Chica De Cuatros Alfa

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Luna

Miro el gran edificio frente de mí, otra vez estoy aquí en este lugar donde no creí pisar por un tiempo, pero tenía la responsabilidad de hacerlo por el trabajo que tengo pendiente. Ya el video del producto fue publicado y siendo propaganda en todos los canales de la tv y ahora ese mismo video está en la gran pantalla de que tiene aquel edificio tan intimidante y siniestro como su dueño.

Algunas personas que pasan a mi lado se me quedan viendo y hablaban entre ellas, algunas con una sonrisa, otras con envidia.

Decido a entrar de una vez por todas y llego a la resección para pedir mi pase.

—Hola Sara— Saludo a la chica sentada quien me mira con una sonrisa.

—Hola Señorita Luna, gusto en verla de nuevo— Me entrega mi pase con una sonrisa —Ya le aviso al presidente de su llegada. Por cierto, felicitaciones por su trabajo—

—Muy bien y muchas gracias— Le sonrió de vuelta y camino hacia los ascensores donde algunos empleados me piden una foto y con gusto lo hago.

Logre llegar al último piso ya después de escaparme de las fotos. Paso por el equipo saludando a todos con una sonrisa y movimiento de mano hasta llegar donde están las secretarías.

—Oh, Señorita Luna— Margaret se acerca a mí y me da un abrazo.

—Hola Margaret, me alegro de verte— Sonrió, me agrada mucho ella.

—Estas muy hermosa—

—Gracias, tu también estas muy hermosa, aunque siempre lo estas... Por cierto— Le entrego una pequeña bolsa con variedad de maquillaje —Ten, gracias por cuidar de mi—

—¡Oh! Gracias— Mira el regalo sorprendida.

Sonrió al verla, era buena persona, no como Olivia que nos mira con odio.

—Luna— Steven llega con un ramo de girasoles.

—Oh Señor Steven— Le sonrió al verlo.

Se acerca y me entrega el ramo —Ten, es por tu excelente trabajo—

—Gracias— Miro las flores, son hermosas.

Margaret se nos queda viendo un momento y después va a avisarle a Trevol nuestras llegadas.

—Por favor adelante— Abre la puerta de la oficina de Trevol.

Entro junto con Steven.

—Buenas tardes, señor Lennox— Digo sin mirarlo ya que aun veo las flores.

—Buenas tardes, siéntanse por favor— Se sienta en la cabeza de los sofás.

—Vamos Luna— Steven me lleva a uno de los sofás y él se sienta al frente de mi —Parece que te gustaron— Habla de las flores.

—Son muy hermosas, gracias por dármelas— Digo algo fuerte y miro de reojo a un muy celoso de Trevol —La verdad nunca me habían dado un ramo de flores, ya sabes, parece que todos los hombres a mi alrededor son niños—

Steven saca una gran sonrisa —Las vi y me recuerdan a ti— Suena apenado —Espero no incomodarte—

—Tranquilo, adoro las flores— Sonrió.

—Qué bueno, me alegro de no ser como esos hombres que están en tu entorno— Sonríe con un gran brillo de esperanza en sus ojos.

Pobre.

—Por cierto, estas muy preciosa— Me halaga.

—Gracias, he venido diferente que otras veces— Rio y miro mi vestimenta.

Solo consiste en un vestido negro de tiras, abajo una blusa manga larga de color blanco y unas botas negras de tacón.

—Bueno, te ves muy bien—

Sonrió —Gracias. Después de terminar aquí tengo que ir a otro lugar—

—Ooh a una cita ¿Quizás?— Suena muy curioso.

—Si, tengo una cita— Digo "cita" más alto — Y bueno, la persona que veré es muy importante y tengo que darle una gran impresión, después de todo es un compromiso—

—Creo que con cualquier ropa puedes impresionar—

Vaya este hombre esta muy enamorado de mí.

Después de esa conversación la reunión empezó, pusieron los videos, las fotos y mucho más en lo que me explican que las ventas del producto suben extremadamente siendo el cosmético más vendido de la temporada.

—Vaya, es genial— Miro las estadísticas de como cada día va subiendo las compras y ganancias.

—También tus videos en tu Instagram sobre la crema tienen muchas vistas, hiciste un gran trabajo en promocionar— Dice Luis.

—Solo hago mi trabajo— Bebo de mi jugo —Me alegra que la venta del producto haya sido buena y llevada más allá de las expectativas—

—Todo gracias a ti, siendo la modelo muchas personas quedaron cautivadas— Robert me da una sonrisa.

—Si ya me lo imagino. Ya muchos aquí saben quién soy, ni siquiera me dejaron entrar al ascensor para tomarse fotos conmigo y vi que estoy en todos lados del edificio—

—Después de todo eres nuestro rostro— Robert ira sus colegas y después a Trevol —La verdad es que nosotros queremos hacerte una propuesta a ti y al presidente—

—Puedes hablar— Era lo único que dijo en toda la reunión, normalmente Trevol es callado, pero desde que entre no ha dicho una palabra.

Robert decide hablar —Tuvimos la idea y creemos que sería bueno que Luna sea oficialmente nuestra modelo—

—Se que puede ser complicado, tendremos que hablar con tu mánager, también con tu agencia— Sugiere Michael.

Lo interrumpo antes que siga —Disculpa, pero yo soy libre, no tengo nada de eso—

—Oh, entonces eso sería más fácil, pero aun así queremos saber tu opinión y la de nuestro presidente— Todos miran a Trevol.

—No tengo ningún problema con eso, los resultados son excelente y tener una imagen como Luna nos serian de buena ayuda en futuros proyectos—

Todos miran hacia mí para tener mi opinión. No sé qué decir, nunca he trabajo fijo para una marca o empresa, y la verdad adoro la oportunidad de trabajar con una marca que es de mi agrado, pero tengo que pensarlo.

—Yo— Los miro —Yo tengo que pensarlo primero antes de decidir—

—Claro, puedes tomar tu tiempo y avisarnos— Me anima Steven.

Todos, menos Trevol, me sonríen dándome ánimos.

—Bien, pensare en una repuesta—Miro mi celular y veo mensajes de mi cita.

Luis se levanta —Bueno, entonces aquí llega nuestra reunión. Fue un placer verte, Luna— Besa mi mejilla.

Todos se despiden de mí y salen de la oficina.

Agarro mi bolso de mano y mi ramo —Adiós señor Lennox— Me levanto para ir a la puerta, pero me detengo al escuchar su voz, su jodida y sexy voz.

—¿A dónde iras?— Suena furioso —¿Tan importante es esa cita? Veo que no es con Cristian—

sonrió, la verdad a Cristian le gusta más mi vestimenta casual y rebelde. Lo impresionante es que este alfa tonto sabe que no seria una cita con Cristian, sino con otra persona.

—Al menos que sea un momento especial, aunque lo dudo mucho—

Me volteo un poco para mirarlo —¿Qué me dice de usted? ¿Ha tenido una cita con su prometida? Debería de ir con ella en vez de meterse en los asuntos de los demás, más aún siendo algo de una adolescente sin importancia como yo— Mis palabras salieron frías, justo como él habla —De seguro su prometida estará encantada de que salga con ella y le dé atención— Levanto una ceja y doy la vuelta para salir del lugar.

Aun viendo la expresión de furia que tenia, aun viendo cómo se prensaba la vena de su frente, tuve el valor de decirle todo eso.

Idiota.