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En ese momento Kushina quiso detener a su esposo cuando esté se encontraba recostando Naruto en el pedestal, Pero el simple hecho de moverse la hizo a toser sangre nuevamente haciendo que Minato se preocupara e intentará ayudarla al igual que su homólogo revivido.

En ese momento el rugido del kyubi advirtió a todos de lo que iba a ocurrir pues una garra gigante se abalanzó sobre el altar.

Narutoooooooo!!!!

Minato había gritado al darse cuenta que el kyubi mataría a Naruto. Su cuerpo había reaccionado automáticamente y sin pensarlo se había interpuesto en el camino de la garra del kyubi.

Lo que él no había esperado es que tanto su esposa como su versión del recuerdo se habían interpuesto también mucho antes que él, dándole la peor imagen que podía haber recibido. Kushina estaba frente a suyo deteniendo la garra gigante que le estaba atravesando el estómago.

¡Mamá papá!— gritó Naruto viendo la escena con horror.

El séptimo Hokage jadeó por lo sucedido y tembló por la imagen frente a sus ojos pero a diferencia de los otros rubios era el que más en sus cabales estaba.

Kushina... dijo el revivido mientras una lágrima cayó de su ojo mientras su labio tiritaba.

Los ojos de Minato se elevaron hasta encontrarse con el rojo demoníacos de los ojos del kyubi y fue entonces cuando perdió todo sentido de razón.

Waaaaaaaaaaaaagrrrrrr!!! Gritó enloquecido el cuarto Hokage lanzando un kunai hacia la cara del kyubi y creaba un rasengan. El arma paso a través del kyubi sin hacer daño y Minato voló con furia descontrolada para impactar su ataque al monstruo que le acababa de quitar todo lo que amaba. Sobra decir que nada le pasó al kyubi mientras Minato cayó al piso con el rasengan explorando en él mismo contra el piso haciéndole daño, pero recuperándose.

Minato perdió el juicio, enloqueció ebrio de sangre, saltó gritó y atacó fuera de control llorando y maldiciendo al kyubi, sus alaridos de locura provocaban terror, eran más aterradores que el mismo zorro.

El pequeño Naruto fue testigo en carne y hueso del inicio del tan temido ciclo del odio del que eran víctimas tantas personas en este mundo, tantas cosas malas que pasaron y sucederían eran a causa de "esto".

—¿POR QUÉ LO HICISTE? ME QUITASTE LO QUE MÁS AMABA!!!  MALDITO MONSTRUO SOLO QUERÍA ESTAR CON MI FAMILIA... GWAAAAAAGRR!!!!!—

Naruto estaba asustado, su papá estaba actuando como un salvaje y aún peor, entendió por fin algo que de verdad había pasado por alto, lo que su papá estaba pasando y sintiendo era lo mismo que los aldeanos, los familiares de aquellos cientos y cientos que había visto morir durante el ataque habían sentido y seguían sintiendo.

El niño quiso ir a detener a su padre pero su futuro yo le colocó la mano en el hombro haciendo que esa acción se detuviera.

Naruto caminó hacia padre que intentaba sin éxito acribillar al kyubi con sus kunais. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, Minato reaccionó, con un movimiento que incluso un Sharingan hubiera tenido dificultades para detectar intentó apuñalar a Naruto en la cabeza pero no por nada el ninja más poderoso de la historia. Naruto detuvo el embravecido ataque de Minato y torció su brazo detrás de su espalda y Barriendo sus pies lo sometió en el piso con su brazo en la espalda y su mano en su cabeza inmobilizándolo.

Sueltame! Lo voy a matar, me va a pagar todo lo que me ha hecho rugía el yondaime.

Detente! Ordenó el séptimo.

No! Déjame acabar con él.

NO FUE SU CULPA! LO SABES!!! Cálmate, recuerda qué él también es una víctima, los bijuus son como buenas personas, pero bajo el control de malas personas hacen cosas malas.

La Pequeña Nueva Sombra del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora