-Capítulo 1-

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-Mamá, ven a ver esto.

Jeanne se mueve del sofá para dejarle un hueco a Joelle y la mujer se sienta. Las dos miran hacia la televisión y centran su atención en la noticia que el presentador está anunciando. Se trata de la desaparición de dos chicas, una que se llama Ivy y la otra Aila. El presentador le da paso a un periodista y la cámara cambia. Ahora se puede ver a un chico, que se presenta, y luego empieza a hablar con un hombre de unos sesenta años. Tiene el pelo blanco y una barba abundante. A Jeanne le da algún tipo de vibra inusual, pero la ignora completamente. Solo se puede centrar en las palabras del señor.

"Vinieron hasta aquí, pero en vez de hacerme caso e ir por el camino de la derecha se fueron todo recto. Siento mucho no ser de mucha ayuda, pero haré todo lo que esté en mi mano para encontrarlas"

Y tras esto, el periodista se despide del señor y el presentador pasa a otra noticia.

-Hacía tiempo que no ocurría...

Jeanne mira a su madre sin saber de lo que está hablando y la mujer, al darse cuenta de que ha dicho algo que no debería de haber dicho, se levanta del sofá y se acerca hasta la cocina, que se puede ver desde el sofá, para preparar la comida.

-¿Qué has dicho mamá?

La mujer mira a su hija y se arrepiente de haber hablado. Sabe perfectamente que Jeanne es muy cabezota e intentará por todos los medios averiguar lo que ella había dicho.

-Nada Jeanne, déjalo.

-No mamá, esto es muy serio. Han desaparecido dos chicas, hay que ayudar en lo que podamos.

-No.

Jeanne se acerca hasta su madre y le insiste.

-Sí.

Joelle suspira y sigue con lo que está haciendo sin prestarle atención a su hija.

-Venga mamá, ¿de verdad no te importa? A mi me da mucha curiosidad y me encantaría saber qué ha ocurrido. No todos los días pasa esto.

-Ahora ya no, pero hace un tiempo sí pasaba. No quiero volver a entrar ahí.

Jeanne mira a su madre extrañada y le pregunta.

-¿Cómo?

-Ya te he dicho mucho, no voy a hablar más.

La joven no puede dejar de pensar en su padre. ¿Será que él había desaparecido y su madre le había mentido? ¿Estará equivocada sobre la muerte de su padre?

-¿Es por papá?

-¿Qué? ¡No!

A la chica le sorprende la reacción de la mujer, pero aún así decide no preguntar más sobre el tema. Aquello dolerá siempre. No importa el tiempo que pase, el no haber podido conocer a su padre siempre será algo doloroso. Ella no había nacido, le quedaba apenas unos meses para nacer, y él ya se había ido.

-Vale, perdona por sacar el tema.

Joelle le sonríe a Jeanne.

-No pasa nada, es normal que te acuerdes de él.

-No entiendo como lo puedo echar de menos si no lo conocí.

Joelle le acaricia el pelo a su hija y la abraza.

-Sabes que era tu padre, por eso lo necesitas y a veces te acuerdas de él.

Jeanne asiente. Está orgullosa de su madre, es una mujer muy fuerte. Perder a tu pareja estando embarazada no es nada fácil.

-¿Me parezco a él?

Joelle sonríe.

-Claro. Tienes su mismo pelo rubio y sus ojos azules, eres igualita a él.

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