que llevo en este departamento me ha dado tiempo de practicar las coreografías y además de algunas pequeñas presentaciones que tendré en el bar de mi alfa.
Si, Cristian me pido que ayudara a animar el ambiente y además no iba a ser yo sola, contrato a dos gemelos que se encargan del entretenimiento en esas clases de evento, claramente me emocione mucho al saber quiénes eran e iba a ser cómodo cantar con ellos ya que son unos amigos.
Escondo el casco en un lugar que sé que Cristián nunca revisaría —Como lo conozco—
Cristián es muy desordenado, siempre deja todo hecho un desastre y no le gusta arreglar ni limpiar nada de su desorden. Así que mi escondite era perfecto, en el cuarto de limpieza donde el nunca entraría ni muerto.
Salgo del lugar para ir a cambiarme de ropa, voy a practicar un poco antes de hacer mis actividades escolares.
Las horas pasaron y estoy tan concentrada en mi canto que no me he dado cuenta que Cristián está viéndome con total admiración.
—¡Aah!— Le tiro un cojín del sofá cayéndole justo en la cara —¡Amor! ¡Casi me matas de un susto!—
Ríe y soba su nariz por el golpe —Estabas muy concentrada, no quería interrumpir— Me abraza y besa mi frente —Cantas muy hermoso ¿Por qué cuando estas con personas tratas de ocultarlo?—
—No quiero sobresalir en mi canto, ya estoy bien con sobresalir con mi aparecía. También cantare con las chicas, no quiero opacarlas— Suspiro y pongo mi cabeza en su pecho.
—Eres muy buena, tu voz es muy hermosa y un talento así no debería ser escondido ¿Por eso solo te gusta rapear?—
Asiento —Así puedo cambiar un poco mi voz y lo disfruto más que el canto normal—
—¿Por qué tratas de ocultar algo que eres realmente buena?— Está totalmente confundido por mis palabras.
Trato de no mirar los hermosos ojos marrones que porta mi alfa —Odio la idea de ser mejor en cosas que no tienen mi pasión total. Me gustaría ser buena en la pintura, pero por más que lo intente, no lo logró—
—Yo creo que te estas reprimiendo y enfocándote en solo una cosa que quieres ser buena, si miras mejor o tratas de admirar tu talento creo que te podía gustar más de lo normal. Sin tener que pensar que todo esto es por tu madre o que todo lo que haces es por ella— Acaricia mi cabello —Porque no aprendiste por obligación, aprendiste porque tuviste un poco de curiosidad y gusto al hacerlo—
Nunca había pensado de esa manera, nadie me había dicho tales cosas. No podía ocultarme y mucho menos odiar algo que por mi aprendí.
Cristian tiene razón, es un genio.
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Chica De Cuatros Alfa
RomanceLuna no sabe que su destino esta en manos de cuatro alfas que están obsesionados con ella, pero al pasar el tiempo con ella Luna se guarda un gran secreto y descubre los secretos de su alfas. Los cincos se esforzaran en recuperar la confianza y el a...