Amor de tres (KARLNAPITY)

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Que rápido ah pasado el tiempo ¿No? Aquellos tres chicos que hace poco solo eran amigos el día de mañana se casarían ¿Que podría salir mal? Yo digo que nada pero.. ¿La escritora piensa lo mismo?

— ¡Vamos a dormir Karl! No te puedes quedar despierto toda la noche — Dijo Quackity tomando la mano de Karl.

— ¡Si puedo! Es que no puedo esperar para mañana.

— Yo sé que estás emocionado pero es hasta mañana y no puedes quedarte despierto toda la noche.

— Ok..

Karl fue ala habitación junto a Quackity tomados de la mano donde ya estaba Sapnap acostado esperándolos.

[...]

Karl estaba junto a su madre arreglándose para el gran día.. aquella boda qué tanto había esperado, estaba tan feliz

«Pobre Karl»

— Estoy tan feliz por ti hijo — Dijo la madre del castaño abrazándolo.

— Muchas gracias mamá, yo también estoy muy feliz de cumplir mi sueño de casarme..

La madre del castaño lo abrazaba con fuerza, estaba tan feliz por su pequeño niño

Mientras tanto el padre de Sapnap estaba junto con el.

— ¡Esto no es posible! — Dijo casi gritando el padre de Sapnap — ¡Por fin te casas! Pensé que nadie en este mundo te querría al saber que hablas pendejada y media dormido.

— ¡Papá! Eso es mentira.

— Como olvidar cuando empezaste a gritas "¡Todo bien, todo bien!" Verdaderamente estabas asustado — Dijo el papá de Sapnap riendo.

— Eso fue cuando era niño.

«Nadie se esperaba que eso pasara»

Y por último Quackity junto a su tía Iris y su hermanastra Morgan.

— ¡Que día tan hermoso! ¡Estoy tan emocionada! — Dijo Iris mientras arreglaba unas últimas cosas en el traje de Quackity.

— ¡Hoy te casas Alexis! Por lo menos pon una sonrisa o di algo.

— Es que.. siento que algo malo va a pasar Morgan.. y tiene que ver con Alexia, no ah llegado.

— ¡Ella no importa! Este es tu día y ella no lo puede arruinar — Dijo Morgan (Oh sí puede..?)

— Morgan tiene razón Alexis — Dijo Iris.

[...]

El momento llegó, Sapnap y Quackity en el altar esperando a que Karl llegara, ambos chicos se sonreían entre ellos mientras esperaban al castañito que les alegro sus vidas a los dos por mucho tiempo queriendo ver una hermosa sonrisa en sus rostros siempre que podía.

Y llegó el momento, las puertas se abrieron dejando ver a Karl con una sonrisa. Este camino hacia el altar hasta quedar en frente de los otros dos quienes lo miraban embobados.