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Luna

Tal vez fue dura con Trevol, tal vez me deje llevar por la ira y la decepción que aun siento por lo que me oculto, pero aun así siento el dolor en el pecho. Además se merece ser tratado de esa manera, hacerle ver que no todo tiene que ver con el y que yo me doy mi lugar.

Mi cita es con mi padre, quiere hablarme de algo importante y delicado puedo imaginar de que se trata, pero aun así era un tema que algún día tenía que llegar.

Por mi parte le iba a contar mejor todo lo que ha pasado, mi padre es mi mejor amigo numero uno, nadie puede quitarlo de ese puesto y el merece ese puesto por lo bien que me ha criado y dejado ser.

Entro al restaurante, uno de los tantos que es de la propiedad de mi padre —Buenas noches, vengo por la reservación del señor Edward—

Rápidamente me guían a la mesa reservada, más bien una habitación privada.

—Gracias, ordenaremos cuando llegue mi acompañante— Le digo a la mesera y ella sale de la habitación —Umm llegue muy temprano a parecer— Me quedo muy concentrada viendo la ventana, el paisaje de este restauran era muy hermoso, digno de fotos que por supuesto me iba a tomar.

Mi padre es un hombre poderoso y rico, mejor dicho, es como el alfa de toda la ciudad. Ósea mi padre es como el presidente de esta gran manada, una de las más grandes del mundo. Lo convierte en un dios prácticamente, uno muy cerca a nuestra diosa Luna.

Me tomo las fotos y también al paisaje —Salieron bien— Publico las imágenes a mis redes sociales.

No espere mucho, como unos diez minutos hasta que por la puerta entro un hermoso hombre, mi padre. Mi padre apenas tiene treinta ocho años, y no se ve como un hombre con hijos, esposa y con un gran imperio en sus hombros, se ve como un hombre fresco, apuesto y muy elegante, pero sobre todo muy imponente. Y si él y mamá me tuvieron a una edad muy temprana, aun ellos estando en la universidad.

—Hola mi amor— Besa mi frente y se acerca para darle un beso en la mejilla —Llegas temprano, pensé que iba a esperarte—

Rio —Estaba en una reunión de trabajo, ya el comercial salió y me estaban hablando de lo buenos resultados que están teniendo las ventas—

—Eso es bueno, vi el comercial y esta excelente— Se sienta al frente de mí y ordena la comida —¿No estabas incómoda con Trevol?—

—Umm no, bueno solo un poco, en todos estos días que han pasado solo lo he visto dos veces, es muy difícil ignorarlo. Además de ser un hombre completamente difícil de ignorar—

—¿Y cómo están los demás?—

—Eric y Liam los veo todos los días, sus miradas, sus intentos de hablarme y sobre todo cuando quieren tener mi atención es muy molesto, pero a la vez divertido. Pero esto no acabara tan rápido, ellos me dañaron y ahora es su turno—

—Umm bueno, yo creo que los estas torturando de la mejor manera—

Asiento —Lo estoy haciendo, aun se merecen más—

Sonríe —Veo que te llevas muy bien con el chico Cristián, lo he investigado y aunque era un completo mujeriego ha dejado esa vida por ti—

La felicidad llega a mí al escuchar esas palabras —Aparte de ser mi pareja también es mi mejor amigo, confío mucho en él y él no me ha dado ninguna inseguridad— Suspiro —Tenemos mucha confianza y estamos cómodos observando como los demás se mueren de los celos e ira— Vuelvo a reír.

—¿Aun día los perdonaras? Es claro que ellos son mayores que tú y antes de que llegaras ellos podían tener o no una compañera, aunque obvió no estuvo bien que te lo ocultaran, pero aun así es mejor que sea cautelosas, los alfas son muy tontos cuando se trata de omegas hermosas o hermosos—

—Puede que llegue el día, pero ellos deben mostrarme que no hay más nadie en sus vidas que no sea yo. Cuando hagan eso, en ese momento los perdonare sin dudarlo—

Los meseros entran con la comida y la dejan en la mesa para volver a salir.

Duramos un rato en silencio disfrutando nuestras comidas, estar con mi papá es lo mejor del mundo y aún más porque no nos veíamos muy seguido. Siempre son llamadas o mensajes, papá es alguien muy ocupado y también tiene su familia así que siempre trato de que el este con ellos y no conmigo. Después de todo no pertenezco a esa familia, ni a la de mi madre.

—Tu madre me llamo— Rompe el silencio —Parece que está muy preocupada por ti y esta rara relación que tienes con esos hombres—

—Le dije que no se preocupara— Niego levemente mientras limpio mis labios con la servilleta —Aun sigue siendo muy protectora—

—¿Quién no estaría preocupado? Solo tienes dieciocho años y ya eres toda una adulta con cuatro alfas, no es uno solamente, sino cuatro—

Rio un poco y lo miro —Tuve que ser adulta antes de tiempo, no me arrepiento y eso lo sabes muy bien—

—Lo sé, estoy muy orgulloso de ti y de tus logros, pero aun así eres nuestra pequeña— Agarra mi mano izquierda y mira la muy pequeña pero visible cicatriz —Y siempre lo serás ¿Bien?—

—Está bien papá— Miro la comida.

Odio que miren o toquen esa cicatriz, pero mi papá es clase aparte y podía dejarlo hacerlo. Solo lo he dejado a el y a mi Cristian

—Nena, necesito hablar contigo sobre algo— Se coloca mas serio de lo normal.

Ya es momento de hablar del tema y estoy lista —Si, me dijiste que es un tema delicado para los dos—

—Lo es— Da un gran suspiro —Sabes que pronto será el aniversario de nuestro imperio, habrá muchos invitados, amigos, conocidos, socios y periodistas, ya sabes casi toda la manada estará—

Ya sabía a donde quería llegar

—Y creo que es hora de que revelemos que tu existencia, eres mi hija y heredera— Su mirada está muy angustiada, él siempre quería hacerlo, pero yo nunca me sentí digna de que me conozcan por mi verdadero ser.

Mi nombre real es Luna Scarlett, Black era el apellido de mi abuela materna.

—Ya no quiero esconderte más, ya estoy harto de tener que verte en privado y que nadie sepa lo importante que eres para nuestra sociedad— Toma mi mano.

El Imperio Scarlett es muy bien conocido, uno de los más grandes con un clan muy poderoso, yo era la primogénita de él, heredera y dueña de todo, pero yo no quiero eso, no quiero ser cabeza de algo tan pesado como eso.

Mi revelación ante el mundo será una bomba, las personas que me trataron mal o me hicieron daño van a tener miedo de mí. Podía ser algo muy poderoso de mi parte utilizar ese puesto y hacerlos sufrir.

Pero mi padre siempre lo ha deseado, que la verdadera heredera sea revelada.

—¿Qué dices amor?—

Lo miro unos segundos sin responder —Esta bien papá, estoy de acuerdo con eso—

Sus ojos brillan y se acerca rápido para abrazarme —Me haces muy feliz, mi pequeña—

—Te amo papá, sé que esto es muy importante para ti y para nuestra familia—

Besa muchas veces mi rostro —Te amo mucho más— Reímos.

Ya es hora, ya es el momento de salir de las sombras y dejar boquiabierto a todos.

Chica De Cuatros AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora