Harvey

103 11 2
                                        

-¿Te estás riendo? –le pregunté a Alice.

-¿Qué?

Me miró con los labio ligeramente apretados y cara de culpa, sí se estaba riendo.

–Disculpa, no me estoy riendo, es que…Ja –se aclaró la garganta –es que todo el conjunto es muy gracioso si te pones a pensar.
Harvey habías estado todo el tiempo ahí hecho un ovillo sobre las sábanas y yo pensando que estabas enfermo vengo
en tu ayuda y me encuentro con que necesitas otro tipo de ayuda. Dios te imaginas lo que hubiese sucedido si llegásemos a ir al hospital, solo de imaginármelo…

Y no aguantó más y comenzó a reírse y yo a cabrearme, cada vez que se paraba a mirarme su risa aumentaba más.

Recordé las caras de Dylan y Ryan, todos habían terminado burlándose de mí, juré que cuando regresara los mataría a ambos.

-¿Es gracioso para ti Alice?, dime, que tenga que aguantar esto es divertido, sabes acaso que duele, y tú solo ahí riéndote. Sinceramente la próxima vez que veas la erección de un chico y te rías en su cara sin duda acabarás por hacer que se le baje.

-¿En serio? ¿Te ha funcionado? –se burló.

-¡Demonios NO!

Llevé ambas manos a mi rostro, mi autoestima acababa de ser pisoteada de la peor forma, después de esta no sería capaz de mirar a la cara a Alice, rayos si justo íbamos a pasar un año estudiando juntos.

Qué hice para merecer esto.

Alice debió ver mi cara de frustración cuando dejó de reír y ya más seria preguntó.

-¿Realmente te duele? –me limité a observarla por encima de las manos.

-Pregunto porque tal vez podamos encontrar una solución.

Nuestras miradas se cruzaron más rápido que la luz, ella se apresuró
a explicarse.

-Digo que seguro una ducha de agua fría te pueda ayudar.

No respondí, continuó.

-Ya sabes… -suspiró -Harvey solo intento encontrar alguna solución, dices que tomaste dos pastillas y de eso hace un buen rato. Ya no es necesario que te escondas, intento ver esto desde un punto de vista práctico.

Tenía razón, tal vez ahora que ya lo sabía podría tomar esa ducha y así aliviarme, luego más tranquilo hablaríamos sobre la situación y así evitaríamos que se volviera todo más incómodo.

-Lo haré, solo espero que funcione. –sin más corrí como pude hasta el baño, en parte se sintió una huida pero necesitaba el agua fría ya.

Todo por las pastillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora